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Análisis

Magdalena, protagonista del Big Day 2017

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Por primera vez, el departamento del Magdalena se unió a la actividad de conteo mundial de aves organizada por la Universidad de Cornell, denominada Global Big Day. Sin duda, la experiencia fue enriquecedora para todos los participantes, quienes ratificaron la diversidad de especies que existe en esta región del país.

Ornitólogos apasionados por esta actividad organizaron ocho zonas en Santa Marta con el fin de captar la mayor cantidad de aves y registrarlas estadísticamente. En la ruta Taganga-Bahía Concha, participaron 13 personas, bajo la coordinación de Francisco Troncoso; desde la del Tayrona salieron cuatro, lideradas por Jauren Enrique; de Salamanca, 19, guiadas por Walberto Naranjo.

Así mismo, cinco personas acompañaron el recorrido liderado por Carlos Angulo en el Santuario de Flora y Fauna Ciénaga Grande de Santa Marta; 12 personas estuvieron con Wilson Álvarez en Don Diego; cinco en Minca, con Cristian Sierra; diez en San Lorenzo, en la ruta coordinada por Gabriel Utria; y dos, en La Tagua, guiadas por Cristóbal Navarro.

Hasta el cierre de esta edición, entre las ciudades de Colombia, el Magdalena se ubicaba en el puesto número 11, con 338 especies. Los tres primeros lugares los lidera Antioquia, con 620; Valle del Cauca, con 570; y Risaralda, con 496.

BOSQUES SECOS

Una de las rutas atractivas fue Taganga – Bahía Concha, liderada por el ornitólogo Francisco Troncoso. A las 5:30 de la mañana se reunieron 13 personas, quienes recorrieron 15 kilómetros desde el malecón, pasando por la cancha de fútbol y seguir el recorrido hasta llegar a Bahía Concha.

Docentes, propietarios de agencias de viajes, estudiantes de comercio exterior, biología y hotelería y turismo, baquianos, fueron algunos de los que participaron en esta actividad.

“Hasta las 3:00 de la tarde observamos alrededor de 402 individuos de 46 especies diferentes. Entre ellos podemos destacar al Rey guajiro que está por fuera de su rango de distribución. Nos hace pensar que es posible que alguien lo tuviese enjaulado y se le escapó o quizás fue una aparición fortuita porque unos vientos lo llevaron hasta allá.

También nos sorprendió que muchas de las especies observadas estaban en periodo reproductivo, los toches haciendo nudos, los papayeros, las palomas, trepatroncos, los carpinteros, entre otras. Esto es interesante porque es época de lluvia y eso significa que hay alta productividad en el bosque”, manifestó Francisco Troncoso.

Pese a que es una zona de bosques secos, hay quienes piensan que es apta para los animales, sin embargo, hay especies que se adaptan muy bien a ese tipo de ecosistemas.

SE CUMPLIERON LAS EXPECTATIVAS

Jorge Moreno participó en el recorrido por Tayronaka y otros senderos que conducían hasta las bananeras. Así mismo, estuvieron presentes en Quebrada Valencia. “Encontramos una cantidad superior de especies a las que teníamos proyectadas. Nosotros teníamos una meta de 90 y encontramos 108, es decir, que, en cada sub-ruta, sobrepasamos las expectativas”.

Dos biólogos, una ecóloga, además de otras personas participaron en esta actividad realizada el sábado 13 de mayo. Entre las aves observadas se pueden mencionar varias especies de colibríes, gaviotas, águila sabanera, aves rapaces y garzas.

PARTICIPA EL QUE QUIERA

El Big Day fue el día en que el mundo se unió para salir a observar las aves. “Lo más curioso es que nosotros salimos a ver aves desde muy temprano y la gente nos miraba raro. La gente del común participa y con el poco conocimiento que tiene describe cualidades de cualquier animal, por tanto, esto se vuelve una actividad que no discrimina a nadie”, sostuvo Francisco Troncoso.

Cabe señalar, que el departamento del Magdalena cuenta con 538 especies de aves, de las cerca de dos mil que hay en el país y que lo hace sumamente atractivo. Su variedad de aves ha contribuido al fortalecimiento del turismo en varios sectores de Santa Marta, sobre todo, porque un considerable número de visitantes extranjeros llega con frecuencia a observar las diferentes especies.

Así mismo, de las 79 especies endémicas del país, 22 pertenecen a la Sierra Nevada de Santa Marta. Las personas que se dedican al avistamiento de aves conocen esa característica especial que tiene el territorio y por ello disfrutan cada espacio en el que pueden deleitarse con estas especies.

OFICINA DE TURISMO SE VINCULÓ

La Gobernación del Magdalena participó en la celebración del Global Big Day, un evento internacional que promueve la práctica de avistamiento de aves.

En esta ocasión, la Oficina de Turismo departamental a cargo de Fidel Vargas, en asocio con el tour operador Birding Santa Marta, organizó salidas de avistamiento en la parte alta de la Sierra Nevada y en el corregimiento de Minca y Taganga, así como en la vía parque Isla Salamanca en la Ciénaga Grande de Santa Marta.

El objetivo de esta actividad es convertir al Departamento en territorio de avistamiento de aves, pues Colombia es uno de los países con mayor número de estas especies en el mundo.

Este evento pretende aportar nuevas cifras a las estadísticas nacionales e internacionales que en materia de especies de aves existen en el mundo. Así mismo, potencializar el turismo de avistamiento de aves dentro de la oferta del Magdalena, impulsando destinos para esta práctica como la Ciénaga Grande de Santa Marta, el parque Isla Salamanca, la Sierra Nevada y Taganga.

UNA TERAPIA RELAJANTE

Un artículo publicado en abc.es hace referencia a un estudio realizado en Reino Unido que demuestra que el simple hecho de observar aves mejora la salud mental. Los investigadores de la Universidad de Exeter en la revista Bioscience, aseguran que ver aves alivia la ansiedad y la depresión. “No se trata de apuntarse a una maratón ornitológica, sino al hecho cotidiano de mirar a los pájaros y su entorno lleno de árboles y arbustos, mientras paseamos por el barrio, vamos de compras o nos desplazamos hacia el trabajo. Incluso los trabajadores de espacios cerrados como las oficinas pueden descargarse del estrés observando aves desde su ventana. Según los científicos, este simple hecho puede mejorar la salud mental de las personas, sobre todo, si no se vive en una zona rural”.

El estudio, que ha involucrado a 270 personas de tres municipios británicos, muestra que los niveles más bajos de depresión, ansiedad y estrés se asociaban con el número de aves que la gente podía ver durante la tarde. Se contabilizaron especies comunes en áreas urbanas como petirrojos, mirlos, herrerillos y córvidos, pero no se encontró una correlación entre las especies en sí y la salud mental. Daba lo mismo la especie observada, lo que mejoraba el bienestar psíquico de la gente era la simple interacción con las aves.

El director del estudio, Daniel Cox, de la Universidad de Exeter, explica, que “este estudio comienza a develar el papel que algunos componentes claves de la naturaleza juegan para nuestro bienestar mental”. Los investigadores también corroboraron que aquellas personas que pasan menos tiempo al aire libre, en comparación con los que salen más al campo, son más propensas a manifestar sentimientos de ansiedad o depresión.

Otros estudios previos han expuesto que el contacto con el medio ambiente estimula los sentidos, amplía las capacidades de observación, razonamiento y análisis y reduce el riesgo de sobrepeso infantil, algunas enfermedades neumónicas y otras patologías de especial incidencia en la niñez como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

Beatriz Sánchez, coordinadora del proyecto Life+ Activa Red Natura 2000 de SEO/BirdLife, explica, que en la organización han puesto en marcha una actividad en la que “llevamos a jóvenes con TDAH a un espacio de la Red Natura 2000 y hacemos talleres relacionados con la escucha del canto de las aves. Hemos comprobado que el contacto con la naturaleza les ha ayudado a relajarse, a concentrarse mejor y a olvidarse por un momento de sus problemas”.

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