Entrevistas
“Le apostamos a un modelo educativo incluyente”: Pablo Vera
El próximo 27 de noviembre, el rector electo Pablo Hernán Vera Salazar, asumirá la administración de la Universidad del Magdalena para el período 2016-2020.
A los pocos días de haber sido elegido para fungir como nuevo Rector, por votación unánime de los seis miembros que asistieron a la sesión, de los nueve que hacen parte del Consejo Superior de la Universidad pública del Magdalena, el ingeniero civil y doctor en Dirección de Empresas de la Universidad Complutense de Madrid, le reveló a OPINIÓN CARIBE los planes que tiene para estructurar sus proyectos durante estos dos meses de empalme y las primeras acciones que va a implementar desde su nuevo cargo.
OPINIÓN CARIBE: ¿Cuáles son las primeras acciones que va a implementar desde su administración? ¿De todas las propuestas durante su campaña cuál va a priorizar?
PABLO VERA: Las primeras acciones van encaminadas a mejorar las condiciones críticas que afectan principalmente la calidad académica.
Como primera medida, vamos a aprovechar estos dos meses de empalme para estructurar el proyecto del piso que generosamente nos ha ofrecido la gobernadora del Magdalena, Rosa Cotes, en el Hospital Universitario ‘Fernando Troconis’. La idea es adecuar completamente el piso seis para mover hacia allá la Facultad de las Ciencias de la Salud, desde el sexto semestre en adelante. Lo anterior, crea mejores condiciones para la Facultad, con amplios salones de clases, laboratorios, salas de descanso, para trabajar desde allí las especialidades médicas y al mismo tiempo, aligerar el espacio en la sede central de la Universidad.
Como segunda, ubicar una sede alterna distinta a la sede centro, que brinde mejores garantías y escenarios óptimos para los estudiantes y profesores, debido a que no cuenta con condiciones logísticas, ni accesibilidad, es un edificio que se encuentra en mal estado, sin aire, ni Internet, lo cual es perjudicial para el proceso de la enseñanza y el aprendizaje de una Institución de calidad.
Tercera, llevar el acuerdo superior, donde restablecemos con un 20 % de descuento el valor de la matrícula para los estudiantes de grado, de prácticas, de internado, de judicatura, entre otros. Este fue un compromiso que se hizo en campaña y que la Universidad puede asumir perfectamente, porque no afecta de manera significativa su presupuesto, pero sí tiene un impacto grande sobre el estudiantado.
Igualmente, una quinta, fundamental, la identificación de los egresados destacados de esta Alma Mater, son cerca de 40, quienes están en diferentes universidades terminando sus estudios de maestría y doctorado con los recursos que financió Colciencias y el Departamento a través del sistema de regalías para la formación de talento investigador en Colombia y en el exterior. Nuestra meta es mirar a quienes, en el marco de la política de la formación avanzada, se puedan vincular a la planta docente porque necesitamos aumentar el número del profesorado con formación doctoral, pues es un reto para sostener la acreditación institucional.
Otra medida clave que vamos a trabajar en estos dos meses de empalme es el diseño de las aulas abiertas, que puedan servir para que los monitores realicen el proceso de acompañamiento a los estudiantes en unos salones completamente auto sostenibles, con paneles solares.
Esto permite la innovación y el emprendimiento como planteamos en nuestra campaña todo el tiempo. Queremos avanzar en las mismas, en el presupuesto y reestructuración para aprovechar la pausa de fin de año e intervenir. Por otra parte, tenemos pendiente concertar una reunión con los transportadores para llegar a un acuerdo sobre una tarifa diferencial para los estudiantes de la Universidad del Magdalena en el servicio de transporte urbano e intermunicipal sobre todo lo que tiene que ver Ciénaga – Santa Marta.
Las anteriores acciones planteadas apuntan a esas propuestas prioritarias que mostrarán a una Universidad con una dinámica de gestión orientada a los resultados, principalmente a la gente.
O.C.: Háblenos sobre el respaldo de la Universidad Complutense de Madrid, usted hizo varios estudios importantes allí, ¿tienen pensado una alianza con esta prestigiosa Alma Mater?
P.V.: Durante el proceso de campaña recibimos un importante apoyo del doctor Javier Sanz, director del master en Emprendimiento y Creación de Empresas y director del master en Emprendimiento Social de la Universidad Complutense de Madrid, quien nos planteó la posibilidad de tener una alianza para obtener una beca de hasta el 50 % para egresados de nuestra Institución, que puedan cursar su maestría de manera simultánea en ambas universidades.
Segundo, el doctor Miguel Ángel Sastre el vicerrector de asuntos económicos y director del departamento de Organización de Empresas de la Universidad Complutense de Madrid, nos ha ofrecido su apoyo para tener un convenio de cooperación y tener varios de los programas de master que ellos tienen en una de las universidades más prestigiosas de Europa.
También vamos a potencializar el convenio con la Universidad de Cadiz, buscando, además, universidades de referencia en el área andina, puesto que nuestra vinculación con el Parlamento Andino nos ha abierto puertas con instituciones muy importantes de Ecuador, Perú, Chile, entre otras, tanto públicas como privadas y hay que utilizar todas esas redes para dinamizar la internacionalización de la Institución.
Hoy con el tema del proceso de paz, Colombia tiene grandes oportunidades. Son muchos los recursos que va a destinar la Unión Europea, los Estados Unidos y Canadá para la cooperación y los proyectos de desarrollo, por eso, la Universidad del Magdalena tiene que ser muy activa y dinámica para utilizar toda su experticia y ponerla al servicio de consolidar la paz, lo que significa la generación del desarrollo, inclusión, progreso, generando oportunidades laborales para que nuestro campo vuelva a ser productivo. Nosotros, hoy tenemos la fortaleza de nuestro programa de Agronomía acreditado, del programa de Ingeniería Pesquera, esos son dos puntales fundamentales para lo que será la consolidación de la paz, porque si nuestros campos vuelven a ser productivos, nuestros campesinos retornan a sus tierras y eso va a garantizar y a consolidar una verdadera paz.
O.C.: Teniendo en cuenta que su historia de vida está ligada con el sector turístico y siendo Santa Marta una ciudad turístico-económica, ¿tiene planes como nuevo Rector para impulsar la formación a profesionales del turismo que aporten a la región Caribe?
P.V.: Hemos planteado la creación de una Facultad de Turismo en asocio con la Universidad Complutense de Madrid, pues en conversaciones con varios gremios sobre la necesidad que tiene la Ciudad y la región Caribe de formar gente especializada en todos los temas turísticos, se hace necesario un programa técnico y tecnológico, con miras no solo a la formación bilingüe o inclusive políglota de los profesionales en este sector, sino al marketing digital y toda la parte tecnológica que cobije no solo a Santa Marta sino para ciertas áreas estratégicas del departamento del Magdalena.
Por ejemplo, la casa museo ‘Gabriel García Márquez’, de Aracataca, es un potencial turístico enorme para la Región y debemos preparar a la gente de ese municipio y de otros, como El Banco y Mompox. De la misma manera, hay que aprovechar la parte del turismo ecológico, pues tenemos la Sierra Nevada de Santa Marta, Minca y la Ciénaga Grande, para así fortalecer las necesidades que trae consigo el desarrollo turístico: más cadenas hoteleras, mayor número de restaurantes, entre otras.
Estamos articulados con universidades importantes de Europa y con el sector productivo, porque el turismo es un dinamizador de la economía, pues es generador de empleo. Conozco perfectamente el tema de turismo porque a eso me dediqué por muchos años de mi vida y lo que he logrado ha sido por trabajar duramente bajo el sol y en las playas, vendiendo bebidas, de mesero y demás.
Santa Marta tiene que aprovechar la dinámica del turismo y en el marco de los acuerdos de paz se va a potencializar aún más este sector, porque ya no hay ese temor de venir a Colombia. En el Magdalena hay una gran proyección y es vital que la Universidad dé respuesta a esa necesidad estructurando formación y preparación para que las personas se proyecten hacia ese sector.
O.C.: Con la reciente acreditación es un reto mantener el nivel, ¿cuáles son sus planes para potencializar el rigor académico de la Alma Mater?
P.V.: El tema de la acreditación, por supuesto, es un reconocimiento, pero eso no significa que no tengamos problemas de calidad. Hoy, entre los programas que están acreditados, tenemos solo uno que está por encima de la media nacional en las pruebas Saber Pro, ya que un programa acreditado no tenga buenos resultados, no es coherente.
Es primordial priorizar y trabajar para la excelencia de los resultados en estas pruebas Saber para ser consistentes con la acreditación. Por tanto, entre los planes de mejora debemos seguir fortaleciendo los procesos académicos a través de la dotación de los laboratorios, la biblioteca, tecnología, entre otros, sobre todo, debemos mejorar la calidad de la docencia, lo que implica formar y evaluar tanto a los estudiantes como a los docentes en cuanto a las metodologías de pruebas por competencias, que es lo que se evalúa en las pruebas Saber Pro.
Asumimos el reto con todo el compromiso porque una universidad acreditada institucionalmente no puede estar en el puesto 150 del índice de desempeño educativo global que establece el Ministerio de Educación, por lo contrario, debe estar en los primeros lugares en todos esos indicadores y esa es gran parte de la tarea que debemos asumir.
O.C.: ¿Cómo incentivar el mejoramiento continuo en los docentes que hacen parte de esta Alma Mater?
P.V.: Los profesores debemos seguir avanzando en el tema de titulación, pero también debemos capacitar a nuestros docentes en didáctica y en el uso de la tecnología para mejorar sus procesos de la enseñanza y el aprendizaje. Hay profesores que pueden ser muy buenos investigadores, pero a lo mejor no son muy buenos docentes y viceversa. La Universidad del Magdalena necesita tener ambos.
De igual forma, debemos aumentar la planta docente. Darle la oportunidad a varios catedráticos que llevan muchos años en la Universidad para que trabajen de tiempo completo. Seguir potencializando el bilingüismo, fortalecer los procesos de la enseñanza y el aprendizaje a través de una capacitación docente.
O.C.: ¿Cómo ve proyectada a la Universidad del Magdalena en el 2020?
P.V.: Nosotros hemos planteado una visión de Universidad para el 2020 donde contemos con una Institución reconocida y acreditada con alta calidad. Hoy estamos acreditados, pero aún nos falta reconocimiento y ambas son esenciales para esta Alma Mater.
Contará, además, con una planta docente fortalecida, es decir, el doble de lo que tenemos: de 200 profesores llegaremos a 400 de planta, con alta titulación, con doctorado.
Esta será una Universidad de tercera generación, que crea valores económicos y sociales a partir de la formación y de su investigación. Que, además, será reconocida por su aporte a las empresas basada en su conocimiento y tecnología a través del emprendimiento y de la innovación.
Tendremos un modelo educativo y pedagógico incluyente y multicultural, pues queremos que la Universidad del Magdalena sea referencia nacional en los temas de la población afro e indígena, por eso vamos a ampliar el cupo para que todas las etnias del Caribe puedan estudiar aquí.
Seremos referencia nacional e internacional en áreas de investigación relacionadas con los temas marinos y ambientales, porque existe gran potencialidad desde la Institución con respecto a este tema y hay que concentrar esfuerzos para este fin.
Que logremos visibilidad internacional, con estudiantes de todas partes del mundo, docentes de intercambio y con proyectos de cooperación internacional andando en el territorio.
Si logramos concretar todas esas condiciones, pienso que le habremos cumplido al Magdalena y a la Universidad.
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