Crónica
Pueblo viejo: El municipio que le teme al mar
Por: Raúl Ospino Rangel
En 1519, una expedición de españoles navegando por el mar caribe, al pasar frente al pequeño caserío indígena de Pueblo Viejo, vieron en el lugar, indios Pextaguas; que construyeron sus bohíos, a orillas de la Ciénaga Grande, porque eran recolectores de moluscos, agricultores de yuca y maíz en la Isla de Salamanca. Luego el Fray Juan B. Viana, que llegó al pueblo indígena el 19 de marzo de 1526, lo catequiza dejando como santo patronal a San José; es por esta circunstancia que le da el nombre de “Playas de San José de la Ciénaga”, primera población que fue destruida por las arremetidas del mar. Posteriormente se volvió a construir “Villa San José de Pueblo Viejo”, unos kilómetros más alejado del mar, poblado que también sufrió las inclemencias de las olas marinas.
En 1585, el misionero Fray Luis de Zapata, crea una parroquia de indios. El mar siempre ha querido tragarse la población: En el siglo XVIII, a petición de Antonio del Castillo, indio Capitán del pueblo de la Ciénaga, trasladaron hacía esa población, veinte familias amenazadas por las corrientes del mar, fueron reubicadas en lo que es hoy el occidente de Ciénaga. A comienzos de siglo XX, una marea de cuatro metros de altura “sepultó” al pueblo, quedando casas de madera, lujosas mansiones, la iglesia, debajo del agua salada. Otra desgracia ocurrió en 1886, durante la guerra civil, el pueblo es incendiado y reconstruido nuevamente con el nombre de Pueblo Viejo.
En el año 1900, durante la Guerra de los Mil Días, el General conservador Florentino Manjarrés, a quien le decían “El Jorobado”, mandó bombardear el pueblo identificado con el ideario liberal, porque según él, le servía al General Rafael Uribe Uribe de pasadero entre Tenerife y Ciénaga; lo incendiaron y la gente se escondió entre el monte, o se fugó a Ciénaga.
En la década de 1960, el mar se encontraba a dos mil metros de la carretera Ciénaga- Barranquilla, pero la erosión costera ha ocasionado daños a la infraestructura vial y es un peligro que representa para gran parte de esa población y especialmente del corregimiento de Tasajera. Esa erosión costera cada día acaba con la poca extensión de tierra con que cuenta el municipio entre el mar Caribe y la Ciénaga Grande de Santa Marta; fenómeno que no solo afecta el medio ambiente, sino la economía, la infraestructura, el hábitat y la calidad de vida.
Son varias amenazas que tiene el municipio: Suelos de amenaza natural, amenaza por inundaciones y amenaza por agentes marino-costeros. El suelo de amenaza natural, comprende aquellas franjas de tierra que presentan problemas de inundación en épocas de invierno, los suelos que permanecen inundados gran parte del año. La amenaza por inundaciones, se haya asociada al desborde de ciertos cuerpos de agua como son: la Ciénaga Grande de Santa Marta; los ríos Aracataca, Tucurinca, Sevilla y los Caños San Joaquín, Pájaro, entre otros.
La amenaza por agentes marino-costeros, se relaciona a la acción de agentes como el viento, las mareas y olas, producto de tormentas tropicales y huracanes que ocurren principalmente en el Mar Caribe. Con razón se dice que el verdadero Pueblo Viejo, ya no existe, se encuentra sepultado en el mar; sus habitantes viven ahora, en un pueblo nuevo.
PUERTO DE LAS MERCEDES
El Puerto de Las Mercedes, situado en la población de Pueblo Viejo, fue construido para el embarque y desembarque de las mercancías que transportaba el ferrocarril. Puerto que recibió ese nombre porque en una de las tres casas construidas allí, la abuela, la madre y la nieta, se llamaban Mercedes.
En ese Puerto de Las Mercedes, había un caño peligroso por la cantidad de caimanes que allí habitaban, era el “Caño Cachimbero”, como también se le conocía, integrado por una ensenada que quedaba al oriente de Pueblo Viejo donde estaba la Iglesia, tragada por el mar, al norte del Colegio de Bachillerato San José. Aquellos lugares como “Caño Cachimbero”, “El Caño San Luis”, “El Caño Loro”, adyacentes al Puerto de Las Mercedes, en jurisdicción de Pueblo Viejo, fue donde se originó la Leyenda del Caimán Cienaguero, cuando el referido animal se tragó un 20 de enero del siglo XIX, a la niña Tomasita.
Antaño fue de mucha importancia el mercado público ubicado cerca a “Puerto Cañón”, en la plaza principal de Pueblo Viejo, donde llegaban vendedores de pueblos circunvecinos a comercializar toda clase de productos especialmente pescados y mariscos.
En la actualidad se busca fortalecer los vínculos locales y regionales mediante la integración sociocultural y económica del municipio, mediante los ejes viales Troncal del Caribe, que facilita conectar las ciudades de Santa Marta, Ciénaga con Barranquilla y los municipios de las riberas del Río Magdalena, y la Troncal de Oriente, que favorece la comunicación del sur del municipio con los centros poblados del municipio Zona Bananera, lo que permite ser más productivos, competitivos y sostenibles.
Para esto se diseñan programas regionales y locales para la recuperación y mantenimiento de las vías de acceso a los centros poblados ubicados sobre la barra (Isla del Rosario, Palmira, Tasajeras y Nueva Frontera) y los corregimientos situados en el sur del municipio (San Juan de Palos Prietos, Tierra Nueva, Bocas de Aracataca, Isla de Cataquita).
MUNICIPALIZACIÓN
En 1826, la parroquia de Pueblo Viejo, pertenece al primer cantón de la Provincia de Santa Marta, y 1834, pasa su territorio al cantón de San Juan Bautista de la Ciénaga. Por medio de la Ordenanza No. VII, del primero de diciembre de 1853, emanada de la Legislatura Provincial del Magdalena, es creado distrito municipal.
En los años 1864, 1868, 1879 y 1886, se encuentra como municipio anexado a la jurisdicción de la Provincia de Santa Marta. En 1887, pasa hacer parte de la jurisdicción del municipio de San Juan del Córdoba, como corregimiento; condición que es ratificada por la Gobernación del Magdalena, mediante la Resolución No. 94, del 20 de diciembre de 1889, en donde se erige a Pueblo Viejo, en corregimiento del municipio de San Juan del Córdoba Magdalena. Mediante la Ordenanza No. 054, del 18 de agosto de 1892, nuevamente es creado municipio del Magdalena, siendo Gobernador José A. Castro y Presidente de la Asamblea Bernardo Araujo; donde se le anexan los siguientes corregimientos: Isla del Rosario, Tasajera, Aracataca, La Envidia Fundación), y El Retén. Esa condición municipal es ratificada definitivamente por medio de la Ordenanza No. 073, de mayo 3 de 1929, emanada de la Asamblea Del Magdalena, en donde queda integrado con los corregimientos de Aracataca, Isla del Rosario, Palmira, Tasajera, San Juan de Palos Prietos, Nueva Frontera, Tierra Nueva, isla de Cataquita y El Triunfo. De su territorio se han creado los siguientes municipios: Aracataca, en 1902; Fundación, en 1935; El Retén en 1999. Fueron dos gobernadores del Magdalena, oriundos de Pueblo Viejo: Florentino Manjarrés (1893 y 1900), y Juan B. Barrios (1944).
GENERAL FLORENTINO MANJARRÉS
El General Florentino Manjarrés, a quien le decían “El Jorobado”, oriundo de Pueblo Viejo Magdalena, fue un militar conservador protagonista de guerras civiles entre liberales y conservadores en el siglo XIX, en especial la denominada Guerra de los Mil Días, a comienzos de siglo XX. En tal condición le tocó viajar y combatir a sus adversarios en los diferentes pueblos del Magdalena; uno de ellos fue Concordia, donde conoció a Dilia Zambrano, con quien tuvo residencia en esta población.
Fue designado Gobernador del Magdalena, en 1893 y en abril de 1900. Al estallar la contienda militar de la Guerra de los Mil Días, se puso en pie de guerra con el título de Gobernador y Jefe Civil y Militar del Departamento del Magdalena. En 1900, incendió a su tierra natal Pueblo Viejo, para que no sirviera de paso obligado del ejército liberal.
El 14 de octubre de 1902, ocurrió en Ciénaga, el último enfrentamiento entre liberales y conservadores durante la Guerra de la Mil Días, donde las tropas liberales del General Rafael Uribe Uribe, atacaron y acorralaron a los gobiernistas adversarios. De no ser por la llegada de un vapor con artillería, los conservadores hubiesen sido derrotados.
Fue en este momento cuando el General Florentino Manjarrés le hace una propuesta de paz a los liberales, que fue aceptada por el General Rafael Uribe Uribe. Para esta época el gobierno conservador ofrece indulto para los rebeldes liberales que se desmovilicen y entreguen las armas, lo que conduce a negociaciones, dando como resultado el Tratado de Neerlandia, firmado el 24 de Octubre por Rafael Uribe Uribe y Florentino Manjarrés, en una finca bananera del mismo nombre, donde previamente con un armisticio pactado, se reconocía a los revolucionarios como beligerantes y se les ofrecía una paz con garantías.
El gobierno se comprometió a liberar a los presos políticos, a garantizar su seguridad y a cesar el cobro de la contribución a la guerra.
CATALINA NÚÑEZ
La heroína Catalina Núñez, había visto morir tres de sus hermanos por manos españolas, en su tierra Pueblo Viejo, uno de ellos Dámaso Núñez, fue fusilado en Ciénaga por orden de Ignacio de Ruz.
Herida en lo más íntimo de su alma, primero planeó un asalto en la casa donde se alojaba uno de los asesinos, que al llegar a su presencia le descargó un trabuco, arma terrible de la época, que le despedazó el brazo izquierdo. Luego Catalina ideó un atentado contra Ignacio de Ruz, pero falló en su intento. Apresada en el acto por los soldados españoles, fue decretada su muerte sin formula alguna, la cual se cumplió al otro día en la plaza de Pueblo Viejo.
“EL ALCATRAZ” GARCÍA
Gilberto “El Alcatraz” García, nacido en Pueblo Viejo, el 12 de Mayo de 1954, muere trágicamente en un accidente automovilístico en la ciudad de Ibagué a finales de 1994. Surgido de la cantera del Unión Magdalena, jugó también en Santa Fe, Cúcuta, Quindío, Once Caldas y se desempeñó como puntero derecho en el Kokoriko Tolima en las temporadas de 1981 a 1986.
El origen de su apodo se debe al gran número de Alcatraces que abunda en su pueblo cercano al mar, la misma razón por la cual lo apodaron “La Ostra”. Su mayor herencia es el defensa lateral Gilberto García Olarte, nacido en 1986, que se proyecta en el futbol internacional.
En su tierra natal se le rinde homenaje como uno de sus hijos más sobresalientes, con la cancha “Gilberto Alcatraz García”, ubicada en el barrio La Unión, el escenario deportivo más importante de Puebloviejo; centro deportivo que tiene la finalidad de propiciar espacios para la cultura y el deporte como ejes fundamentales en el desarrollo de la niñez y la adolescencia, tuvo su inauguración el 30 de noviembre 2014.
FUENTES DE CONSULTA:
– Ismael Correa Diazgranados: Anotaciones para una Historia de Ciénaga Magdalena.
– José C. Alarcón: Compendio de Historia del Magdalena, de 1525 hasta 1895.
– Jaime Villareal Torres y Jorge Diazgranados Villareal: Sucesos del Magdalena en el Siglo XX.
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