Columnistas
Recuperar la confianza ciudadana
Saúl Alfonso Herrera*
La clase política en su conjunto, a la vista de lo que viene sucediéndose en el escenario nacional, es claro que afronta el difícil desafío de reconstruir la confianza ciudadana, lo que a mi juicio sólo se reestablecerá y se logrará, con hechos de transparencia en todos los ámbitos, niveles y sentidos. Se requiere para ello la puesta en marcha de acciones reales que traduzcan el sentir, el querer y la solución a las demandas de las necesidades poblacionales, además de adelantar estudios concienzudos que demuestren que la manera en la que actualmente se están manejando los distintos índices de desarrollo y crecimiento tiene un margen discrecional demasiado amplio que no consulta ni concuerda con la realidad que se vive.
Recomendable es entonces estimaciones hechas con plena transparencia metodológica y mejores técnicas. No ser las autoridades encargadas de lo cual juez y parte, máxime porque ello levanta desconfianzas. Obliga esto procurar mayores transparencias en los criterios de estimación, sobre todo por las implicaciones éstas tienen estas en la base societaria y por cuanto no podemos darnos el lujo bajo ninguna circunstancia que nuestras realidades sean determinadas a partir de criterios que se presten a la discrecionalidad y no se ajusten a la verdad verdadera.
Hoy por hoy, en atención a los cambios muchos de la sociedad moderna, hay que ganarse la legitimidad mediante resultados, no desde la demagogia, el populismo y la mentira, sino desde la construcción de sociedades justas y en paz, máxime porque es necesario recuperar el verdadero sentido de la actividad política, la cual debe volver a concebirse como la búsqueda continua del bien común, y la ciudadanía entender que la democracia no termina cuando sufragamos, sino que tenemos que participar en ella de manera mucho más activa y edificante, so pena de contribuir a seguir en estado de paquidermia y obsolescencia.
Tenemos como ciudadanos que hacer seguimiento a los procesos todos que tengan que ver con la cosa pública, dar lo mejor de nosotros, exigir el cumplimiento de las promesas de campaña y pedir la rendición de cuentas de manera transparente, obligación que compete a todos los políticos. Nos interesa una democracia en permanente avance, con una una participación ciudadana cada vez más madura y organizada que de muestra evidente de toma de conciencia en los asuntos públicos, lo que es responsabilidad de todos. Desilusiona ver los resultados de la democracia cuando se observa la corrupción, los malos salarios, la superficialidad y muchas utopías en las plataformas políticas, razones para que la clase política, si en verdad quiere el bien común, obligarse a recuperar la confianza de los ciudadanos, ojalá con un proyecto ambicioso general que deberá adecuarse, implantarse e implementarse en los espacios locales, municipales, departamentales, regionales y nacional.
saulherrera.h@gmail.com *Abogado. Especialista en Gestión Pública.
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