Escuelas y aeropuertos han cerrado en Baja California Sur, México, ante la inminente llegada de Newton, la tormenta tropical convertida en huracán y que se dirige hacia esta zona a una velocidad de 25 kilómetros por hora, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. El municipio de Los Cabos ha habilitado refugios con capacidad para 16.000 personas.
En septiembre de 2014, Los Cabos fue golpeado por el huracán Odile que dejó 18 personas fallecida, entre ellos varios turistas, el desalojo de 30.000 habitantes y daños materiales de más de un millón de dólares. Según las autoridades, Newton provocará más deslizamientos de tierra e inundaciones en, al menos, ocho estados a lo largo de la costa del Pacífico.
«Los preparativos para proteger la vida deben ser apresurados», advierten. En Acapulco, las inundaciones y los desprendimientos de terreno han afectado a unas 70 casas y colegios, y alrededor de 200 personas se encuentran desaparecidas. En todo el estado de Guerrero, unas 1.400 viviendas se han inundado y 30 han sido derrumbadas. La policía, el ejército y los marines han tenido que evacuar por aire a cientos de vecinos.
The Objective
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