Columnistas
#BlogOC: El lado verde del ‘boom’ gastronómico en Santa Marta
Por Julio Morales Daza
Hace unos meses, la tía de una amiga me preguntó por un restaurante vegetariano en Santa Marta y yo, obviamente, no supe qué responderle. Mi amor por la carne es enfermizo, al punto de que veo a la vaca viva y se me salen las babas pensando en el corte que me podría estar comiendo. En fin. A pesar de que esa pregunta me había despertado la curiosidad, nunca me animé a indagar al respecto.
Resulta que este boom gastronómico que vive la ciudad nos ha traído no solo muy buenos restaurantes, sino una diversificación de la oferta que incluye restaurantes vegetarianos*, veganos**, de comida saludable o de comida sostenible***. Sin embargo, todavía son muchos los samarios que no se atreven a probarlos, por lo que, a vista de pájaro, este menú parece sostenerse gracias a los clientes extranjeros que llegan a la ciudad, que normalmente son menos carnívoros que los locales.
La primera vez (en la vida) que entré a un restaurante vegano fue porque una amiga cuasi vegetariana que llegó a visitar prácticamente me chantajeó con retirarme la palabra si no comíamos ahí. Sin embargo, quedé gratamente sorprendido: no solo los platos sin ingredientes de origen animal pueden ser muy buenos si se preparan bien, sino que de verdad uno puede quedar lleno comiendo este tipo de comida. Ese era mi máximo miedo: salir de ahí y tener que ir a rematar a otro lado para poder sentirme satisfecho. Y, bueno, ya voy en la cuarta vez que voy a ese restaurante voluntariamente.
Ese primer restaurante, que es exclusivamente vegano, queda en el centro histórico de Santa Marta. Sin embargo, hay uno de “comida normal” muy famoso a la vuelta, en el Parque de los Novios, que tiene opciones de platos veganos y libres de gluten para los celíacos. También me encontré un pequeño local que funge como mercado y restaurante a la vez, que tiene una sede en Bellavista y otra en El Rodadero, y que ofrece comida sostenible y saludable en la mayor parte de su carta (este es ahora uno de mis lugares favoritos para ir a desayunar con mis amigos). Hay un par de opciones más en Taganga y un bar de jugos naturales y smoothies en el Callejón del Correo en donde venden el mejor jugo de zapote que me he tomado.
Pensándolo bien, sería interesante que incluso aquellos restaurantes que vemos como “normales” puedan incluir opciones saludables, sostenibles, vegetarianas, veganas o libres de gluten en sus platos. Tener un poco de conciencia sobre lo que se come puede ayudar a educar a los comensales samarios sobre los retos a los que nos enfrentamos a nivel mundial en materia alimentaria: se estima que para el año 2050 tendremos 10 mil millones de personas caminando sobre esta tierra y alimentarlos -o alimentarnos- sin dañar extensivamente el medioambiente será un desafío. Por eso, este sería un buen momento para empezar a poner nuestro granito de arena.
Enhorabuena llegaron estas alternativas verdes a la escena gastronómica samaria. ¿Qué tal si, una vez a la semana, al mes o al año, nos volvemos vegetarianos o veganos?, no perdemos nada con intentarlo.
*Vegetariano: Persona que no come carnes rojas, blancas o procesadas, ni pescados o mariscos.
**Vegano: Persona que excluye de su dieta todos los productos de origen animal, incluyendo lácteos, huevos y derivados.
***Sostenible: Que se hace con productos locales y que es responsable con el medio ambiente.
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