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Los deja vu recurrentes

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Por: Víctor Rodríguez fajardo

Tuve la oportunidad como arquitecto de trabajar en la construcción del edificio del Banco de la República de Santa Marta en calidad de interventor de la obra. De acuerdo con la ejecución, muchos contratistas llegaban, ejecutaban y salían del proyecto permitiéndome ser el único presente en todas las etapas de la obra. El ser interventor te hace representar y garantizar los intereses del dueño en la ejecución de lo contratado, por eso, hacía de enlace con los funcionarios del departamento de construcción del B. de la R. cada semana que visitaban para el respectivo seguimiento. Durante dos años, tiempo de ejecución de esta obra, ese lapso nos permitió departir y llegar a intercambiar sobre muchos temas, el que nos interesa en esta columna, me voy a permitir contárselo a ustedes:

“Anthony, viendo los diseños, este proyecto no se parece en nada a la maqueta que por muchos años se exhibió en una vitrina de la cra 5ta con calle 17 donde funcionaba, en ese entonces, las oficinas de Avianca. Una maqueta volumétrica que mostraba un parque Bolívar conectado a lo que sería el B. de la R. con unas rampas parecidas a las del edificio del Congreso Nacional en la capital de Brasil, Brasilia diseñadas por el Arq. Oscar Niemeyer”.

La respuesta no se hizo esperar, “Ala mi Chino, te voy a contar la historia detrás de esa maqueta. Siendo presidente Julio César Turbay Ayala, tenía previsto un viaje a Santa Marta y nos llaman de presidencia con carácter urgente a decirnos que debíamos en pocos días armar una maqueta para que el Sr. presidente pudiera mostrar una obra de interés y con esto dejar satisfecha a la sociedad samaria que del gobierno central había inversión para la ciudad”.

Como arquitecto, sabía del alcance de la expresión “maqueta volumétrica”, es un ejercicio académico, en la universidad nos ponen a desarrollar volúmenes que gocen de diferentes características de composición y diseño para ver hasta dónde nos podemos imaginar la forma sin detenernos en la función.

Conclusión, llegó el presidente Turbay con todo su séquito en una visita oficial a Santa Marta, en la noche hubo un cóctel donde se presentó ante lo más distinguido de las “fuerzas vivas” de la ciudad, la flamante maqueta de la nueva sede del B. de la R. explicaciones sobre inversión, tiempo de ejecución, bondades y demostración que, desde Bogotá, el presidente tenía interés por la ciudad. Al día siguiente, todos los medios de comunicación de la época presentaron las imágenes y declaraciones dadas por el presidente, autoridades, miembros del B. de la R., esto fue como un incentivo para creer que se nos hacía justicia, nos pusieron a soñar, muchos samarios desfilaban por la vitrina, todos tenían algo de decir, desde el pueblo hasta opinadores especializados. Todo esto fue, una foto de cóctel. (El edificio se construyó en la administración de Betancourt)

Esta historia siento que la volvemos repetir, un permanente déjà vu, solo cambia que ahora los protagonistas no son de la región andina, ahora son caribes. Vamos al contexto.

Las declaraciones de la Ministra de Transporte Ángela María Orozco, sobre construir una vía por detrás de la Ciénaga Grande hacia Barranquilla tomó por sorpresa al Magdalena, primero porque se ha vuelto frecuente, la intervención y protagonismo de autoridades del Atlántico y Barranquilla sobre temas de nuestro departamento, no solo en el caso de esta vía Ciénaga – Barranquilla, sino también sobre temas ambientales, sobre P.O.T. de Sitio Nuevo, municipalización de Palermo y anexión al área metropolitana de Barranquilla, por citar unos casos recientes. Sorprende aún más que nos enteremos de los temas de nuestro territorio desde la ciudad de donde es oriunda la ministra. Que lo hagan sus coterráneos es una cosa, pero como ministra en representación del presidente, debe dar las garantías para todos y cada uno de los departamentos que conforman la República de Colombia.

Esta propuesta de vía, no es nueva, mientras Pepe Chuleta atiende a sus comensales es tema de conversación, desde el que atiende el frito hasta el más refinado cliente. El sonriente José con la piña más dulce de la ciudad debe escuchar a cada rato los diferentes análisis que hacen sus clientes. En el estadio Sierra Nevada, antes de los partidos con lleno total, entre los temas a relucir, éste fue uno de los generó más ideas entre espontáneos seguidores del Ciclón. Pero, una ministra en un acto oficial ante gremios y autoridades en Barranquilla… por favor. A no ser que esto sea como en el caso de Turbay Ayala, una propuesta de “maqueta volumétrica” para distraernos y entretenernos donde algunos elogiarán y otros cuestionarán, pero al fin de cuentas nos mantiene ocupados.

Se le olvida a la ministra, que la idea ya había tomando forma desde en la oficina de proyectos de la gobernación del Magdalena y que fue precisamente Fabio Manjarres quien con base en un pre estudio presentado al ex ministro Cardona del anterior gobierno y ahora a la Ministra, planteaba el modelo de vía APP, esta propuesta se ejecutaría sin costo alguno para la nación, siendo su cierre financiero por cuenta de la concesión utilizando la fórmula usual de cobro de peaje.

Le recordamos a la Sra. ministra que dentro de las estrategias viales del Magdalena donde solo se cuenta con una “T” vial de infraestructura conformada por la vía Bosconia – Ciénaga y Santa Marta – Barranquilla, se habilitaría una nueva ruta conectando Fundación con Palermo, gracias a la nueva vía de la Prosperidad se conectarían diferentes municipios del Magdalena como  son Fundación, Pivijay, Salamina, Remolino, Sitio Nuevo y Palermo, dando facilidad a la carga que del interior del país quiera hacer uso de la nueva zona portuaria sobre nuestra margen en el río Magdalena como lo es el municipio de Sitio Nuevo o Barranquilla, aprovechando las características del nuevo puente y de total desarrollo social y agroindustrial para esta región del Magdalena.  Sra ministra de transporte,  «El Gran Corredor del Río»  NUNCA se ha planteado para ser solución al problema real que tiene la vía Ciénaga – Barranquilla entre los kilómetros 19 al 28 por razones de erosión costera que obligan a tomar acciones urgentes. No es capricho, cualquier día despertamos con que la marea del mar Caribe se llevó la carretera. Las consecuencias para la economía nacional y local son de incalculables proporciones, sin ser menores las de tipo social. Las dos vías (Ciénaga – Barranquilla y El Gran Corredor del Río) atienden necesidades diferentes, ambas fortalecen la red vial del departamento, conectan al país con el caribe y tienen gran impacto social y económico.

 Dra. Orozco Gómez, como bien lo dijo ese día, la nación no cuenta con recursos en este momento para acometer el costo de un viaducto, pero ¿Ya sabe de cuanto estamos hablando? Claro que no, por una sencilla razón, ni el Ministerio de Transporte, ni Invias, ni nadie tiene un proyecto sobre el cual elaborar un presupuesto. Sugerimos la urgencia en la elaboración de dicho proyecto, los ambientalistas se han pronunciado y todo el mundo, pero lo cierto es que nadie tiene una base cierta como lo es un proyecto para con base en él, fijar posiciones a favor o en contra.

Confiamos que cada día nuestra democracia sea más madura y que de las prácticas usuales de gobierno del presidente Turbay a las de hoy del presidente Duque, se hagan escenarios donde no sea una foto lo importante sino la solución a los problemas en las regiones, pero de ser necesaria la foto, un atardecer con el Morro de Santa Marta de seguro la ambientara mejor.

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