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Ciudad Equidad “Ta’ Chévere”

«Ciudad Equidad Ta’ Chévere», es una campaña de los jóvenes de este sector de Santa Marta que integran la Escuela de Comunicaciones de la Fundación Casa en el Árbol, que pretende mostrar las cosas positivas que suceden en su barrio.
Daniela Pirela Wisman
Paola Ramírez Caballero
Al oriente de Santa Marta se construye un nuevo tejido social, en donde los protagonistas son familias víctimas del conflicto armado, reintegrados a la vida civil y en condiciones de pobreza extrema, quienes decidieron asumir el reto de cimentar una nueva vida en la Urbanización Santa Helena o Ciudad Equidad, un complejo de cuatro mil viviendas ubicadas en la zona de El Yucal, donde cada amanecer les regala nuevas opciones y la esperanza de transformar la imagen negativa que se tiene sobre ellos en procesos positivos y ejemplarizantes para el resto de la ciudadanía.
Aunque la urbanización Ciudad Equidad apenas tiene cuatro años de existencia, es conocida por todos y no precisamente por hechos positivas, sino por delitos que afectan e impactan la seguridad ciudadana y por consiguiente, el imaginario del resto de la población samaria que tiene una percepción errada de lo que sucede en este nuevo barrio de Santa Marta que padece grandes dificultades como la carencia de fuentes de empleo, de ofertas educativas gratuitas, de servicios públicos y de salud.
En el barrio Ciudad Equidad se construyeron cuatro mil viviendas gratuitas para familias beneficiarias en estado de vulnerabilidad como desplazados, pobres extremos, víctimas, excombatientes, Este sector cuenta actualmente con 3.626 viviendas habitadas y cerca de 20 mil habitantes. Las familias residentes corresponden a diversos grupos poblacionales en proceso de adaptación a un entorno comunitario.
El grueso de las familias beneficiario de Ciudad Equidad se enfrenta a escenarios desconocidos, como al pago de servicios e impuestos; áreas comunes y privadas; juntas, asambleas, administración, propiedad horizontal, y reglamentos, que inciden en el ambiente general de adaptación y convivencia. La diversidad social y los distintos contextos de los que provienen añaden tensión a las relaciones entre vecinos por lo que se registra una alta conflictividad social que debilita los vínculos ciudadanos.
El antropólogo y docente de la Universidad del Magdalena Eduardo Forero, señaló, que “antes de haberse entregado las viviendas debió tenerse en cuenta el lugar y la condición de procedencia de cada una de las personas, partiendo de esto, se hubiesen evitado muchas de las problemáticas sociales que hoy atraviesa la gran comunidad de Ciudad Equidad”.
Según los datos, Línea de Base Comunitaria realizada por Anspe, en el año 2015 se afirma, que el 25 % de la población total del barrio, aproximadamente, está entre los 6 y los 18 años de edad.
SUPERPOBLACIÓN
El antropólogo y docente de la Universidad del Magdalena Eduardo Forero, precisó, que la sociedad colombiana no ha aprendido a manejar el problema grave del desplazamiento forzado de las personas. “Aun cuando se está experimentando la paz y se vive una época de tranquilidad, las secuelas de la guerra y del conflicto armado dejaron una problemática tremenda que, para el caso de Ciudad Equidad, se constituye en un escenario donde conviven aproximadamente 17 mil personas en 4 mil viviendas que fueron asignadas como una política del gobierno anterior en términos de viviendas gratuitas a las personas”.
Asimismo, señala, que “una cosa es que las personas reciban una vivienda gratuita y otra es que asumieran que debían asumir el pago de servicios y administración. Hay quienes venían de otros contextos, donde nunca habían vivido en una ciudad, son desplazados del campo, desmovilizados tanto de grupos guerrilleros como de paramilitares, madres cabeza de familia, entre otros”.
Además, Forero explicó, que “es una población de distinta índole y procedencia, desde luego, a pesar de que muchas administraciones han realizado acompañamiento, este nunca ha sido suficiente teniendo en cuenta las características complejas, contradictorias y conflictivas de lo que produce un desplazamiento forzado y la movilización de esa población a un escenario como Ciudad Equidad, uno de los proyectos de vivienda más ambiciosos del anterior gobierno. Pero que fue asignado sin ningún criterio de selección, de ponderación o clasificación, y por esta razón se están sufriendo las consecuencias, las viviendas fueron asignadas sin criterios sociales o antropológicos que pudiesen mitigar el impacto que ese tipo de convivencia produjo en las personas que están adaptándose a ese modelo de vida”.
Superpoblación, así se vive en Ciudad Equidad de acuerdo con Eduardo Forero. “Es exagerado, y de alguna manera implicó una solución para el gobierno. Los niños y los jóvenes son penetrables por el consumo de drogas y la violencia, desafortunadamente sucede y la prevención del consumo es una tarea que debe estar acompañada por las familias, pero aquí encontramos madres cabeza de familia que seguramente deben dejar a sus hijos solos para trabajar, y expuestos a los peligros y al acecho de grupos delincuenciales organizados. En términos de responsabilidad del Estado es necesario atender a la infancia y a la adolescencia, debe trabajarse con la población mayor para que velen por la seguridad de los menores”.
El proceso del cambio de llegar de otros barrios, dejando costumbres, y encontrarse con personas desconocidas ha sido grave. “Desde mi experiencia he trabajado con personas de Gaira, Pastrana, 11 de Noviembre, y algunos me dicen que hay vandalismo y choque social por las diferentes costumbres que tienen. Esto se presenta porque no hay educación, no les enseñaron que debían pagar luz, administración para que sus calles estén limpias. Entonces ha sido duro para ellos, y tengo conocimiento de que hay deudas de los usuarios de luz, agua, pero poco a poco se han ido conciencindo”, afirmó Ilka De La Hoz Barrios, psicóloga de la Fundación Casa en el Árbol.
La profesional agregó, que “en cuanto al nivel social vienen personas de diferentes lugares, con diferentes tipos de educación y personalidades, se observa mucho el tema de las costumbres en cuanto al fútbol. Al inicio fue una situación difícil porque están los de la Garra Samaria Norte y Sur, y poco a poco han trabajado con ellos y ha mermado la problemática”.
UNA HISTORIA EN CONSTRUCCIÓN

El trabajo informal es el pan de cada día en Ciudad Equidad, donde la mayoría de su población no tiene acceso a la oferta laboral por su bajo nivel de escolaridad, dedicándose al rebusque.
“Ciudad Equidad es una variedad de poblaciones y eso la hace compleja e interesante, en esta hay desplazados, victimas, personas en proceso de reintegración, excombatientes que hacen parte de nuestros procesos; personas que están reubicadas porque sufrieron una afectación por desastres naturales. Es decir, hay una diversidad social alta, además, hay una población juvenil importante, cerca del 25 por ciento puede estar en edades entre 6 y 25 años”, indica José Nicolás Will, coordinador de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización en la territorial Magdalena y La Guajira.
Es decir, que hay una presencia importante de población adolescente y juvenil con el que tiene mucho sentido hacer trabajos de prevención, de formular cuál es el barrio que se quiere, de acuerdo con el Coordinador de la ARN, “quienes hemos vivido en la ciudad podemos identificar perfectamente los procesos de ciertos barrios y conocer una historia, pero este, apenas está construyendo su historia común, porque cada quien trae su historia desde donde vivía, los que vienen de los cerros, del área rural, el que estuvo en la ciudad en cierta zona, pero estaba desplazado; pero como comunidad, Ciudad Equidad empieza su proceso histórico, tiene solo cuatro años, relativamente nada, es una historia corta”.
Cuando llega esta diversidad de personas, con intereses diferentes y que sus historias son muy complejas incrementa la prevención de la gente y si eso se multiplica por la cantidad, se obtiene una comunidad prevenida, desconfiada y distante de los asuntos comunitarios. “Ellos están en ese proceso de resolver primero lo de ellos y eso no hace fácil la construcción colectiva de la historia. Este tipo de cosas se reflejan en la conflictividad social que vive el barrio, y sobre todo en que la gente quiere vivir en su mundo y estar aislados. El mismo diseño de las manzanas, porque estas son cerradas, y es algo propio de los nuevos barrios, en especial, por la variedad de personas”, puntualizó José Nicolás Will.

Las mujeres y los niños son atendidos en Ciudad Equidad por el Bienestar
Familiar, quienes a través de charlas fortalecen la parte psicosocial.
En una medición de la Fundación Casa en el Árbol, de los adultos encuestados, el 83 por ciento decía que no se debía confiar en Ciudad Equidad, de acuerdo con el coordinador de la ARN, José Nicolás, “8 de cada 10 personas te dicen que pueden confiar en él, pero que se debe tener mucho cuidado con la gente de Ciudad Equidad, ese es el reflejo de la desconfianza. Esto incide en la conflictividad, en la violencia, y, sobre todo, porque vienen a cumplir con un papel en lo urbano el cual no estaban desempeñando; entraron a ser parte de una propiedad horizontal, los límites, los derechos del otro. Hay personas que venían de invasiones, donde las personas creen que las cosas son de nadie, por tanto, se debe enseñar que lo público es de todos”.
Ciudad Equidad es un barrio más grande que un municipio del Magdalena, hay un enorme potencial de personas que pueden salir adelante. De acuerdo con lo señalado, José Nicolás Will parte del proceso que se ha hecho con Ciudadanitos es contar la historia, hacer minería en las manzanas y buscar personajes para lograr que salgan a flote. “Hay una comunidad que está formándose y ese proceso es doloroso, pero que tienen potencial, hay historias valiosas que se deben contar y se seguirán contando. Es un barrio con mucha población, pero con personas que quieren salir adelante, que tienen un reto grande frente a la estigmatización”.
Asimismo, que los medios han apoyado la estigmatización, muestran el microtráfico, los hurtos, pero no es interesante contar que hay un niño inventor, que las personas aprenden, es decir, mostrar la otra cara, una más valiosa. “Considero que Ciudad Equidad por su tamaño y su complejidad requeriría un sistema institucional distinto, sería ideal tener una gerencia, aun cuando hay una mesa territorial que hace seguimiento al proyecto, este, es un espacio de articulación y encuentro, pero hay partes del territorio que se pueden organizar de otras formas.

Eduardo Forero, antropólogo y
docente de la Universidad del
Magdalena.
Así como Santa Marta ha hecho un cambio a localidades y alcaldes locales poco a poco, por dentro de las localidades puede haber sitios como Ciudad Equidad que ameritan una gerencia de ese espacio, especialmente para que la oferta institucional se articule y se complemente. Es un dolor de cabeza para las instituciones entrar, pero no siempre responden a las necesidades y expectativas de la gente, es al revés las personas responden a las necesidades de las instituciones”, señaló el Coordinador de ARN Magdalena y La Guajira.
En las encuestas realizadas por Casa en el Árbol, el 54 por ciento de las personas adultas manifestó, que la imagen de Ciudad Equidad que tenían las demás personas de Santa Marta era negativa, “ellos saben que tienen el gran reto de eliminar los estigmas de su barrio, hay líderes comprometidos, y están los jóvenes en este proceso”.
EL DESEMPLEO Y LA INFORMALIDAD

José Nicolás Will, coordinador de la ARN.
Según el estudio realizado por la DPS-PNUD el capital humano de Ciudad Equidad es insuficiente para promover y generar ingresos suficientes y sostenibles en el tiempo. Además, carecen de fuentes de información y de redes de canalización que faciliten su vinculación laboral formal, por tanto, deben acudir a la informalidad como medio de sostenimiento.
La población de Ciudad Equidad está ubicada en el estrato más bajo de Santa Marta, tiene trabajos, en su mayoría, de economía informal, pero muchas personas están en el ejercicio de generar ingresos, hay una población importante de mujeres trabajando, “el 27 por ciento de los hogares encuestados tiene jefatura femenina, por esto es importante trabajar con ellas, a pesar del esfuerzo de las mujeres por sacar a sus hijos adelante, sus hogares son los más pobres”, precisó José Nicolás Will.
Las actividades económicas desarrolladas por cuenta propia presentan dificultades para acceder a activos fijos, capital de trabajo y servicios financieros y no cuentan con formas asociativas, mini-cadenas o mecanismos de asociación productiva.

Priscila Zúñiga, secretaria de Seguridad y Convivencia de Santa
Marta.
El 51.99 % de los habitantes de Ciudad Equidad son mujeres; mientras que el 48.1 % son hombres; el 48 % de las familias está integrada por los hijos e hijastros; el 24.76 % por el jefe de hogar; el 14.07 % tiene cónyuge.
Este informe reveló que el 38. 92 % no asiste a la escuela ni se capacita, mientras que el 38 % sí acude al colegio. “Los jóvenes asisten a las instituciones educativas, en Ciudad Equidad hay un megacolegio, y aunque la capacidad de este no alcanza para todos, está el barrio El Cisne, y otros colegios en algunos barrios aledaños. Es una población que estudia, hay quienes no, pero la mayoría está en la escuela. Los jóvenes estudian, pero hay adultos que necesitan estudiar y requieren de un modelo que se adecúe a sus actividades. Los adultos pueden aprender, pero con flexibilidad y con el nivel de realidad que exige el contexto de ellos, hay quienes tienen que trabajar, por ejemplo”, manifestó José Nicolás Will.
El 48 % no trabaja ni tiene negocio; el 27 % piensa en poner un negocio; y solo un 20 % tiene un empleo. A esto se le suma que, el 28 % de la población no tiene recurso para instalar un negocio; el 30 % no consigue empleo por falta de oportunidades laborales y quienes tienen negocios, afrontan problemática como ingresos insuficientes (41 %) y ventas irregulares en el tiempo (27 %).

Coronel Gustavo Berdugo,
comandante de la Mesan.
El Coordinador de la ARN señaló, que hay otras carencias de tipo material, y que no son solo de Ciudad de Equidad, son de Santa Marta en general, como es el acceso a ciertos servicios, pero es importante la formación de las personas. “Hicimos una alianza con Levapan y se pudieron formar más de 30 personas durante una semana, y ese tipo de cosas debería pasar con más frecuencia en Ciudad Equidad, es la forma de brindar oportunidades, desarrollar oficios, artes, para que se vuelvan activos de las personas, y ellos pueden emprender. Las capacidades son las que cambian la historia, y fomentarlas en esta comunidad a la que le hace falta situaciones positivas, para seguir avanzando”.
La informalidad que abunda en Ciudad Equidad, donde cada familia busca la forma de sobrevivir ha llevado a que los jóvenes accedan a prácticas indebidas y los adultos se encuentren asfixiados con las deudas en servicios públicos y administración, porque muchas familias han preferido abandonar la oportunidad de mejorar su calidad de vida para volver a sus lugares de origen.
“Hay familias que dicen que prefieren quedarse en sus parcelas, porque no tiene cómo pagar la administración y los servicios públicos. La problemática más grande que tiene Ciudad Equidad es la falta de empleo”, afirma el Departamento Nacional de Prosperidad Social, quien en el interior de esta comunidad trata de respaldar las ideas de negocio con capacitación y la entrega de un incentivo económico para que puedan cumplir con las obligaciones.

Lo jóvenes se integran a través del fútbol, mermando la intolerancia que
anteriormente existía entre una manzana y otra.
No todas las familias de Ciudad Equidad acceden a los 800 cupos que ofrece el Departamento de la Prosperidad Social, porque deben cumplir con ciertas características que muchos no las tienen, porque sus condiciones monetarias y su baja escolaridad. “Vienen de barrios en los que el servicio de energía se cancelaba colectivamente, mientras que ahora es individual. El programa entrega hasta dos millones de pesos para garantizar la estabilidad, se priorizan familias que tengan altas deudas en sus obligaciones”, explicó una fuente técnica del DNP.
Ciudad Equidad necesita una estrategia sostenida en el tiempo de creación de oportunidades para la población que representa casi el 25 por ciento de los jóvenes, “pero hace falta una estrategia organizada de trabajo con mujeres, la Fundación Casa en el Árbol lo está haciendo, pero se necesitan más aliados, o ampliar el radio de beneficiarias de las actividades con mujeres. Esta debe ser una tarea para empoderar a las mujeres y que ellas comiencen a jugar un papel protagónico en la construcción de la paz cotidiana. Se deben sumar esfuerzos y es un llamado a quienes quieren hacer algo en Ciudad Equidad. Se debe intervenir a las mujeres para que ellas puedan reconocer y fortalecer su rol en la construcción de paz cotidiana”, precisó José Nicolás Will.
Es usual observar la presencia de la institucionalidad en las once manzanas que conforman a Ciudad Equidad, pero esto parece no ser suficiente, no todas las familias acceden al acompañamiento que el Estado les ha hecho por ser el segundo proyecto más importante de Colombia de Vivienda de Interés Prioritario.
“El Ministerio de Vivienda lideró la construcción de la VIP, porque se hizo un estudio Colombia con el que se identificaron las ciudades con déficit de viviendas, la mayor población en condiciones de pobreza extrema y el Gobierno no los había podido atender. Santa Marta fue una de las beneficiadas, por eso el Estado tiene los ojos puestos en este proyecto”, aseguró la fuente técnica.
MÁS PROBLEMAS SOCIALES

Las viviendas son de 48 metros cuadrados de dos plantas, están integradas por la sala, cocina, patio, dos habitaciones y un baño.
Aunque la institucionalidad está presente en el interior de la comunidad, no dejan de existir los problemas sociales y se agudizan cuando la población es heterogénea; es decir, hay familias de todos los barrios vulnerables de Santa Marta, lo que dificulta la construcción de la convivencia que hace más difícil el contexto, porque anteriormente en cada uno de sus lugares de origen la situación económica y ambiental era diferente a la que tienen ahora, donde existen reglas y límites.
Otras problemáticas en aumento son los embarazos en adolescentes, el microtráfico, y el consumo de alucinógenos que llevan a la creación de pandillas, de galladas o de parches. “Los jóvenes son tipos inteligentes con conocimiento de vida, porque han crecido en un contexto difícil y su apariencia y su comportamiento los hace blanco de rechazos por parte de los demás”, asegura una fuente técnica del DNP.
De acuerdo con información suministrada por la Policía Metropolitana de Santa Marta, en Ciudad Equidad, en el año 2017 se presentó un total de dos delitos de impacto que afectaron la seguridad pública (homicidios y extorsiones). Mientras que, en lo que va corrido de 2018, solo se ha registrado un homicidio.
En cuanto a los delitos de impacto que afectan la seguridad ciudadana (lesiones personales, hurto a residencias, comercio y personas), en el año 2017 fueron registrados 32, la Policía informó que en este año no se reportaron hurto a automotores o motocicletas, y en el 2018 fueron informados 14 delitos de impacto que afectaron la seguridad ciudadana; y 2 hurto de motocicletas. En el 2017 no se presentaron delitos de impacto que afectaran la seguridad vial, mientras que lo que va de 2018 solo se registró un caso.

3.626 viviendas se encuentran habitadas en Ciudad Equidad.
Frente a lo anterior, el Coronel Gustavo Berdugo, comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, precisó, que “Ciudad Equidad es una zona importante para la Policía Nacional y esa es la razón por la que también la hemos priorizado dentro de la estrategia y plan de choque 100 días, ‘El que la hace la paga’, todos nuestros procedimientos frente a la legalidad que tiene que ver con los derechos humanos, derecho internacional humanitario, la ley y la Constitución”.
De igual forma manifestó, que se ha hecho una intervención especial, sobre todo en las instituciones educativas, teniendo en cuenta que uno de los problemas es el microtráfico y, por ende, los estupefacientes. “En especial cuando los delincuentes u organizaciones criminales utilizan a menores de edad que son utilizados para que comercialicen drogas en las instituciones con el fin de que los jóvenes las consuman. Estamos realizando actividades de prevención y control con la Policía de Infancia y Adolescencia, la Alcaldía de Santa Marta y su Secretaría de Salud, el Bienestar Familiar, todo esto con el fin de coordinar y trabajar con los docentes para desarrollar actividades que prevengan y generen mayor tranquilidad en el interior de los colegios”.
Las instituciones educativas juegan un papel preponderante en el desarrollo de los niños y jóvenes. En las escuelas, además de adquirir conocimientos que ayuden al fortalecimiento del intelecto de un joven, se adquieren pautas de comportamiento, por esta razón, ha sido un foco para la Policía Nacional penetrar los centros educativos, con el fin de realizar campañas que ayuden a evitar que los jóvenes se dejen llevar por aquellos que ya se encuentran involucrados con bandas criminales.

El transporte público
es el principal servicio
usado por los ciudadanos de Ciudad Equidad.
Ciudad Equidad tiene un problema de estructuras delincuenciales que están dedicadas al microtráfico, así lo señaló el Comandante de la Policía Metropolitana; esto lleva a que se presenten delitos conexos como son el hurto, “por eso se hace un esfuerzo por parte de las autoridades del Distrito; en las instituciones se debe trabajar mucho, es aquí donde se previenen estos problemas como el tráfico de estupefacientes; con actividades de prevención, control e investigativas se logra desarticular esas estructuras delincuenciales que tienen el control de estupefacientes en este sector de la ciudad.
Conocemos que hay una gran población vulnerable y los delincuentes se aprovechan de esas condiciones sociales y por eso, toda la atención y la capacidad institucional está concentrada en esta zona para ayudar y generar mejores condiciones de seguridad y tranquilidad en los entornos escolares y en la población en la que se presentan casos de hurtos para conseguir dinero para la adicción o compra de sustancias psicoactivas.
Es un gran trabajo y esperamos continuar dando buenos resultados y que mejore la seguridad y convivencia. Muchos de los jóvenes utilizados son estudiantes o sin escolaridad o desempleados, por ello, se vuelven presa fácil y caen en manos de delincuentes, de organizaciones o estructuras peligrosas que los incorporan a sus actuaciones delictivas”.
La Secretaría de Seguridad y Convivencia, liderada por Priscila Zúñiga, tiene un enlace permanente con Ciudad Equidad: un psicólogo que apoya todos los procesos de convivencia en el sector. Además, con la Policía se han establecido procesos de capacitaciones y charlas para jóvenes de las manzanas relacionadas sobre el Código Nacional de Policía. Asimismo, la Secretaria de Seguridad y Convivencia señaló, que “se han hecho inversiones en materia de seguridad que se verán reflejados en el sector, como es el caso de la compra del parque automotor que realizó el Distrito y que busca fortalecer la vigilancia de cuadrantes en Ciudad Equidad”.
De igual forma, la jefa de esta cartera distrital agregó, que fueron realizadas limpiezas en zonas donde se podían esconder delincuentes y darse ventas de estupefacientes. También se organizaron espacios y se puso iluminación. “En Ciudad Equidad se han hecho más de 25 allanamientos por parte de la Fiscalía, CTI, Policía y Ejército, a lo largo de los dos últimos años, con órdenes de captura o aprehensiones flagrancia”.
Priscila Zúñiga manifestó, que, Ciudad Equidad es un territorio pacífico en cuanto a normas de convivencia; la alteración del orden está ligada a la contaminación auditiva más que a riñas. “La comunidad se ha unido, hay un grupo activo con los administradores de las manzanas, se llevan a cabo reuniones periódicas y se revisan los indicadores frecuentemente, así que por el momento no hay mayores afectaciones.
El homicidio que se presentó con un adolescente sorprendió, porque en este año 2018 no se habían registrado agresiones de esa forma; tenemos identificados a algunos jóvenes, unos mayores de edad, otros no, estos pueden estar delinquiendo, se dedican al hurto y microtráfico; la Policía está haciendo lo pertinente en materia investigativa para judicializarlos”.
En cuanto a la estigmatización hecha por algunos samarios sobre Ciudad Equidad, la Secretaria de Seguridad y Convivencia precisó, que “las personas desconocen a las buenas personas que habitan en Ciudad Equidad, si bien fue la implantación de un municipio dentro de la ciudad, ya que cuenta con 17 mil habitantes, esto altera un poco al Distrito, mientras se acoplan, pero ya tenemos cuatro años de trabajo con ellos, son organizados.
Se ha invertido en materia educativa, esto les ha permitido trabajar por una sana convivencia. Hay trabajo por hacer, por eso no abandonamos a Ciudad Equidad, y continuamos con las capacitaciones, como, por ejemplo, la agenda de trabajo que tenemos con los mototaxistas”.
BARRERAS INVISIBLES

Cada manzana que integra la urbanización Ciudad Equidad, tiene un manual de convivencia.
Santa Helena o Ciudad Equidad está dividida en once manzanas, las viviendas fueron entregadas por sorteo, esto quiere decir, que muy pocos de los beneficiarios se conocían. Al estar conformado el proyecto de esta forma, comenzaron a formarse unas barreras o fronteras, quienes vivían en una manzana no se mezclaban con las personas de otras. Estaban divididos, ante esta situación, la psicóloga Ilka explicó, que “anteriormente en Ciudad Equidad los jóvenes se identificaban con su manzana, diciendo, “yo soy de la manzana diez y solo trabajo con los de mi manzana”, eran fronteras invisibles, y en los talleres al inicio nos costaba trabajo, pero hemos logrado integrarlos, trabajan muy bien sin importar de qué manzana son. La confianza y el respeto son fundamentales.
Esto se ha trabajado mucho con los mayores, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, ARN, ha fortalecido los lazos de unión con los líderes comunitarios, los administradores de las manzanas tienen una buena relación y lo más importante es que se colaboran. Ha quedado atrás el lema de “yo soy república independiente, ahora son una comunidad”, señaló Ilka de la Hoz.
A través del proyecto de Ciudadanitos se quitan las barreras mentales que tienen quienes viven en Ciudad Equidad, se ha conseguido que no piensen que están divididos por manzanas, sino que pertenecen a una comunidad. “El mismo proyecto tiene beneficiarios de todas las manzanas, este escarba y busca historias en todos los sectores y busca que todos se vean como un solo barrio y no como 11 manzanas. Este tipo de ejercicio hace que cada vez más las personas vean a Ciudad Equidad como uno solo”.
DEBILIDAD EMOCIONAL

Elenoris Casas Zamora, integrante de Ciudadanito.
La mayor preocupación del Estado son los jóvenes de Ciudad Equidad, aunque desde el 2017 los han acompañado, continúan existiendo brechas, debido a que la parte emocional está debilitada. “Nos vuelven a preocupar los jóvenes, porque hemos fallado en el último año por falta de programas de reconocimiento emocional”, reconoce una de las instituciones presentes en Ciudad Equidad.
Uno de los problemas identificados por el Estado es la desunión que existe en el interior de las familias. “Han estado todas las instituciones habidas y por haber, pero no hemos podido fortalecer esa unión en el interior, hemos puesto el esfuerzo mental, el talento humano, pero falta más compromiso con las familias, es una ciudad dentro de otra ciudad”, señaló la fuente técnica.
Ilka De La Hoz Barrios, psicóloga de la Fundación Casa en el Árbol, manifiesta, que “Ciudad Equidad es un conjunto de barrios conglomerado aquí por las casas gratuitas, Se puede identificar que es una comunidad carente de educación, no son personas que fueron preparadas para lo que se les venía, como lo es vivir en comunidad”.

Ilka De La Hoz Barrios, psicóloga dela Fundación Casa en el Árbol.
La psicóloga de la Fundación de la samaria Taliana Vargas, agregó, que cuando alguien va a ingresar a la universidad, por ejemplo, lo educan, le dan unas instrucciones previas, y de cierta forma le dicen esto será así, mientras que estas personas no pasaron por este proceso. “Se metieron todos y comenzaron las problemáticas porque no estaban acostumbrados a que el vecino barra o eche agua, por tanto, todas estas situaciones se han convertido en problemáticas sociales”.
La educación es parte fundamental de la vida de las personas, y desde Casa en el Árbol se ha identificado que hace falta mucha en Ciudad Equidad. “Esto es grave, a pesar de que muchas instituciones y entes trabajan duro, falta aún un poco más, y en especial, que se profundicen ciertas temáticas como el trabajo en comunidad, esto es lo que yo identifico como psicóloga. Asimismo, en los jóvenes no hay pautas de crianza, el hogar es la primera escuela y si no les enseñan normas básicas, es quizás porque a sus padres nunca se las enseñaron, son cosas que recaen sobre ellos y al momento de estar en escenarios como el colegio, o la comunidad, se ve la carencia”.
Fortalecer la autoestima en los jóvenes juega un papel muy importante. “Un joven que se quiere y se respeta a sí mismo tiene la capacidad de hacerlo con quienes se encuentran a su alrededor, y de igual forma, se pueden evitar situaciones como el suicidio. A través de los talleres de habilidades sociales emocionales se pretende fortalecer la autoestima, el respeto, el empoderamiento, la confianza y el diálogo”, señaló la Psicóloga De La Hoz.
JUVENILES PARA LA RECONCILIACIÓN

María Camila Peña, docente del proyecto Ciudadanitos y funcionaria de ARN.
Ciudadanitos es un proyecto de la Fundación Casa en el Árbol (FCA), liderada por Taliana Vargas, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) y la Caja de Compensación Familiar del Magdalena (Cajamag), con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (Usaid), para fortalecer las capacidades de liderazgo y transformación social de los adolescentes y jóvenes de Ciudad Equidad, por medio de la creación de medios comunitarios que permitan generar nuevas narrativas del barrio y la ciudad.
“Ciudadanitos, comunicaciones juveniles para el desarrollo y la reconciliación” es el nombre del proyecto mediante el cual aproximadamente 100 adolescentes y jóvenes en edades entre los 13 y 22 años, se convierten en nuevos reporteros de su vida. Su misión es contar las historias de su barrio, la gente que allí habita y la cotidianidad de la vida en este complejo de casi 4 mil viviendas, dejando atrás el velo de estigmatización que ha caracterizado a esta zona de la capital del Magdalena y promoviendo la movilización ciudadana.
El proyecto contempla diferentes etapas que incluyen un acompañamiento psicosocial, con el fin de desarrollar habilidades socioemocionales que les permitan una mejor interacción con la realidad social del barrio, controlar sus emociones al relacionarse con otros y desarrollar habilidades y destrezas para la toma de decisiones frente a su proyecto de vida.

Natalia Lizarazo, miembro de la
Fundación Casa en el Árbol.
“En esta etapa, la ARN ha adelantado una serie de talleres de exploración de talentos con los jóvenes, que ha permitido identificar sus habilidades. También trabajamos con ellos módulos sobre habilidades sociales y emocionales. Además, tenemos jornadas informativas sobre la historia y contexto del barrio, con el fin de que ‘los ciudadanitos’ entiendan un poco más sobre el contexto del lugar que habitan”, explicó José Nicolás Wild, coordinador de la ARN Magdalena.
De esta manera, los jóvenes desarrollarán habilidades que les permitan contar relatos, utilizando herramientas básicas de la tecnología audiovisual y digital, que movilicen a la comunidad hacia la reconciliación y el desarrollo local.
“Son ellos los encargados de movilizar a las viejas y nuevas generaciones, para registrar la nueva realidad de quienes allí viven, construir la identidad barrial sin dejar de reconocer la memoria de todos los ‘recién llegados’ y transformar percepciones, actitudes y comportamientos a través de nuevas narrativas”, puntualizó Taliana Vargas.

En el megacolegio asisten los niños de Ciudad Equidad, donde todavía existen personas sin estudios.
FCA, desde el año 2014, inició actividades en el barrio Ciudad Equidad de y se ha dedicado a trabajar en el fortalecimiento de esta comunidad, impulsando la cohesión social y el desarrollo integral comunitario, enfocando su trabajo en niños y mujeres comunitarias. Gracias a esta experiencia, la fundación es consciente de la importancia de trabajar con la población joven de este sector, la cual será protagonista en la tarea de producir cambios y transformar a la sociedad colombiana en su tránsito hacia la reconciliación.
Por su parte, Natalia Lizarazo, directora de Comunicaciones de la Fundación Casa en el Árbol, manifestó, que “Ciudadanitos nació cuando de un sondeo comunitario realizado con la ARN, un gran porcentaje de las personas de Ciudad Equidad no confiaba en el vecino, y no se conocía entre ellos, mientras que, otro grupo significativo tenían la percepción de que Santa Marta tenía una mala imagen de ellos. “El problema era de confianza y de la mala percepción del barrio tanto de los que viven en este, como los que están por fuera”.
“A través de las comunicaciones comenzamos a hablar de reconciliación y a cambiar las narrativas de lo que hoy es Ciudad Equidad. Ciudadanitos es un proyecto que le apunta a trabajar con jóvenes en el camino de la reconciliación y la paz, tiene dos fases: la concienciación, aquí se dieron clases de radio, prensa, redes sociales, con periodistas de Santa Marta que estuvieran en el medio; y la otra fase es la movilización, en esta nos encontramos, ya los jóvenes aprendieron y tienen unas bases, ahora construyen historias positivas del barrio, han encontrado mucho para contar, y han descubierto que con los personajes de Ciudad Equidad ha cambiado la cara del barrio. Todos están encaminados en buscar sus historias y aspectos positivos, ya no tenemos que estar nosotros como Fundación con ellos, sino que tienen la iniciativa, y ellos son quienes cuentan.
ACOMPAÑAMIENTO PSICOSOCIAL

Zonas de recreación permiten que los jóvenes se relacionen con los de otras
manzanas.
Ciudad Equidad está en un cincuenta, cincuenta de acuerdo con la psicóloga Ilka De La Hoz. A nivel psicosocial los jóvenes se han adaptado a los procesos en los que se trabajan. “Sé que la Alcaldía les ha hecho bastante acompañamiento, y nosotros desde la Fundación Casa en el Árbol con el proyecto que adelantamos y con el Programa de Alianzas para la Reconciliación, los jóvenes hoy son personas que a nivel social y emocional están más tranquilos, son personas empoderadas de sus roles dentro de la comunidad, no temen hablar, han nacido líderes”.
Por otro lado, se encuentra el otro cincuenta por ciento, familias que no hacen parte de nada, que están ahí y que piensan que, “yo vivo gratis y me merezco todo lo que me dan”. Pero en lo que hemos hecho desde el proyecto, hemos identificados que hay personas buenas, que se han adaptado a que viven en una comunidad y que deben respetar al vecino, a que deben cumplir con normas, sacar la basura, y esto también hace parte del rollo social del que en su momento fue una problemática”.
En las visitas de seguimiento realizadas por la Fundación Casa en el Árbol, se busca socializar con las familias el avance de sus hijos en el proyecto Ciudadanos, teniendo en cuenta que no es solo que sean líderes, y que hacen parte de un proceso de reconciliación, debemos informarles todo a los padres. De acuerdo con Ilka De La Hoz, muchos familiares han manifestado que gracias al proyecto y a que los jóvenes están con la Fundación han visto grandes cambios.

Ciudadanitos es un proyecto que les ha entregado a los jóvenes herramientas comunicativas.
“Hemos tenido niños en el camino de las drogas, pero a través de Fútbol para la Paz o Ciudadanitos han salido de ese entorno. porque encuentran una motivación, porque les gusta la cámara, y ese tipo de cosas los mueven y dicen no a lo que no les hace bien.
Siempre les hemos enseñado que hay dos caminos, uno bueno y uno malo; hemos notado que se van inclinando por el correcto. Hay padres muy comprometidos, que nos dan gracias porque sus hijos han dejado la calle, están pendientes de buscar información en la Internet, han creado un canal de YouTube, están concentrados escribiendo, hacen historias y crónicas, son las ventajas de pertenecer a este proyecto.
Hay otros padres que no son tan comprometidos, sin embargo, siempre estamos ahí haciendo el debido seguimiento, mostrándoles la importancia de terminar los procesos. Siempre les digo que cuando uno va a la escuela, el objetivo es graduarse. Hay niños que duran tiempo sin asistir, pero cuando vuelven los recibimos con el mismo cariño y ellos se adaptan fácilmente.
En los talleres trabajamos la reconciliación, a través de diferentes ejercicios para elevar la autoestima. Es bueno que creen historias, que inventen personajes positivos para su comunidad, dentro de este tipo de actividades comienza a fortalecerse la confianza. Muchos de nuestros jóvenes tienen a otros compañeros como ejemplo, ya no son tímidos, no les da miedo expresarse, el que antes no hablaba ya no tiene pena. Han desarrollado actividades sociales”, precisó Ilka De La Hoz.
A través de los trabajos que se han realizado en Ciudad Equidad con respecto al fortalecimiento de los valores, la percepción de los samarios ha cambiado, teniendo en cuenta que luego de entregadas las primeras viviendas, a través de los medios de comunicación se compartían noticias que atemorizaban a las personas, quienes percibían al sector como uno de los más peligrosos de la ciudad.
Sin embargo, Ilka De La Hoz explicó, que “al comienzo decían que se debía ir con antimotines, pero se han dado cuenta que esto ha cambiado, ya se puede entrar a Ciudad Equidad; los que ya lo han hecho, no sienten temores de ninguna clase. Ha cambiado la percepción del barrio, este es un primer paso a la transformación social, y lo que se busca con el proyecto de reconciliación es que se cambie la perspectiva que la comunidad tiene de Ciudad Equidad, porque hay gente buena, gente trabajadora y con mucho talento. Lo que sucede es que no les enseñaron otras cosas, que hay otras oportunidades, que hay trabajo, que se pueden realizar actividades productivas, la limitante ha sido la educación, siempre hago énfasis en eso”.
“El trabajo que ha hecho Casa en el Árbol y ARN han permitido que los jóvenes cambien, están más involucrados en actos positivos que permitan cambiar la percepción negativa que tienen de nosotros, porque lo que pasa aquí sucede en cualquier barrio de la ciudad”, indica Jimena Cala, administradora de la manzana 10.
Juan José Serrano Castro, es un joven que ha transformado su vida, gracia a Ciudadanitos, su vida encontró sentido. “Quiero que Ciudad Equidad cambie, tenga noticias positivas. Con el futbol estamos cambiando la problemática, porque anteriormente se enfrentaba una manzana con la otra, no había tolerancia, ahora nos reunimos por las tardes a jugar en la cancha.
También, Elenoris Casas Zamora, descubrió en Ciudadanitos su talento para las comunicaciones. “Por medio del proyecto hemos cambiado nuestro pensamiento, hoy tengo una mentalidad más abierta, miro la vida como una oportunidad para esforzarme y lograr eso que deseo, una mejor calidad de vida para mi familia”.
Hay problemáticas que no se pueden dejar de lado, pero no son distintas a las que puede suceder en cualquier barrio de Santa Marta, donde hay personas con historias duras, de conflicto y pobreza extrema. Como ciudadanos, tienen una percepción negativa de Ciudad Equidad lo que afecta la autoestima colectiva de los moradores de un barrio que apenas construye su tejido social.

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