Ciénaga
Territorio Ramsar a punto de desaparecer

“La Ciénaga Grande se nos está muriendo”, esta frase del ministro de Ambiente Luís Gilberto Murillo, deja mucho que pensar al Magdalena que conoce del impacto sobre los ecosistemas y hasta el momento no encuentra la solución para que la Ciénaga Grande no pierda su categoría como tal y esté protegido, aunque el Ministerio de Ambiente cree que no se va a perder, aunque las acciones todavía no se ven.
La Ciénaga Grande de Santa Marta, uno de los ecosistemas más grandes e importantes del país, se constituyó desde 1977 como Santuario de Flora y Fauna, y en 1998 fue declarado como humedal Ramsar con importancia internacional. Dichas categorías señalan, que en la Ciénaga solo son permitidas actividades de conservación, recuperación, investigación y educación, sin embargo, actualmente la situación de la Ciénaga se asemeja más a un cementerio ecológico.
En tiempos de sequía y mortandad de peces en la Ciénaga Grande de Santa Marta, empresas petroleras piden licencia ambiental para explorar en el Magdalena y el Mar Caribe, a pesar de pertenecer a la lista internacional de humedales amenazados.
Ecopetrol, Cepcolsa, Emerald, Ramshorn, Petrolífera, Pacific Stratus, Thorneloe, Columbus Energy y Nexen figuran en la lista y su dinámica en materia ambiental comienza a dar señales de que más de 100 nuevos pozos exploratorios están en plena operación desde el año pasado, tal y como lo ha pronosticado la Cámara Colombiana de Servicios Petroleros (Campetrol).
La Convención de Ramsar es una convocatoria de las partes contratantes para establecer nuevas obligaciones, por lo que el deber de los Estados contratantes no sólo es con la Convención misma, sino también el acatamiento de las recomendaciones y resoluciones proferidas en las Conferencias de las Partes Contratantes. Por lo anterior y teniendo en cuenta lo expuesto en líneas anteriores, se debe manifestar, entonces, que Colombia ha incumplido las obligadas derivadas del concepto de ‘Uso Racional’ de los recursos naturales y del agua.
Partiendo de la definición más actualizada, el ‘Uso Racional’ de los humedales es el mantenimiento de las características ecológicas, logrado mediante la implementación de enfoques por ecosistemas, dentro del contexto del desarrollo sostenible.
A partir de este concepto, se exige la conservación de los humedales en condiciones mínimas para emplear un desarrollo sostenible, de tal forma que aquellos humedales destinados para llevar acabo ciertas actividades de desarrollo puedan seguir prestando sus servicios ecológicos y sociales a largo plazo.
En ese orden de ideas los interrogantes del Grupo de Litigio de Interés Público de la Universidad del Norte son, ¿Cómo garantizar el mantenimiento de las características ecológicas de un ecosistema, en el contexto del desarrollo sostenible, cuando no se cuenta con la suficiencia administrativa y financiera para la gestión y recuperación de dicho ecosistema?
Aunque se asuma por un momento que los informes de las autoridades ambientales citados son rigurosos y confiables, se sigue frente a una situación crítica. La Ciénaga Grande de Santa Marta todavía se encuentra casi un 30% por debajo de su cobertura verde, en relación con un estado anterior que data desde hace más de medio siglo (1956, construcción de la vía).
La ineficacia instrumental del Estado colombiano es exagerada, sobre todo, cuando hablamos del restablecimiento del ecosistema más importante de la costa Caribe.
VISITA RAMSAR
A mediados de 2016 se cumplió una visita de la comisión Ramsar, primera que en su género se hizo en Colombia, se dio luego que, en 2014, se presentara esta propuesta a la Secretaría de la Convención, por parte de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente, Aida, la Universidad del Norte y la Universidad de Florida.
Óscar Manrique, director de Bosques y Ecosistemas del Minambiente, ente que funge como autoridad administrativa de Ramsar en Colombia, manifestó, que la misión de asesoramiento miró y se dio cuenta del estado del espejo de agua, para hacer sugerencias.
“Ellos no impusieron cosas, ni estuvieron por encima de nuestros expertos; solo aportaron posibles soluciones al problema, y dieron recomendaciones para que el país tenga un apoyo más en el proceso de recuperación de la Ciénaga Grande, sitiada por incendios forestales, deforestación de grandes extensiones de tierra para la agricultura y la ganadería, pérdida de mangle y construcción ilegal de diques. Asimismo, enfrenta ‘dolores de cabeza’ por los proyectos viales en su entorno, uno de ellos la Vía de la Prosperidad.
La visita de la misión Ramsar coincidió con la mortandad de peces en el complejo Pajarales, en donde más de 10 toneladas de diferentes especies, en su mayoría lisas y mojarras, sucumbieron por falta de oxígeno.
AMENAZADO POR UN DESARROLLO INCONTROLADO
El secretario General de la Convención de Ramsar, Peter Bridgewater, expresó recientemente su preocupación frente al proyecto de construcción de un puerto multipropósito sobre el territorio del municipio de Palermo, Magdalena.
Con los graves impactos que ha sufrido la ciénaga en las últimas décadas con la construcción de la carretera Ciénaga-Barranquilla (la cual produjo la muerte de grandes extensiones de manglar), la extracción incontrolada de agua dulce, la sedimentación, contaminación y sobre-pesca entre otros, la construcción del puerto de Palermo sólo contribuirá a trastocar aún más el régimen hidrológico de la zona.
Es importante resaltar, que parte de la pobreza actual de las poblaciones aledañas al manglar se puede atribuir al deterioro que ha sufrido la ciénaga, pues es notoria la reducción de los recursos pesqueros, fuente de subsistencia de gran parte de las comunidades locales.
Con el objetivo de encontrar una salida favorable a este problema, el Secretario General de la Convención de Ramsar instó al Gobierno colombiano a vigilar el cumplimiento de la normativa ambiental nacional e internacional y a respaldar la posición manifestada por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, el cual expresó un concepto negativo sobre el proyecto, ofreciendo toda la colaboración y la ayuda técnica de la Secretaría de la Convención para considerar alternativas a este proyecto que se sitúen en el marco del principio de uso racional promovido por la Convención.
PARA TENER EN CUENTA
La Ciénaga Grande de Santa Marta, además de ser un humedal de importancia internacional por estar comprendida dentro del Sistema Delta Estuarino del Río Magdalena, la Ciénaga Grande de Santa Marta, cuenta con otras declaratorias que reafirman su trascendencia e importancia ecológica. Así tenemos las siguientes: Santuario de Fauna y Flora de la Ciénaga Grande de Santa Marta, 1977; Zona de Reserva Exclusiva: Ciénaga Grande de Santa Marta y el complejo, 1978; Declaratoria de la Unesco como Reserva de la Biosfera: “Ciénaga Grande de Santa Marta”, 2000.

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