Análisis
Sin accesibilidad en la estructura urbana
El urbanismo es la disciplina que se especializa en el estudio, planificación y ordenamiento de las ciudades y el territorio. Este utiliza a la geografía urbana como instrumento fundamental para una mayor comprensión de sus procedimientos, con el objeto de planificar la participación en la cualificación del espacio.
Uno de sus propósitos garantizarles el acceso a las mayorías de las personas, tales y como están conformadas, es por esto que cada edificación debe suplir las necesidades diversas de cada individuo que se movilice en los espacios tanto públicos como privados.
El concepto de urbanismo y de la garantía que debe proveerles fácil movilidad a todas las personas, pero, existe un sector de la población que se siente impedida para desarrollar sus actividades cotidianas; las personas en condición de discapacidad, solo por citar un ejemplo. La Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud, CIF, desarrollada por la Organización Mundial de la Salud, OMS, define la discapacidad, desde el punto de vista relacional, como el resultado de interacciones complejas entre las limitaciones funcionales (físicas, intelectuales o mentales) de la persona y del ambiente social y físico que representan las circunstancias en las que vive esa persona.
La CIF incluye deficiencias, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación. Denotando los aspectos negativos de la interacción entre un individuo (con una condición de salud) y la de los factores contextuales individuales (factores ambientales y personales).
LA LEY URBANA Y LA DISCAPACIDAD
Gilda Marina Toro, directora de la Facultad de Ciencias del Hábitat, de los programas de arquitectura y urbanismo, y, además, directora del laboratorio para la inclusión de la Universidad de La Salle, Inclusalle, comentó a OPINIÓN CARIBE, que en Colombia rige la Ley 361 de 1997, donde se establecen normas para el acceso de personas con movilidad reducida temporal o permanente, en ese sentido, los espacios públicos deben estar acondicionados para todo tipo de público, así estas infraestructuras deben contar con rampas, sin obstáculos y con información visual y táctil.
Esta Ley fue fundamentada en los artículos 13, 47, 54 y 68 de la Constitución Nacional, donde se tiene en consideración la dignidad que le es propia a la persona con limitaciones en sus derechos fundamentales, económicos, sociales y culturales para su completa realización personal y su total integración social y a las personas con limitaciones severas y profundas, la asistencia y protección necesarias y eliminación de barreras.
Dicha Ley, según Gilda Marina, “garantiza la disminución de barreras para que las personas con limitaciones puedan movilizarse desde su lugar de residencia hasta los lugares a donde necesite llegar”. Esto significa, que cualquier persona debe tener la facilidad de ir al médico autónomamente, ir al trabajo, al museo, a estudiar e incluso, a recrearse y a practicar el turismo.
El CENTRO HISTÓRICO
Santa Marta, como Distrito Turístico, Cultural e Histórico es un lugar que por conservar parte de su antigüedad y poseer lugares naturales de gran belleza, se ha convertido en atractivo turístico en la zona norte de Colombia, para los propios y extraños. Pero a pesar de esto, la ciudad no es agradable ni de fácil movilidad para las personas en condición de discapacidad, sus calles estrechas y su espacio público, en general, no tienen las reglamentaciones dadas por la Ley.
Según Jorge Luís Tamayo Callejas, curador primero del distrito de Santa Marta, en cuanto al centro histórico, “se tienen estipuladas tres fases de intervención, de las cuales solo se ha ejecutado la primera”, por consiguiente, las obras realizadas hasta el momento en las diferentes plazas de este centro, tienen el acceso para personas en condición de discapacidad.
Cabe señalar, que en el plan especial de protección del complejo histórico, se especifican los lugares que pertenecen a este lugar “el perímetro del Centro Histórico comprende el espacio público que conforma y define la Avenida del Ferrocarril desde el cruce de esta con la Avenida del Fundador hasta el cruce de su prolongación con la Avenida Santa Rita. La Avenida Santa Rita desde el cruce con la Avenida del Ferrocarril hasta la Avenida del Fundador incluyendo los predios frente a esta, situados en el costado sur entre la playa y la carrera 5ª, la Avenida del fundador ‘Rodrigo de Bastidas’, incluyendo el Camellón ‘Rodrigo de Bastidas’ y la playa, desde el cruce con la Avenida Santa Rita hasta el cruce con la Avenida del Ferrocarril”.
El Curador aclara, que: “hay una gran parte que no ha sido intervenida, porque aún faltan las otras dos fases, pero se espera que al terminarlas se permita la movilidad para estas personas”, que se está hablando solo del espacio público de plazas, porque para el funcionario entrevistado, el complejo histórico por reglamentación, no se puede intervenir en su totalidad.
Una de las razones que él argumenta, es la antigüedad del trazado de este lugar, “se puede decir, que el casco urbano tiene casi 500 años, la modernidad es la que invade lo que ya había”, por tal razón, este patrimonio debe ser conservado en su mayoría. Por tal razón, es notable que los andenes en este sector no sobrepasan los tres metros de ancho, impidiendo transitar con facilidad, incluso a las personas de a pie.
Con respecto a este tema, la docente de la Universidad de La Salle, afirmó, que existen ciudades que igualmente tienen centros históricos como en Santa Marta, pero que se han preparado y adecuado las edificaciones de estos sectores para que sean más incluyentes, como por ejemplo, “en países tales como Chile y Argentina, en los museos e iglesias, se pueden encontrar dispositivos tanto de comunicación para personas con vulnerabilidad visual o cognitiva, como también para desplazamiento físico en todas las limitaciones”.
En este sentido, Santa Marta todavía no cuenta con señalizaciones en alto relieve y de sonido para personas con limitación visual. Uno de estos dispositivos es el de los semáforos sonoros, que transmiten una serie de señales para que los invidentes sepan cuándo cruzar las calles, pero que Santa Marta hasta el momento no los tiene, a diferencia del resto de ciudades del país.
“En cuanto al acceso al transporte, en España, una persona puede cambiar de sistema fácilmente, de tren a metro e incluso a yate, gracias a las condiciones urbanísticas construidas para que cualquier persona movilice fácilmente”, explicó Gilda Marina Toro.
En Santa Marta la realidad es otra, es común ver a las personas en silla de ruedas o con muletas, luchar diariamente para poder montarse a un vehículo de transporte público, confiando en la generosidad de los conductores al tener paciencia y esperar a que puedan subir y acomodarse, pero también de las personas que desean ayudarlos.
Un ejemplo local, es el caso de Medellín y su medio de transporte masivo el ‘Metro’. Al respecto, Piedad Patricia Restrepo, coordinadora de ‘Medellín, Cómo vamos’, en contacto con OPINIÓN CARIBE, facilitó un material de su archivo donde se estipulan las políticas implementadas por el Sistema Integrado de Transporte en el Valle de Aburrá, Sitva, para las personas con limitaciones. El documento señala, que “en un sistema de transporte integrado ideal es fundamental, entre otros, la accesibilidad para todos, es decir, un sistema que permita la inclusión, por ejemplo, para personas en situación de discapacidad”.
Este sistema tiene accesibilidad para personas con movilidad reducida, al menos en los componentes operados directamente por el ‘Metro’. Los vehículos deben tener una plataforma que garantice el acceso de personas en sillas de ruedas. Según la empresa de transporte, la accesibilidad de las personas con movilidad reducida es la que se tiene más adelantada, ya que cuentan o bien con ascensores o con plataformas para el acceso; mientras que los buses del sistema cuentan con los equipos mecánicos para el acceso de personas en sillas de ruedas, incluyendo un espacio para su ubicación dentro del bus. Sin embargo, hay otras discapacidades, distintas de las motrices, en las que el sistema todavía tiene retos. Este es el caso de las discapacidades auditivas y visuales, principalmente.
¿Y LOS TURISTAS DISCAPACITADOS QUÉ?
Solo para diciembre de 2016, a Santa Marta arribaron un promedio de 12 mil turistas, según reportes de las autoridades distritales y de los gremios del sector. Pero, ¿pueden los turistas discapacitados movilizarse fácilmente por la ‘Perla del Caribe’?
Desafortunadamente, el acceso a la centena de playas en Santa Marta y sus alrededores, es nula. En Europa, en toda la costa del Mediterráneo, existen rampas de acceso, sin embargo, acá no se ha avanzado. En cuanto al sector hotelero, se pueden contar con los dedos de las manos los hoteles que tienen una política de atención a discapacitados, que, desde la entrada a estos lugares hasta las habitaciones, con sus respectivos baños y salas de estar, puedan ser confortables para los turistas con estas condiciones. La intención de las leyes de inclusión en nuestro país está direccionada a que toda persona pueda movilizarse sola o acompañada por cualquier zona de la ciudad, y aunque en algunos lugares el ordenamiento no lo permite, si es necesario trabajar más de la mano de la Alcaldía Distrital, la Gobernación, los entes que tengan que ver con esta falencia social.
Dato Curioso
En cuanto a otras ciudades del mundo, el metro cuadrado por habitante, es mayor que en Colombia, por ejemplo, en Miami, el promedio de espacio público es de 34 m² por habitante, en Buenos Aires de 22 m², Tokio 12 m², Barcelona 7 m².
You must be logged in to post a comment Login