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Sabor a historia magdalenense

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Manuel Martínez descubrió en un recetario, herencia de su familia, un documento patrimonio histórico que será publicado y promete mantener en el tiempo raíces de la gastronomía magdalenense.

Manuel Martínez Infante es ingeniero aeroespacial de profesión, pero un apasionado por la cocina, la tradición y la técnica, todos sus conocimientos los ha puesto al servicio de su negocio en Santa Marta, el restaurante ‘Josefina’, un lugar que en Santa Marta revive, sin duda, los sabores, olores y recuerdos de una infancia vivida en el Caribe colombiano.

Como una señal de lo que ha heredado por genética, Manuel encontró dentro del patrimonio familiar un recetario que fue heredado a su tatarabuela, el cual se ha comprobado fue escrito en 1871 y en la población de Tenerife, Magdalena.

En las manos de Manuel reposa más que una herencia familiar, este documento se convierte en un patrimonio histórico del Magdalena de grandes connotaciones, tan así, que el Instituto ‘Caro y Cuervo’ centro colombiano de altos estudios en literatura, filología y lingüística del idioma castellano y las lenguas nativas del país adscrito al Ministerio de Cultura se interesó en publicarlo y próximamente estará impreso.

Presenta una especial y delicada caligrafía, con términos que permiten descubrir cómo era la vida en este municipio del Magdalena en la época en la que fue escrito.

“El libro tiene 145 años, lo escribió la madre de mi tatarabuela, cuando se casó su hija le escribió un recetario y se ha mantenido en el seno de mi familia del lado materno, lo tuvo mi abuela, mi tía y ahora lo tengo yo, revisábamos lo curioso y poético de la terminología”, comentó Manuel.

Hace quince años se dio a la tarea de digitalizar el manuscrito y asegura, que cada vez que lo lee descubre anécdotas muy interesantes, ochenta por ciento de las recetas es de postres, es muy organizado, tiene un índice y una combinación de excelente caligrafía.

Con cada dato Manuel ha descubierto qué pasaba en esa región, económica y políticamente, y respuestas sobre el modus vivendi de la época y la importancia del río Magdalena en esa época.

“En el libro hay postres como ‘suspiros limeños’ y surge la inquietud sobre cómo llega esta receta a un pueblito del río Magdalena, aparentemente desconectado del mundo, se utilizaban ingredientes como Maizena y una unidad de peso como la granadina, unidad de peso oficial de la república de la Nueva Granada”, explicó Manuel Martínez.

Además, hay implícito en el texto claves de lo que vivía el país como el uso de la I como conector en vez de la Y que representa el momento subversivo de la nación en plena época de Independencia.

El libro, que próximamente estará en las librerías del país, tendrá imágenes intactas de las recetas y el texto digitalizado con notas del autor resaltando los datos históricos.

“En un futuro me gustaría especular sobre cómo sería un día en Tenerife durante el siglo XIX basado en los datos que arroja este manuscrito, por ejemplo, hay recetas que se llevan un día de preparación como el pan, así que debían amanecer trabajando en la cocina”, relató Martínez Infante.

Con mucha pasión Manuel cuenta lo que ha descubierto y se pregunta por qué sólo se transfería de madre a hija las recetas, en especial la de los postres ‘como si de la receta de la felicidad se tratase’.

El libro tiene setenta y cinco páginas y le recuerda a Manuel que las mujeres de su familia han sido excelentes cocineras y su secreto era cuidar las recetas y los ingredientes que cada día se compraban en el Mercado para garantizar que fueran frescos.

Hoy en el restaurante ‘Josefina’, que lleva el nombre de la mamá de Manuel, se trabaja para rescatar las tradiciones, Manuel agrupó mujeres que habían compartido la cocina con su mamá y que tienen conocimiento de la técnica y poco a poco han logrado vender a los samarios más que un restaurante, un lugar para recordar la infancia.