Análisis
Cabañas de Buritaca: modelo de turismo

La meta es que a mediano plazo el modelo de turismo implementado en las Cabañas de Buritaca sea una marca registrada y ejemplo en la región Caribe.
Dánisa Varela Mendoza
Las autoridades distritales hacen un enorme esfuerzo para fortalecer el sector turístico en Santa Marta. A la tarea se suman los diferentes gremios vinculados con este renglón económico, así como la comunidad, quienes obtienen múltiples beneficios con el desarrollo de esta actividad.
Este año se han aplicado varias estrategias que han arrojado resultados positivos. La meta es que los turistas que elijan a la Capital del Magdalena como destino para descansar, se sientan satisfechos y sean multiplicadores de su experiencia en aras de seguir posicionando a la ciudad.
En este proceso de consolidación del turismo se debe mencionar a los integrantes de la Junta de Acción Comunal de las Cabañas de Buritaca, quienes con esfuerzo propio se han convertido en una experiencia exitosa.
Unidos como una gran familia trabajan a diario los habitantes de las Cabañas de Buritaca y se han organizado con el objeto de convertirse en ejemplo de turismo sostenible no solo en Santa Marta, sino en toda la región Caribe.
Las Cabañas de Buritaca están ubicadas en el kilómetro 48, vía Riohacha sobre la Troncal del Caribe. Todas las personas que laboran en este lugar son residentes del pueblo y de veredas aledañas, las cuales dependen de la Junta de Acción Comunal.
Este organismo está integrado por el presidente, vicepresidente, tesorero, secretario, fiscal, que son las cabezas visibles. Luego siguen los conciliadores, y los líderes de cada grupo. Desde que se consolidó la junta, la meta fue transformar el balneario y mejorar en todos los aspectos. Con gran satisfacción hoy ven que sus esfuerzos arrojan los resultados esperados.
SU ORGANIZACIÓN
José Libardo Toloza, presidente de la JAC, es el encargado de ayudar a la organización de cada grupo y mantener un buen servicio hacia el turismo. “La idea es que las personas que lleguen aquí se lleven una grata sorpresa por ser un sitio agradable, donde hay gente amable y muy tranquilo, porque para nosotros la seguridad es nuestra prioridad”.
El pueblo en sí está dividido en varios grupos: meseros, carperos y lancheros, kayeros, dueños de restaurantes, pequeños comerciantes, vendedores ambulantes, salvavidas, porteros y quienes guían en la zona de parqueo. Cada uno identificado con colores llamativos para que los distingan entre las personas que llegan a este lugar.
Uno de los principales atractivos de esta playa es su organización y su seguridad. “Desde que el turista ingresa se siente completamente seguro, es lo que más nos agradecen” así lo señaló Yulis Mendoza, tesorera de la Junta de Acción Comunal de las Cabañas de Buritaca.
La Junta maneja los turnos para que todos los miembros de la comunidad se beneficien de la visita de los turistas. El vicepresidente de la junta, Jorge Navarro, explicó, que “todos tienen claro cuáles son las funciones en el cargo que le corresponde; por ejemplo, en la potería no se puede ubicar a una persona que no sepa tratar al turista, que no tenga carisma, porque en ese lugar debe estar una persona amable que recibe al visitante. En el parqueadero hemos dispuesto que sea un hombre, porque es un trajín fuerte; de esta forma los ubicamos a todos”.
En caso de que alguien no acate las reglas diseñadas por cada grupo, imponen su respectiva sanción; pero en caso de incumplimiento, se le informa a la Junta de Acción Comunal para que se tomen medidas de acuerdo con el caso.
Entre lo que no se permite se encuentran las ventas ambulantes por parte de personas ajenas al pueblo. “En caso de que se presente nos acercamos muy formalmente y le manifestamos como es la organización y le pedimos que deje de ejercer esa actividad o de lo contrario interviene la Policía”.
LA SEGURIDAD
Hace poco fueron instaladas cámaras de seguridad, las cuales están ubicadas en sitios estratégicos como medida preventiva para evitar hechos delincuenciales que afecten la tranquilidad de los turistas.
El mantenimiento de estos equipos tecnológicos está a cargo de estos grupos que laboran en las cabañas, quienes hacen un aporte económico a las directivas de la JAC. La seguridad es reforzada durante las temporadas altas, por miembros de la Policía de Turismo; el resto del año brindan acompañamiento policías comunitarios, quienes trabajan de la mano con la población.
Algo que caracteriza a todos los habitantes del pueblo es que están pendientes del bienestar del turista. Por ello, constantemente les entregan recomendaciones para evitar que se presenten incidentes.
Una de las reglas que tienen clara es el horario para el disfrute del río y de la playa, el cual está estipulado de 7:00 de la mañana a 5:00 de la tarde. A partir de esta hora, empiezan los encargados a recoger las sillas, los kayak y se suspenden los demás servicios.
También les enfatizan a los bañistas los protocolos de seguridad, por ejemplo, que, si están bajo los efectos del alcohol no ingresen a los balnearios; que estén atentos a los niveles del caudal del río y del nivel del mar, entre otras.
Los más agradecidos son los turistas, sobre todo, aquellos que han sido rescatados por los salvavidas, como Óscar Murillo, quien contó, que “me estaba bañando cuando perdí el control y me empecé a ahogar. Gracias a Dios que estaba el salvavidas”.
Se comunican a través de radios, lo que les permite estar enterados de lo que sucede durante el día en el balneario. Cada decisión que se adopte debe estar aprobada por los integrantes de la JAC.
“Los radios tienen un rango de cobertura de un kilómetro aproximadamente; es decir, del pueblo hasta el Puesto de Salud de Buritaca, lo que permite a los rescatistas mantener informado al personal sobre los movimientos que realizan en caso de un traslado de emergencia”, José Libardo Toloza, presidente de la JAC.
En este aspecto, la comunidad le hizo una solicitud puntual al alcalde de Santa Marta, Rafael Martínez, para que verifique el funcionamiento del puesto de salud, donde no hay un médico permanente y tampoco cuentan con el servicio de ambulancia.
Además, tienen un sistema de alerta temprana y lo hacen a través de un megáfono, donde alertan al personal cuando se presenta algún incidente como pérdida de llaves, de algún niño y demás.
PERSONAL CAPACITADO
Los integrantes de los grupos de lancheros y carperos son los que tiene mayor contacto con los visitantes reciben capacitaciones frecuentes por parte de los profesionales del Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, con el fin de mejorar la atención de los ciudadanos.
Por su parte, los salvavidas, quienes cumplen una labor esencial en el balneario, son capacitados y certificados por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios Santa Marta. “En estos momentos los rescatistas profesionales que tenemos no son calificados por la comunidad, sino por los bomberos, lo que brinda mayor confianza a los miles de personas que llegan a disfrutar de su descanso”, manifestó José Navarro.
PRECIOS REGULADOS
Los restaurantes ubicados a la orilla del río tienen estipulado un listado de precios. Esta tarifa es igual para todos los establecimientos, lo que permite a los turistas escoger el lugar que les parezca más cómodo para disfrutar de un descanso inolvidable.
Así mismo, les genera confianza teniendo en cuenta que en otros destinos turísticos del país cobran los servicios de acuerdo con el cliente.
La gastronomía de la región Caribe es una de las más apetecidas por los foráneos, es por ello, que la cazuela de mariscos, los pescados fritos y los sancochos se han convertido en uno de sus atractivos.
Los demás servicios que se prestan en este lugar también tienen una tarifa básica. Por ejemplo, cruzar el río para llegar a la zona de playa tiene un valor de dos mil pesos; este precio corresponde a la ida y regreso a la orilla.
Quienes prefieran un poco más de diversión se les ofrece alquiler de kayak a 20 mil pesos durante todo el día. Para aquellos que busquen un plan más tranquilo les tienen un paseo ecológico por el río para que puedan observar diferentes especies por seis mil pesos. Los que deseen disfrutar de la playa, les ofrecen el alquiler de carpas con sillas para cuatro personas por 20 mil pesos.
POCOS EXTRANJEROS
Pese a ser uno de los sitios turísticos de mayor afluencia en la Capital del Magdalena, curiosamente la economía del pueblo no depende de la presencia de extranjeros.
“El turismo extranjero no es para nosotros, porque ellos están hospedados en ciertas playas donde les cobran por una noche entre 400 y 450 mil pesos; un almuerzo, 30 mil pesos; un desayuno por 20 mil. Ellos vienen acá a caminar, a tomarse una foto e irse de una vez”, manifestaron los vendedores.
SIN PELIGRO POR PRESENCIA DE CAIMANES
Los comentarios malintencionados de algunas personas sobre la presencia de caimanes en este lugar, ha disminuido la visita de turistas en distintas épocas del año. Sin embargo, los miembros de la JAC aseguran, que “nunca se ha presentado un incidente con un caimán en este lugar, sobre todo, porque este es un lugar al cual asisten muchas personas y su instinto los aleja de aquí”.
Sostienen, que se producen alertas sobre la presencia de estos animales en zonas aledañas, en los afluentes que hacen parte de una reserva natural.
RESPONSABILIDAD SOCIAL
La responsabilidad social que tiene la Junta de Acción Comunal con la comunidad también es prioridad para sus integrantes. Entre las actividades que han desarrollado en beneficio de la comunidad se encuentran la adecuación de la cancha de fútbol, entrega de dotación de uniformes para los niños, entre otras.
En diciembre del año pasado, la JAC gestionó la entrega de regalos de Navidad para 700 niños de dos veredas aledañas, incluso, un grupo de los beneficiados eran indígenas. “Nunca se había visto eso en este lugar, traer unos niños indígenas para que disfrutaran de almuerzos, animaciones, juegos y un detalle que los dejó felices”.
El propósito para este año es gestionar dos mil regalos para entregarlos a los niños que residen sobre la Troncal del Caribe y así alegrar a esta población.
EJEMPLO EN LA TRONCAL DEL CARIBE
Han sido tan exitosas las estrategias implementadas por la JAC de las Cabañas de Buritaca, que prestadores de servicios turísticos de zonas aledañas les piden recomendaciones para aplicarlas en otros lugares.
“Nos hemos convertido en un ejemplo para la Troncal del Caribe, porque de zonas como Don Diego, que es un sitio visitado por turistas, nos han invitado para brindar asesorías con el fin de solucionar sus conflictos internos y empezar a organizarlos por grupos”, Yulis Mendoza, tesorera de la Junta de Acción Comunal de las Cabañas de Buritaca.
La meta es que, en cinco años, el modelo de organización de este atractivo turístico sea una marca registrada y que sea la primera opción de cualquier persona que desee pasar un día inolvidable.
Es por esto, que “Les extendemos la invitación a los lectores de OPINIÓN CARIBE para que conozcan las Cabañas de Buritaca, un sitio acogedor, donde pueden disfrutar del río, del mar, de aguas cristalinas y un buen servicio”.
- Pese a que el trayecto en lancha es corto, los turistas deben cumplir con los protocolos de seguridad, como el uso de chalecos para evitar incidentes.
- La gastronomía más apetecida de la región Caribe se ofrece en los restaurantes ubicados a la orilla del río Buritaca.
- Con frecuencia llegan a las Cabañas de Buritaca buses de servicio turístico procedentes de diferentes regiones del país.
- Los integrantes de los diferentes gremios, debidamente uniformados, orientan a los turistas.

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