Cultura
Jesús no nació el 25 de diciembre

Contrario a lo que millones de cristianos en el mundo celebran, No hay referencias bíblicas ni documentales que sugieran que Jesús nació en la madrugada del 25 de diciembre. Además la celebración de su ‘nacimiento’ o navidad no fue instaurada por él ni sus discípulos o los escritores de la Biblia.
La vida de Jesús no fue documentada por la autoridades romanas ni por los historiadores de la época: los recuerdos que quedaron en los testimonios orales del siglo I son alegóricos, simbólicos, ejemplificantes y no históricos. Así lo sostiene el profesor de Historia Antigua de la Universidad de los Andes, Jaime Borja. Para acercarse a la vida de Jesús, hay que diferenciar entre el Jesús simbólico y el histórico, según le afirmó a Semana Educación el profesor.
De hecho, Jesús ni siquiera nacería en diciembre, pues según el relato de Lucas [Lucas 2:8] tocante a que los pastores ‘moraban en los campos, guardando sus rebaños por la noche’, da a entender que Jesús debió nacer en el verano o a principios del otoño, y no en diciembre porque es un mes frío y lluvioso en Judea, lo más probable es que por la noche los pastores hubieran buscado refugio para sus rebaños”.
Además, según cuenta el relato César Augusto mandó “que se inscribiera toda la tierra habitada”. Todo el mundo tuvo que inscribirse en “su propia ciudad”, lo cual implicó para José y María hacer un viaje de una semana o más a Belén. Una medida que resulta poco probable que hubiese sido impuesta en pleno invierno.
La conmemoración litúrgica del 25 de diciembre no está relacionada con el Jesús histórico, ni con el bíblico, sino con las religiones politeístas del Mediterráneo. Según declaraciones del historiador de las religiones Mircea Eliade, en la revista Semana, el 25 de diciembre se conmemoraba el nacimiento de todas las divinidades solares orientales. De la misma forma, Jaime Borja afirma que ese día es el solsticio de invierno y se conmemoraban las fiestas saturnales en Roma, que representaban el triunfo del sol sobre las tinieblas. Lo que ocurrió fue que Jesús reemplazó al dios solar, que derrotaba cada año a las tinieblas.
El triunfo del cristianismo en Roma implicó que se fijaran cánones y las otras interpretaciones se volvieron heréticas, pero también implicó la incorporación de tradiciones religiosas del Mediterráneo, que se escogieron con mayor orden que durante los primeros años. Con el triunfo se le puso coherencia a corrientes religiosas contradictorias.
Según Mercede Eliade, el Cristianismo de Roma surgió como una concepción religiosa organizada desde la razón, marcada por el pensamiento sistemático de la filosofía griega y mezclada con elementos jurídicos del orden romano, cargada de rasgos religiosos paganos con orígenes antiguos, como la Navidad.
Publicado en la revista Semana

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