Análisis
Puebloviejo: Entre la informalidad y la pobreza
La erosión costera, la mala prestación de los servicios públicos como la energía, el agua y la falta de compromiso por parte de las administraciones afectan la economía, infraestructura y calidad de vida de Puebloviejo.
Una población que vive de la pesca, tanto por el lado de la Ciénaga Grande como del mar Caribe, no cuenta con condiciones óptimas para tener una economía sólida y que le ayude a tener un futuro promisorio.
En Tasajera, corregimiento de Puebloviejo, se encuentra el Mercado de la Ciénaga Grande ‘Julio Ayala Gutiérrez’, a donde los pescadores llegan desde las cuatro de la mañana con el producto para venderlo a minoristas y mayoristas.
Del lado de la Ciénaga Grande de Santa Marta, los pescadores siempre arriban con mojarra, lisa, chivo, barbul y macabí, mientras que por el lado del mar depende de la época del año, por tanto, para esta temporada se ve el jurel, cojinoa, sierra, róbalo, lebranche y si tienen suerte, pargo y coroncoro.
Cabe resaltar, que el 90 % de los habitantes del Municipio se dedican a la pesca y a la venta de este producto, sin embargo, las tiendas y las ventas de frito también hacen parte de las actividades económicas.
PESCADORES SIN AYUDA
Pese a que la actividad económica del Municipio es la pesca, muy poca es la inversión que se hace en este sector para garantizarle a los pescadores herramientas de trabajo.
Enrique Maldonado Lara, conocido como ‘Chico’ Lara, es el representante de una Organización de Pescadores y vicepresidente de la Federación Departamental de Pescadores, le manifestó a OPINIÓN CARIBE que en estos momentos cuentan con cuatro lanchas, tres motores y un equipo de pesca.
Toda esa parafernalia fue aportada hace seis años a través de un proyecto de la Presidencia de la República y el Ministerio de Cultura, para evitar la pesca ilícita, en su momento se conocía como Familia Guardabosques. “Algunas cosas no funcionan bien, porque con el tiempo se han deteriorado por exceso de trabajo en la pesca”.
Asimismo, señaló, que es complicado acceder a un préstamo para comprar motores, equipo de pesca o reparar las lanchas, puesto que el tiempo se les va en papeleos y a la final no reciben respuesta positiva por parte del banco, en este caso, el Banco Agrario.
“Como organización nos hemos visto obligados a tocar la puerta del Banco Agrario, según tengo entendido, es el banco del campesinado en Colombia, y este pide a una cantidad de requisitos, que uno termina agotado porque no se logra llenar todos los documentos que piden. Cuando creemos que estamos a punto de lograrlo, el banco nos dice que no les prestan a organizaciones, sino a independientes”, señaló Maldonado.
Aun cuando la organización tiene como responder por un préstamo, estos no han logrado el aval del banco, y a título personal no lo quiere solicitar, porque quieren el beneficio de toda la organización.
Hoy, la organización cuenta con 22 pescadores, iniciaron con 33 pero algunos han fallecido y otros se han retirado por la edad. Al hacerlo de la organización se les da una ayuda económica para que no salgan con las manos vacías.
PESCA EN PUEBLOVIEJO
Por el lado del mar Caribe con la pesca de arrastre, al cerco o trasmallo, los pescadores obtienen el producto.
Después de sacarlo en la orilla, una parte le corresponde a cada uno para llevarlo a sus hogares; la otra es para venderlos al por mayor.
Uno de los mayoristas es el señor Rodolfo Castro, quien vende el producto en el Municipio, pero cuando es demasiado pescado, lo hace en la pescadería Bastidas en Santa Marta.
En el Mercado de la Ciénaga Grande ‘Julio Ayala Gutiérrez’, las lanchas no necesitan de motor, pero si de un gran esfuerzo de sus tripulantes que duran todo un día pescando para obtener una buena cantidad y ganar un poco más a la hora de vender.
Algunos propietarios de las canoas simplemente esperan a que llegue la ‘embarcación’ con el producto, mientras que otros lideran la actividad. En la parte de adentro del Mercado se encuentran las mesas donde algunos de estos pescadores se encargan de contar y preparar el pescado para la venta.
Uno de ellos es Juan Bautista, quien lleva más de 15 años dedicado a la pesca, le dijo a OPINIÓN CARIBE que se va con su compañero desde el mediodía a pescar y regresan a las cuatro de la mañana. Ahí mismo, aprovechan para vendérselo a las personas que llegan al marcado.
Aseguró, que no es fácil estar todo un día metido en una canoa en la Ciénaga Grande, pero ya están acostumbrados, por lo que se preparan con suministros y accesorios para protegerse del sol.
Este pueblo de pescadores se ayuda entre ellos para salir adelante, puesto que no es mucho lo que ganan con la pesca. Ellos tampoco tienen horario de salida y de llegada, pero lo que sí está claro es que a las seis de la mañana se encuentran todos en el mercado.
Cabe resaltar, que en el Mercado de la Ciénaga Grande ‘Julio Ayala Gutiérrez’ hay 96 mesas que se alquilan por $2.000 pesos diarios a los vendedores de pescado y este se encuentra abierto desde las cuatro de la mañana hasta las tres de la tarde. Lo recolectado va a las arcas del Municipio para el sostenimiento del mismo mercado.
¿PESCADO FRESCO?
A pesar de la problemática que vive el municipio de Puebloviejo con respecto al servicio de la energía, los pescadores garantizan la calidad del producto, pues se aseguran, que, se mantengan refrigerados, ya sea en cavas de icopor con hielo o en los refrigeradores semi-industriales con los que cuentan algunos vendedores.
En entrevista con esta casa periodística, algunos pescadores afirmaron, que, si no logran vender el pescado el mismo día, lo guardan en sus casas y al día siguiente lo llevan al mercado. Por ejemplo, Melquíades Garizábalo lleva 30 años dedicado a la pesca, expresó, “salimos a la una o dos de la mañana y regresamos a las 2:00 p.m. nos llevamos el pescado para la casa y al día siguiente lo traemos para vendérselo a las personas que llegan al mercado”.
No obstante, Yorenis Manuel de la Cruz, otro pescador de esa zona, explica, que dedicarse a esa actividad no es fácil, porque se mantienen en la Ciénaga para conseguir el sustento para sus familias, porque no cuentan con un proceso de refrigeración en neveras.
“Yo guardo los pescados en neveras de icopor y cada tres o cuatro horas le echamos hielo para que se conserve, a veces es complicado por las fallas en el fluido eléctrico, que causan solo pérdidas”.
A pesar de los inconvenientes con la energía en el Municipio y que muchos no cuentan con refrigeradores para conservar la cadena de frío de los pescados, la mayoría de los comerciantes llega a comprar el producto para sus negocios.
Tal es el caso de José Antonio Sierra, quien se traslada cada dos días desde Taganga a Puebloviejo y Tasajera para comprar pescados y venderlos en su restaurante. Compra alrededor de 100 manos de mojarras, lisa, y especies que sean muy económicas para los turistas o familias que llegan a deleitar su paladar.
José Antonio en compañía de Nelson Briceño llevan unos tres meses comprando el pescado en Puebloviejo, supliendo la carencia del pescado en Taganga. “El pescado aquí es de buena calidad y a la gente le ha gustado, el inconveniente a veces es la falta de energía; eso afecta en la cadena de frío al producto y conlleva a que a veces nos toque restringirnos en la cantidad de pescados que queremos adquirir”, expresó Nelson Briceño.
OTRAS NECESIDADES DEL MUNICIPIO
Puebloviejo debido la posición geográfica en que se encuentra, un lado la Ciénaga Grande de Santa Marta y del otro lado el Mar Caribe, pertenece a una zona subnormal, es decir, una zona de alto riesgo.
Un Municipio de aproximadamente 30.000 mil habitantes no cuenta con un sistema de alcantarillado, mal manejo del acueducto y un mal servicio de energía. Todo esto redunda a una mala calidad de vida de los habitantes, quienes aseguran el poco interés y la falta de compromiso por parte de las anteriores y actual administración.
OPINIÓN CARIBE habló con el alcalde de Puebloviejo, Wilfrido Ayala, quien al respecto manifestó, que el Municipio es un pueblo pescador y su economía en un 99 % se basa en la pesca y que es responsabilidad de la administración velar por la calidad de vida de sus pobladores.
Sin embargo, señaló, que reciben unas regalías que no son suficientes para el pueblo, y por ser una zona subnormal son excluidos para proyectos de orden nacional, por ejemplo, los proyectos de viviendas.
“Por ser una zona subnormal también tenemos esas limitaciones, es triste y lamentable que el municipio de Puebloviejo esté viviendo esta situación por encontrarnos ubicados entre la Ciénaga Grande y el mar. De igual manera, hoy el Gobierno tiene toda la intención de sacar un proyecto que es el de la doble calzada, que lo quieren llevar a cabo a como dé lugar y ahí si no importa si es una zona de riesgo o no”, expresó el alcalde Wilfrido Ayala.
Cabe resaltar, que teniendo en cuenta que el Municipio pertenece a una zona subnormal del Departamento, la mayoría de los habitantes no cuentan con papeles de propiedad de sus casas.
En cuanto al tema del acueducto, el alcalde de Puebloviejo aseguró, que desde la administración tomaron la determinación de declarar la caducidad unilateral a la empresa prestadora del servicio, porque no cumplió con el servicio a la comunidad que se ha visto obligada a comprar agua para abastecer sus hogares.
No obstante, lo que más aqueja a la comunidad es el tema del servicio de energía, puesto que este aparte de generar incomodidades altera la actividad económica del pueblo, por tanto, se empezarán a implementar medidas que garanticen la prestación de un buen servicio para que ellos tengan la seguridad de que sus productos gozan de la calidad de frío requerida para ser vendidos.
You must be logged in to post a comment Login