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Denuncias

No hay pediatras en urgencias

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Teniendo en cuenta la entidad prestadora de salud y la congestión en las salas de urgencias, entre otros motivos, distintas clínicas se niegan a recibir los casos pediátricos y cuando alguna brinda la atención requerida, lo hace a través de un médico general y no con un especialista en pediatría, puesto que no hay permanencia de estos las 24 horas en las instituciones de salud.

Por Laura Vélez Vargas

Pedro con su hija de once meses de nacida en los brazos, esperaba en una sala de urgencia de la ciudad la revisión inmediata por un cuadro de somnolencia y vómito de la menor. El malestar, desespero y angustia, fue creciendo como también la deshidratación de la pequeña. La niña no había sido atendida por pertenecer a una E.P.S que le debía varios meses a la clínica. Por fortuna, la bebé fue examinada, gracias a su tía, que, siendo fisioterapeuta, logró contactar al médico general de turno en la sala de urgencia.

Como este, son cientos los casos que se presentan a diario en las clínicas, hospitales y centros de salud de la Ciudad y el Departamento, para que un médico general atienda a los menores, sin tener en cuenta si el paciente requiere de una atención especializada.

El Ministerio de Salud indica que las instituciones médicas deben tener como obligación la permanencia de las cuatro básicas dentro de sus instalaciones, es decir, las correspondientes a un cirujano, un ginecólogo, un pediatra y un médico interno. En Santa Marta, de acuerdo con las denuncias, las salas de urgencias solo cuentan con la presencia de médico general las 24 horas.

Cabe resaltar, que, de acuerdo con el estudio realizado por la Defensoría del Pueblo, el médico general tiene la capacidad de resolver el 70 por ciento de los problemas de salud, pero a pesar de su formación, el sistema de salud en Colombia, les restringe la expedición de fórmulas, la solicitud de exámenes complejos y el tratamiento de enfermedades distintos al motivo de la consulta, limitándoles su labor a la remisión de los pacientes a especialistas. Se estima que en Colombia hay entre 60 mil y 70 mil profesionales médicos graduados.

PANORAMA LOCAL

Santa Marta cuenta con más de siete clínicas que tienen habilitados sus servicios de urgencias y de Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, pero la crisis hospitalaria del país, sumada al cierre de Saludcoop y Caprecom, debilitó a la mayoría de instituciones médicas del Distrito, que a causa de retrasos en el pago de la nómina de sus empleados, falta de medicamentos y de instrumentos y equipos de alta complejidad, ha llevado a estas instituciones a endeudarse para solventar los gastos, y por ende, no han tenido el respaldo económico para mantener en el servicio de urgencias médicos especialistas en pediatría durante las 24 horas o intensivistas pediatras en el área de unidades de cuidados críticos para niños y neonatos, a excepción de dos clínicas que aseguran tener varios especialistas para niños permanentemente, tanto en las Unidades de Cuidados Intensivos como en urgencias: Centros Hospitalarios del Caribe S.A.S., Cehoca, y la Colsalud S.A. – Clínica Mar Caribe.

De acuerdo con la Ley 100 de 1993 en su artículo 168 señala, que la atención inicial y vital en urgencias, debe ser prestada obligatoriamente por todas las entidades públicas o privadas a todas las personas, sin discriminación e independientemente de su situación socioeconómica, y que una vez superada la emergencia y, según el tipo de afiliación del paciente al Sistema de Seguridad Social y la red de su EPS, ARS o ente territorial, puede ser remitido a otra clínica.

Sin embargo, por motivos de costos y dificultad para mantener en el servicio de urgencias las 24 horas a un especialista en pediatría, y otro sub-especialista en cuidado crítico infantil, la mayoría, de las clínicas de la ciudad de Santa Marta no cuentan con estos en permanencia, y los menores, sin importar la edad, son atendidos por médicos generales.

Y aunque todas las Unidades de Cuidados Intensivos neonatal o pediátrica, en la Ciudad y todas las clínicas del país tienen varios médicos pediatras, la mayoría, en Santa Marta, tienen uno durante las 24 horas, que puede atender una situación de real urgencia, si llegara el caso a la Institución.

Situación que limita a la prestación del acompañamiento médico durante la noche, teniendo en cuenta la carga laboral de los galenos.

‘NO HAY INTENSIVISTAS PEDIATRAS’

OPINIÓN CARIBE conoció, que no existe un médico sub-especialista en cuidados intensivos para niños, salvo en los Centros Hospitalarios del Caribe S.A.S., Cehoca, y que, de acuerdo con lo comunicado por la gerencia, este no es permanente.

El secretario de Salud departamental, Manuel Navarro, asegura, que un intensivista pediatra les resulta muy costoso a las clínicas, “para ser intensivista debe ser médico general, internista y luego estudiar medicina intensiva, que son como 3 o 4 años y esto es costoso. Aquí en Santa Marta solo hay como cuatro intensivistas de adultos, pero no contamos con intensivistas pediatras, por lo menos en permanencia en una entidad”.

Lo cierto es que para la atención en salud lo ideal sería contar con todas las especialidades y sub-especialidades en medicina, sin embargo, en el caso de pediatría intensivista no es obligatorio, “nosotros tenemos pediatras cardiólogos, nefrólogo, endocrinólogo y la norma permite que estos especialistas atiendan a los pacientes, al igual que los internistas. El médico con la sub-especialización en cuidados críticos de niños hace parte de la red, pero la UCI es posible mantenerla con los demás doctores especializados”.

Y aunque en Santa Marta no hay intensivistas pediatras porque son muy costosos y la demanda es alta, actualmente, los especialistas en otras ramas, como, por ejemplo, los pediatras cardiólogos, hacen preparaciones como intensivistas, sin ser graduados de una Subespecialidad como tal, obteniendo el conocimiento y capacidad de prestar su servicio a los pacientes que están en la unidad de cuidados intensivos y la ley lo permite, porque hace parte de la atención integral.

MÉDICOS GENERALES: EL GRAN PARCHE

Al respecto, Manuel Navarro Rada, secretario de Salud departamental, aseguró, que el Sistema de Salud no obliga a las clínicas, hospitales o puestos de salud a tener especialistas, en este caso, pediatras, en urgencias las 24 horas, “aquí la norma 2306 dice que debes tener al médico general, quien ha estudiado y ha hecho cursos certificados, lo cual lo capacita para atender una urgencia. Cuando llega un niño, yo estoy en la condición de atenderlo y ordenar los laboratorios o pruebas básicas, además de disponer si necesita atención del pediatra o si se debe atender con un cirujano o si puede irse a casa. Es lo mismo en los puestos de salud, en donde se encuentra un médico general que lo estabiliza, y de allí lo remite a una clínica de segundo nivel, en donde también lo atiende un profesional general de la salud que lo envía a un especialista y este es el que dice cómo se va a manejar el caso”.

De igual forma, Tito Acevedo, director científico de la Clínica La Milagrosa, afirmó, que actualmente no solo en Santa Marta, sino en todo el país, la gente que acude a urgencias piensa que porque es un servicio prioritario, les es permitido ir por cualquier dolencia, “el que llega después de 10 de la noche porque su hijo tiene un dolor de oído, es decir, una otitis, no es una urgencia real y puede ser atendido por un médico general, que puede pedir valoración de un pediatra cuando llegue, a las siete de la mañana, mientras, el paciente va a ser diagnosticado según los requerimientos del doctor general que está de turno y que tiene la capacidad para hacerlo. Pero, si llega un paciente que necesita reanimación, o que está deshidratado, el pediatra de la Unidad de Cuidados Intensivos lo atenderá inmediatamente”.

Según expertos consultados, si las urgencias siguen en este conflicto, el sistema de salud colombiano podría colapsar, sobre todo, por el cierre de Caprecom y Saludcoop y la no habilitación de los puestos de salud y EPS.

Los fines de semana y los festivos son los días en los que las personas acuden más a urgencias, por consiguiente, se congestiona todo, saturando las salas de espera con pacientes de diferentes niveles de clasificación del ‘triage’, que es el que determina cuáles son los que requieren atención inmediata.

“Esas entidades aseguradoras no pueden pagar a los médicos sábados y domingos, entonces, los únicos que quedan habilitados para atender los problemas de salud son las clínicas. Además, la gente acude para obtener incapacidades por dolor de barriga u otro malestar que no clasifica en urgencia vital, con la intención de salir rápido y molestándose si no es así, les toca a las urgencias cargar con eso”, aseveró Anselmo Martínez, gerente de la Clínica El Prado – Sociedad Medica de Santa Marta.

CLASIFICACIÓN DE ATENCIÓN POR TRIAGE

Teniendo en cuenta que la Ley 100 de 1993 advierte que todas las instituciones de salud deben atender a cualquier persona que llegue por urgencias, el proceso de atención está basado en un ‘triage’, que es la clasificación de los niveles para definir qué pacientes requieren atención inmediata, “los pacientes uno, que son los más graves y, por consiguiente, son atendidos inmediatamente; los de nivel dos, pueden ser valorados dentro de la media hora siguiente; los de tercer y cuarto niveles pueden esperar hasta que haya la disponibilidad de un médico, y aunque el Gobierno diga que son dos horas, a veces las entidades de salud no están en la capacidad para atender a tantas personas de manera rápida”, explicó el Gerente de la Clínica El Prado.

Este proceso sirve en todo el país y es efectivo independientemente que tenga seguridad social o cualquier otra forma de pago. En los últimos niveles de clasificación (3, 4 y 5), la Clínica tiene la potestad de anunciarle al paciente las horas aproximadas de su valoración con el médico correspondiente -estimación de 4 o 5 horas, dependiendo de la congestión en la sala de urgencias- y además, podrá recomendar a la persona ir a su EPS para pedir consulta prioritaria, lo cual sería recomendable tanto para estas como para la descongestión del lugar, sin embargo, no se le negará la atención si decide esperar – no sin antes verificar su afiliación.

Para Juan Carlos Mendieta, gerente de los Centros Hospitalarios del Caribe S.A.S., Cehoca, en todo el país el sistema hospitalario está colapsado y “en Santa Marta se congestiona por dos cosas, por el pico epidemiológico en esta época de lluvias, comienza la diarrea, la gripe, el zika, enfermedades respiratorias, otitis, entre otras, todo lo que hace que el paciente consulte a la urgencia”.

Por otra parte, la Red Hospitalaria de primer nivel en Santa Marta, compuesta por puestos y centros de salud, no funciona y si lo hace, es de forma deficiente, “llega un paciente y no hay para ponerle ni una ampolla, ni siquiera una venda; si necesita una placa, tampoco se puede, no hay insumos. Entonces, hay un médico y un auxiliar de enfermería, quienes solo pueden remitirlo a una clínica, ejemplos de estas situaciones engorrosas para el sistema de salud son, la ‘Alejandro Próspero Reverend’, siempre está congestionada; La Castellana, ni se diga”.

Las Empresas Sociales del Estado, ESE, son sitios que se han convertido en centros de captaciones de pacientes y que, según la medida, pueden ser derivados a segundo y tercer niveles de complejidad. Pero la crisis económica y la falta de recursos genera problemas en la atención, remitiendo a pacientes con problemas de salud básicos como gripe, virosis, cefalea, entre otros, a las clínicas de mayor complejidad, en este caso en Santa Marta, que siempre tienen llenas sus salas de urgencias cuando pudieron ser atendidos y resueltos en estos centros de primer nivel, “el usuario siempre busca donde lo atiendan, donde vea que hay el especialista y que la atención sea buena; pero cuando vienen y les toca esperar porque la capacidad instalada de la clínica está repleta, empiezan a hablar, insultar, patear. Allá, en el Puesto de Salud, no agreden porque no tienen con quien pelear”.

¿DISCRIMINACIÓN EN LAS CLÍNICAS?

Miles de denuncias penales llegan a diario ante la Superintendencia de Salud por la no atención inmediata en las Clínicas y Centros Hospitalarios, que muchas veces tiene desenlaces fatales.

En el 2014, gracias a información suministrada por las autoridades de salud en Bogotá, se conocieron más de 122 casos de personas hospitalizadas que murieron esperando que Caprecom ordenara su atención, la cual nunca llegó.

En Santa Marta se han denunciado casos en el que las clínicas ni siquiera abren sus puertas a los pacientes, por no tener una aseguradora y por no contar con el nivel de complejidad para atender situaciones específicas, obligando a los pacientes a hacer recorridos por las diferentes entidades de salud de la Ciudad.

A pesar de que las clínicas tienen la potestad de habilitar lo que deben ofertar y de negar la atención a servicios no habilitados, es obligación de todos los centros médicos del país atender las urgencias vitales, sin importar las EPS que las dispongan, edades u otras condiciones.

Con respecto a las denuncias, algunas señalan que la Clínica de la Mujer solo atendía a los niños que nacieron en dicha entidad. OPINIÓN CARIBE constató por medio de la directora médica, Carolina Fuentes, cuál es la realidad de esta situación.

“No tenemos habilitado el servicio de pediatría, pero si es una urgencia vital, al paciente se le atiende, el pediatra que está en neonatos se dispone para sacarlo de su urgencia vital, y cuando esté estable remitirlo a una institución que sí tenga habilitada esta asistencia, sea Unidad de Cuidados Intensivos o atención prioritaria. Esto, se les informa a los padres antes de ingresar”, aseguró la Directora.

La Clínica de la Mujer en Santa Marta tiene habilitado el servicio de cuidados intensivos neonatales, de adultos y hospitalización y urgencia, en su mayoría, para pacientes gestantes. Además, aseguró, que para emergencias en la unidad de cuidados críticos cuentan con un neonatólogo y tres pediatras, “si en estos momentos me traes un bebé, toca remitirlo a otra entidad, porque realmente no hay camas de las 17 disponibles en la Unidad”.

¿QUÉ PASA CON LAS UCI EN SANTA MARTA?

Las Unidades de Cuidados Intensivos en Colombia se dividen en intermedias y plenas. La intermedia es para un tipo de patologías y alteraciones que el paciente pueda tener y que amerite un monitoreo y seguimiento que no sea tan intenso; y, las plenas, requieren de un monitoreo estricto, permanente, son aquellas que reciben a los pacientes que tengan comprometidos sus signos vitales, como circulación y respiración, que muchas veces requieren de equipos especializados como los monitores de signos vitales, ventiladores mecánicos y bombas de difusión para colocar medicamentos por microdosis.

Las Unidades están disponibles para cada etapa de vida de la siguiente manera: una UCI neonatal para recién nacidos entre 0 y 45 días; una UCI pediátrica para niños entre los 45 días y 15 años de edad y una UCI de adultos, que es de 15 años en adelante. Cada uno debe estar separado por una infraestructura diferente.

Anteriormente, con la resolución 1043 de 2006 era permitido habilitar dentro de la UCI neonatal, dos, cuatro o seis camas para atender a los niños y que estuviera separado por un vidrio. Hoy, la norma 2003 de 2014, estipuló, tener dos infraestructuras totalmente diferentes dentro de las clínicas y centros hospitalarios.

“En el tema de infraestructura, la norma ya nos modificó el asunto de las Unidades de Cuidados Intensivos para neonatos y niños, pero se nos dio todo un tiempo de transición para que las instituciones de salud, que cuentan con tal servicio, se puedan ajustar. Todo este tema radica en que el Ministerio de Salud dice que las condiciones de los pacientes y las patologías, sobre todo las infecciones, no son las mismas para las personas de edades diferentes, no es la misma la infección en los niños, en los adultos y en los neonatos y ese es el principal riesgo que uno busca evitar”, explicó el Secretario de Salud Departamental.

Y aunque la mayoría de las clínicas que ha habilitado en Santa Marta este servicio no han acomodado su infraestructura con la nueva norma, salvo los Centros Hospitalarios del Caribe S.A.S. y la Colsalud S.A. – Clínica Mar Caribe, que cuentan con 20 camas en la UCI neonatal y 6 en la Pediátrica, y 24 camas en la UCI neonatal y 14 en la de niños, respectivamente, para la Secretaria de Salud del Magdalena esta problemática no afecta a las instituciones en estos momentos, “a pesar de que ya salió la nueva norma, estamos en una etapa de transición que nos permite proporcionar este servicio. Cuando ya tenemos las camas pediátricas aquí (en siete clínicas de Santa Marta), viendo el déficit que hay en el departamento, que no se tiene habilitado este servicio por la complejidad que requieren las Unidades de Cuidados Intensivos, que no es simplemente una cama como tal, sino que demanda monitores, medicamentos costosos, personal capacitado las 24 horas, no vamos a cerrar por un simple requisito las que existen en la capital del Departamento”.

Cabe resaltar, que en Santa Marta existen actualmente 119 camas para UCI neonatal y 40 camas para UCI pediátricas, en las clínicas y el Hospital Universitario ‘Fernando Troconis’, “en el país hay deficiencia de camas, pero no es lo que produce el colapso en el sistema; tampoco es verdad, que cuando los pacientes llegan a una clínica necesitando cuidados intensivos, se los niegan porque no existe contrato con ellos, estas unidades están en la obligación de funcionar como urgencia, porque se les debe atender inmediatamente”, apuntó el Secretario.

Además, aseveró, “los departamentos tienen el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias, Crue, que es un proyecto del Ministerio de Salud, a nivel nacional. Si el paciente necesita de una UCI, la empresa promotora de salud, llámese Salud Vida, Cafesalud, Coomeva, entre otras, se encarga de conseguir la cama con las IPS, hospital o clínicas. Si no hay, informa al Crue, que es regional y este a su vez, al Ministerio de Salud, que lo hace nacional, de ser necesario. Así, el caso se sube a la base de datos en la plataforma, y llega un correo de la red de referencia – en el Magdalena se tiene a Cesar, Atlántico y Bolívar- si hay una cama disponible. De aquí hemos enviado pacientes a Antioquia en ambulancia aérea, porque requiere una Unidad de Cuidados Críticos y un especialista, que aquí no lo hay, es decir, un neurólogo endovascular. Así es la organización del sistema”.

Las Unidades de Cuidados Intensivos funcionan como una sola en el país y si en la Ciudad no hay disponibilidad de camas, el paciente enseguida va a ser enviado a una con disposición inmediata, que esté dentro de la Red de Referencia, y si no hay, el Ministerio de Salud lo hace Nacional y se consigue el sitio, “la gente no entiende cómo si hay un paciente en Fundación, lo envían a la UCI en Valledupar, pero si uno gestiona con las clínicas de Santa Marta y las camas están ocupadas, inmediatamente lo montamos a la plataforma, y lo enviamos a donde haya una disponible”.

Lo cierto es, que a nivel nacional existe un déficit de Unidades de Cuidados Intensivos y las han empeorado factores sociales y culturales como la alta tasa de accidentalidad que hay en el país, por el tema del mototaxismo o conductores ebrios, que cambió todo el aspecto epidemiológico en el país, además de la violencia, “nosotros aquí tenemos de 3 a 5 pacientes por accidentes de tránsito con moto y por mucho que se le haya puesto control, en Colombia ha ido creciendo de manera sideral. Toda esa accidentalidad, pacientes con traumas craneoencefálicos necesitan una Unidad de Cuidados Críticos, además de los pacientes con patologías de base, como problema hepático, cardíaco, renal, entre otras”.

Al no tener Unidades de Cuidados Intensivos en los municipios del Magdalena, se fortaleció la del Hospital Universitario ‘Fernando Troconis’ para que los centros de todo el Departamento envíen a los pacientes para acá, “se hizo mucha publicidad y ruido cuando se abrieron las camas en el Hospital y esto fue muy criticado, pero eso es importante, es un avance y un logro. Hay especialistas las 24 horas y el Hospital tiene la obligación de capacitar y certificar a las enfermeras como auxiliares de unidades de cuidados intensivos”.

En las unidades de cuidados críticos pediátricas se genera mucho compromiso. El Departamento cuenta con camas suficientes que en muchas temporadas están desocupadas, lo cual no es rentable para los centros hospitalarios, porque deben funcionar aún sin pacientes, debido a que en cualquier momento surge una emergencia, y por ende, debe estar habilitado el servicio las 24 horas, con especialistas, monitores y todos los requerimientos necesarios, “puede ocurrir que en un mes ocupen todas las camas. En agosto del año pasado nos sucedió y todas las camas de UCI pediátricos estaban llenas y coincidió que una niña de Fundación necesitaba un cupo en la Unidad pediátrica y como no había en Santa Marta disponibilidad, la prensa y los ciudadanos denunciaron la falta de Unidades de Cuidados Intensivos en pediatría, sin conocer que hay 119 camas neonatales y 40 camas pediátricas en el Departamento y que, además, las UCI funcionan como una red a nivel nacional”, aseguró Navarro Rada.

Existe un caos en materia de salud en el país por la falta de especialistas, camas, y de buena atención en las clínicas de primer nivel y de menor complejidad, lo que trae como consecuencia el congestionamiento de las salas de urgencias.

En Santa Marta las urgencias no dan abasto, teniendo en cuenta las condiciones precarias en las que se encuentran las Entidades Sociales del Estado, que a pesar de que algunas han renovado sus infraestructuras, no cuentan con los medicamentos y equipos necesarios para la atención primaria. Es hora de que el Gobierno Nacional actúe para que la red pública comience a operar mejor, siendo más resolutiva y evitando la congestión, que repercute en la mala atención a los pacientes. Si esto no se resuelve, las clínicas y centros hospitalarios se van a ver obligados a cerrar el servicio de urgencias.

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