Columnistas
¿Perdemos la Guajira? Por: Cecilia López Montaño
Los personajes que compiten por la gobernación, Oneida Pinto por Cambio Radical y Ovidio Martínez por el Partido de la U, no se distinguen por sus capacidades sino que tienen en común un verdadero prontuario, un pasado lleno de preguntas sin respuestas. El país conoce el debate alrededor de si Oneida Pinto es o no parte del grupo del ex gobernador Kiko Gómez, preso actualmente acusado de asesinato y corrupción. Las disculpas de su partido para justificar su apoyo son absolutamente ridículas, como que el hecho de haber estado justos en la campaña anterior no es una prueba de la relación entre Gómez y Pinto. Sí, renunció a la dirección del Partido Carlos Fernando Galán pero eso no sirvió de nada. A su vez el señor Martínez no se queda atrás ni el Partido que lo apoya. Su grupo político, como lo denuncian los medios de comunicación, está rodeado de acusaciones como intentos de asesinato y relaciones perversas con el grupo los Rastrojos, no precisamente ejemplo de rectitud y transparencia.
La candidata Oneida Pinto es para muchos la segura ganadora y debe recordarse que fueron los Char quienes aparecen en una foto entregándole el aval para que participara a nombre de su partido en la contienda electoral. Obviamente detrás de todo está el verdadero presidente de ese Partido, el vice Presidente Germán Vargas Lleras. Duele ver que un departamento en donde la relación de riqueza de sus líderes políticos y la pobreza de su población parece ser la regla, en vez de buscar un cambio de liderazgo, tanto a nivel nacional como regional, solo se piense en los votos y no en su población.
Al leer las declaraciones del palabrero de los Wayuu, la sensación que queda, es que nuestro país está a punto de perder este departamento para dejarlo en manos de gente cuestionada y de una población que se ahoga en sus necesidades. Cuando es noticia diaria la muerte de niños en la Guajira, sus altísimos niveles de desnutrición, el grave analfabetismo de su población, su falta de agua, su vida absolutamente precaria, lo único que le importa a líderes nacionales y regionales, es llegar al poder. ¿El poder para qué? Es la pregunta obvia y la respuesta es que para todo, inclusive para hacer negocios menos para sacar a la población de este departamento, de su situación de rezago frente al resto del Caribe y de Colombia.
Estava a ser una constancia para pasarle la cuenta de cobro a los Char, a Cambio Radical, a su super jefe, al Partido de la U, cuando en vez de mejorar, se complique más la situación de los guajiros. Porque serán ellos los responsables de ejercer la política para su propio beneficio olvidando la necesidad de esa población que con compra de votos, elegirá a uno de los dos candidatos cuestionados.


You must be logged in to post a comment Login