#BlogOC: Santa Marta en llamas

Carlos Enrique Martinez Caballero

Definitivamente para el Distrito Turístico del Magdalena, la tierra del Pibe, Vives, Falcao, el padre Linero, Tatiana Vargas, José María Campo Serrano ex presidente de los colombianos, la del fundador del M19 Jaime Bateman y  de don Guillermo, la paz de Santos aún no llega, debe venir en barco a media máquina desde Noruega.

Lo digo porque esa tierra hermosa, pacifica, tranquila, donde sonaban las campanas de la catedral y se escuchaba en toda la ciudad, la misma que me llenaba de nostalgia viéndola desde Taganga la única ciudad que con los ojos cerrados podría pintar, nuevamente se ve inmersa en la estrepitosa y dolorosa época de las elecciones políticas que genera más enfrentamientos e intereses que tranquilidades.

Que la quiere el uno y la desea el otro, que yo la defiendo y que tú la atacas, que yo si hice y que tu no hiciste, que barbaros mis paisanos que aún no definen lo que quieren y mucho menos lo que les conviene, todavía se debaten entre la oligarquías tradicionales y las emergentes ideologías, entre la viveza y la ingenuidad.

Ya no es la perla de América porque el carbón ha manchado su color, la bahía más linda dejo de existir, su cabeza de playa casi no existe, entre el puerto y la marina solo queda un puñado de arena sucia  a la que bastidas sigue dándole la espalda.

Le pregunté a la Virgen de la Milagrosa que vigila desde el Cundí qué pasaba con la ciudad y me contesté que no podía ver, porque los marihuaneros que no han podido erradicar, con su humo blanco no la dejan ver y mucho menos proteger.

Con Alcalde encargado nombrado por el Presidente, ofensa recibida en la ciudad, pareciera que no existe una persona confiable de la región para asumir el cargo, algunos de sus candidatos fueron inhabilitados y otros como hienas se sacian al asecho para degustarse la oportunidad de llegar a ocuparlo.

Hoy se invita a las calles a luchar por lograr supuestamente un cambio, sí, un pequeño cambio que no acaba por romper la realidad, no hay agua, no es segura, está sucia, se inunda por fallas en el alcantarillado, cada día con más miseria, indigencia, pobreza, fallas en la salud, deserción académica y corrupción en todas sus expresiones además de migrantes venezolanos por todas partes, sin embargo, algunos piensan que están cambiando por unas cuantas obras que se realizan, que al final solo es cemento.

Sin embargo entre sus pocos alicientes está, el turismo pero ya no llegan tanto los buques por la regular atención para ellos, están sufriendo para que el Unión no regrese a la B y esperan que los políticos tradicionales no regresen al poder, si regresan, nuevamente los pocos avances de la ciudad podrían regresar a invisibilidad.

Con este panorama poco exagerado y una población que sigue cumpliendo la filosofía del todo bien todo bien, creo que la ciudad seguirá en llamas, esperando a ver si San Juan agacha el dedo y si Santos vuelve a ser Presidente para que por fin apague el fuego.

“El camino puede ser difícil, pero con tu ayuda lo podemos lograr” (soy ciudadano)