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Análisis

“Sin recursos no hay calidad”

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El rector de la Universidad del Magdalena Pablo Vera Salazar habló con OPINIÓN CARIBE posterior a la movilización en la que las universidades púbicas incluidas la del Departamento manifestaron su inconformismo con respecto a su situación financiera.

De acuerdo con el directivo, las instituciones de educación superior públicas en el país llevan a cuestas un hueco financiero de 434.874 millones de pesos por cuenta de la distribución de los recursos, en la que resultan favorecidos programas como Ser Pilo Paga, que benefician en la mayoría de los casos a universidades privadas por medio del Icetex.

¿Se siente satisfecho con el resultado de la marcha?

Quedamos muy contentos del apoyo masivo que dieron los estudiantes y los profesores, hace muchos años la universidad no se movilizaba bajo una consigna institucional que generara consenso y que no dividiera ni polarizara. Fue muy bonito ver a empleados, administrativos y miles de jóvenes estudiantes que nunca en su vida habían asistido a una movilización. Hubo una generación pasada que dio muchas luchas de la cuales hice parte, para nosotros era habitual salir a marchar, pero estos jóvenes en el colegio ni en ningún espacio habían participado de este tipo de movilizaciones y creo que la respuesta de la comunidad universitaria y de la ciudadanía fue muy positiva, se logró el objetivo que era sensibilizar a toda la opinión pública sobre una situación que es crítica para muchas universidades.

¿Cómo se afecta la universidad del Magdalena con el recorte financiero?

En el caso específico de la Universidad del Magdalena nos afecta de manera clara en cuanto a las metas de calidad que tenemos y en cuanto a la dotación de la infraestructura que se está construyendo y ambas cosas son vitales para poder sostener la acreditación institucional.

No sólo se marchó en Santa Marta, ¿Cuál es el balance local vs el balance nacional?

En ese contexto de las movilizaciones nacionales la nuestra fue muy buena, hemos recibido voces de reconocimiento de todo el país por la asistencia porque fue de las más concurridas de Colombia, pero sobre todo por el buen comportamiento. En otras ciudades hubo desmanes y aquí fue una marcha muy tranquila, fue toda una fiesta democrática se demostró que la universidad se puede movilizar de manera respetuosa, exigir sus derechos y reclamar recursos al gobierno de manera pacífica sin violentar el orden
constitucional.

¿Sintieron el acompañamiento de las autoridades?

Hay que reconocer el apoyo de todas las autoridades, la Policía de tránsito nos acompañó. Lo dije en mi intervención durante la marcha; en otra ciudades la policía entró a confrontar pero en el caso nuestro tenemos casi 50 policías que también son estudiantes Así que esta movilización también era de ellos y eso nos pone contentos, es un buen inicio para tratar de generar mayor conciencia en la base estudiantil, porque en la universidad se creó la sensación de que se tenía muchos recursos y que estaba todo muy bien y eso se genera porque no hubo priorización en el gasto, cuando se gasta en cosas superfluas se tiende a creer que hay mucho dinero.

¿Cuál es el presupuesto de la Universidad?

Somos una institución cuyo presupuesto descansa una cuarta parte de él en las matrículas, es decir, las matrículas son el 25% de nuestro presupuesto. Nuestro presupuesto es más o menos cien mil millones de pesos, de ese monto 53 mil millones son de la nación y el resto son recursos propios generados por la Universidad con ventas de servicios, de consultoría y matrículas. Podríamos decir que la universidad es semi privatizada en el sentido de que su inversión descansa en el valor de las matrículas por lo que un recorte de la naturaleza de lo que está planteando el gobierno que en el caso nuestro significa dejar de recibir 8000 millones de pesos de inversión del antiguo Cree.

¿Qué opina del programa Ser Pilo Paga?

Tenemos 23 jóvenes de los cuales cinco son de Santa Marta, tres de los municipios del Magdalena y el resto de diferentes regiones del país. Este programa es inequitativo con las regiones que tienen menor calidad educativa; es decir, que el puntaje mínimo, para acceder al programa, está muy por encima de lo que un departamento como el Magdalena puede obtener en Pruebas Saber 11; entonces lo que pasa es Los pilos nuestros a lo mejor no son tan pilos como los de las otras regiones, pero es lo que tenemos.

¿Cuál es su respuesta a esto?

Por eso nosotros creamos nuestro propio programa y dijimos vamos a traer a los dos mejores bachilleres de las instituciones educativas de los municipios no certificados, no importa cuánto haya sacado pero es lo mejor que ha producido la institución y a esos jóvenes lo vamos a traer becados con cupo directo, con un apoyo de medio salario mínimo, con una bicicleta, acompañamiento, refrigerio o almuerzo es decir la idea es que todos los semestres estemos trayendo estudiantes de los municipios porque Incluso, hay 15 municipios del Magdalena que no han admitido nunca un estudiante de medicina, la idea es que ahorita en esos municipios ya tengan sus primeros médicos en formación para que en cinco años ya tengan médicos. Ninguno de los que vienen de otros departamentos se va a ir a San Zenón o a Tenerife a ejercer como médico allá.

¿Cuál es la molestia especifica con el programa Ser Pilo Paga?

Nosotros no estamos en contra del programa Ser Pilo Paga, pero la semana pasada nos llegó el giro del pago del semestre de los 23 pilos y nos dieron 23 millones es decir un millón por cada uno y resulta que eso es lo que vale un semestre de lo que vale un pilo en una universidad privada en Bogotá, es absurdo que un mismo bien como lo es la educación superior, el mismo profesional en una universidad acreditada este sujeto a esa variabilidad. Nosotros tenemos 1 millón de pesos por semestre es decir 2 millones al año por ese muchacho porque eso es lo que se me transfiere en general, pero si ese mismo muchacho atraviesa la carretera hacia Barranquilla y se va para la Universidad del Norte el gobierno va a pagar 28 o 30 millones.

¿Cómo debe distribuirse ese presupuesto?

Las universidades públicas con esos recursos hubiesen podido crear más cupos para poder financiar a mas muchachos, nosotros tenemos una política de inclusión muy fuerte para las personas en condición de discapacidad y este programa no incluye este tipo de poblaciones por qué supuestamente ese programa es para lo mejor de lo mejor y resulta que el gran problema de la educación en Colombia es que la mayoría de personas no tienen acceso a una educación de calidad, entonces no es un tema de seleccionar a los mejores sino brindar oportunidades para todos y eso es lo que hace la educación pública.

Nosotros hemos propuesto que debería haber una transferencia media o un costo básico por carrera y el gobierno debe decirle usted escoja una universidad pública o privada yo voy a pagar al año no más de tanto.

Pero a esta no se le reconoce el valor que una privada. Hay una niña de Ciénaga muy emocionada por su matrícula en negocios internaciones 780 mil pesos porque eso es lo que le reconoce el programa y ella misma dice que si se hubiese ido para otra universidad, entonces el Gobierno pagaba 20 o 30 millones de pesos.

¿Eso significa que Ser Pilo Paga no es una beca ni un regalo?

Eso es lo más grave que hoy ya se está planeando, es que eso no es una beca sino un crédito y con los niveles de deserción es muy probable que el 40% de esos jóvenes no termine, entonces quedan con una gran deuda para sus familias porque si usted no termina no tiene posibilidad de condonarlo, cosa distinta del subsidio directo que va a través de la financiación de las universidades públicas.

¿Hay planes de reducir el costo de las matrículas?

Yo tengo el reto de bajar las matrículas de la universidad Magdalena por qué son altas y hay gente que no tiene la posibilidad de pagarla, pero con esos recortes que está haciendo el Gobierno no hay forma, existe la preocupación de que toque subirlas, pero eso no lo voy a hacer por qué no hay como, hay gente que no tiene, pero lo que no podemos aceptar es que el gobierno en vez de generar recursos adicionales quite lo poquito qué hay para financiar un programa que en realidad es una buena iniciativa pero que está mal diseñada e implementada por que la educación es un bien público independientemente que la oferte un privado o cualquier entidad del Estado y por lo tanto eso no puede estar sujeto a lo que quieran cobrar las universidades.

Debería haber un costo básico de educación superior, así como existe la canasta básica educativa en primaria y secundaria, es decir, el Gobierno Nacional le gira lo mismo para un estudiante aquí, en Amazonas o en Bogotá y eso cubre los costos básicos.

¿Cómo piensan enfrentar este conflicto?

Nosotros estamos haciendo un estudio de costos para llevar una propuesta en ese sentido y decir cuánto vale formar un médico en un programa acreditado o en uno con registro calificado; cuánto cuesta formar un ingeniero industrial o un licenciado, y con base en ese costo se calcula la transferencia que el Gobierno debe hacerle a las universidades con base en los programas que oferte. Ahora bien, no todo lo puede financiar el Estado, obvio, por eso tiene que existir algún aporte mínimo en matricula, pero no puede ser que la cuarta parte del presupuesto de la universidad, como es el caso de la universidad del Magdalena, sean las matriculas.

¿La educación superior pública está en peligro?

Por supuesto, hay universidades que ya este año van a tener problemas para cerrar el año y poder pagar primas de navidad, tienen problemas de salarios retrasados, de reconocimiento de puntos a los docentes, de retroactivos, hay universidades que hicieron vigencias futuras para construir infraestructura y hoy no tienen como continuarlas; nosotros tenemos como terminarlas, pero nos quedaremos con el elefante blanco sin dotar, porque los recursos del Cree nos servirían para la dotación pero hay otras que ni siquiera van a quedar con el elefante completo, sino con una pata del elefante, entonces la verdad es que es lamentable que las universidades estén pensando que peligra su supervivencia y ahora más aún; en realidad, todos estamos embarcados en temas de calidad porque nosotros necesitamos vincular 75 profesores más para llegar a 300 que es un número que está muy lejos del ideal porque necesitamos por lo menos 700 profesores de planta y a mi vincular esos 75 docentes me representa 8.200 millones de pesos adicionales y no los tengo.

Yo les decía a los docentes que están ahora ¿cómo haríamos?, nos tocaría vincularlos y no pagarles prima de navidad, prima de servicio, ni cesantías, entonces pasamos a 300 pasando necesidades todos, o mantenemos la planta de 225 porque no tenemos como hacerlo. Ese desafío, de esas magnitudes debe enfrentar la Universidad del Magdalena, ahora imagínense la Universidad Nacional que tiene un deterioro sostenido de su infraestructura desde hace mucho tiempo; las inversiones en el laboratorio que son necesarias hacerlas; es decir, cada vez que uno obtiene un reconocimiento de calidad y acredite un programa, entonces las exigencias son mayores, tiene que tener más profesores de planta, más laboratorios, salidas de campo, más investigación, etcétera.