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Homicidios en rojo

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Las autoridades afirman que trabajan de manera articulada con el objeto de capturar a los ‘cabecillas’ de las bandas criminales en la ciudad y el Departamento, sin embargo, los asesinatos no cesan; la ciudadanía no solo debe exigir resultados a la Policía y a las administraciones territoriales, sino también, poner de su parte en la convivencia barrial.

Fuente consultada: Observatorio de Seguridad y Convivencia Ciudadana.

Los hechos de inseguridad que se registran diariamente mantienen en vilo a los habitantes de la capital del Magdalena. Atrás quedó la tranquilidad que se vivía desde hace algún tiempo, pues, aunque Santa Marta no era un remanso de paz, por lo menos los ciudadanos podían salir a disfrutar de ratos de esparcimiento, trasladarse a sus lugares de trabajo sin sobresaltos, entre otras actividades fuera de casa.

Los hurtos a mano armada van en ascenso, de acuerdo con la percepción de seguridad de los habitantes de Santa Marta. Comerciantes, estudiantes, amas de casa, hombres, mujeres y hasta adultos mayores han sido víctima de los delincuentes.  Los casos también se han presentado en establecimientos comerciales, negocios de comidas rápidas, microempresas, y para colmo de males, en los buses de transporte público.

Daniela Ortega residente del barrio Villa del Mar aseveró, que “el microtráfico es el flagelo de nuestro sector, ya denunciamos, pero no habido solución, además, diariamente atracan a los estudiantes, por eso los vecinos viven atemorizados y con miedo de salir a las calles. Hace unos cinco días, atracaron a una muchacha de una venta de minutos, el susto fue terrible. Esta situación  se ha salido de control”.

Otro sector golpeado por la delincuencia es el barrio La Concepción IV, los moradores  señalan, que la presencia de los venezolanos ha aumentado las acciones delictivas, lo que mantiene a la población en alerta, porque temen ser víctimas de atracos.

“El barrio la Concepción IV es un sector muy poblado en la ciudad, su inseguridad ha aumentado, pasamos de ser un barrio muy tranquilo a vivir en zozobra y desesperación, a raíz de la situación que los migrantes venezolanos están viviendo. Ellos salen a cometer robos cerca al barrio, y la inseguridad la sufrimos a toda hora”, puntualizó Freddy Ortiz.

Los ciudadanos no pueden olvidar que algunas actuaciones criminales se mantienen en el tiempo, como los hurtos, los robos y que, en algunas épocas, por más acción policiva y estrategias que existan, se disparan y esto aumenta las estadísticas y causa una percepción de seguridad equivocada.

La Alcaldía es la primera autoridad del Distrito y por ello, la percepción de seguridad y los reclamos, recaen sobre ella. Aunque es una responsabilidad compartida con los organismos de seguridad y defensa en el territorio.

El secretario de Seguridad y Convivencia Distrital, Camilo George, enfatizó, que “no descansamos en nuestro objetivo de mejorar la seguridad de los ciudadanos, los indicadores así lo demuestran, venimos en descenso de muchos índices de hurto en todas sus modalidades, se trabaja con el apoyo de las autoridades en aras de garantizar no solo la seguridad, sino el disfrute normal de la vida diaria de lo samarios”.

Asimismo, el funcionario del orden local agregó, que “gracias a la gestión de la Alcaldía no solo se ha insistido en la solicitud de reforzar el pie de fuerza policivo y militar, sino también la capacidad investigativa. Ya se logró que un comando especial de investigación hiciera presencia en la ciudad de Santa Marta”.

¿LAS CIFRAS SE AJUSTAN A LA PERCEPCIÓN?

El informe o análisis Informativo de las condiciones de Seguridad y Convivencia Ciudadana del Observatorio de Seguridad de Santa Marta expone las cifras de los delitos registrados durante el mes de enero y febrero del año vigente, según la entidad se evidencia una disminución en las cifras en comparación con el mismo periodo de 2017 y 2018 en delitos como la extorsión, en el que se registraron solo 6 casos en los dos primeros meses de 2019, mientras que en el 2018 hubo 52 casos para el mismo periodo; hurto a establecimientos de comercio, de 126 casos entre enero y febrero en el 2018 a 87 casos en el mismo periodo de 2019; hurto a motocicletas pasó de registrar en enero y febrero 72 casos en el 2018 a 65 en el mismo periodo de 2019; y algunos otros delitos disminuyeron en el mes de febrero en comparación con enero; hurto a personas en un 28 %, pasando entre enero y febrero de 281 a 202 casos; y a residencias en un 54 % menos, pasando en enero de 46 a febrero con 21 casos.

HOMICIDIOS

Adicionalmente, el análisis sobre seguridad realiza la comparación de los delitos registrados en 10 principales ciudades del país contrastándolas con las del Distrito. Las cifras denotan que durante los dos primeros meses de 2016 las tasas de homicidio fueron las más altas en los últimos 3 años, aunque de manera general las muertes por accidentes de tránsito son representativas en las ciudades capitales de la zona Caribe, (Santa Marta, Cartagena, Barranquilla). El Distrito de Santa Marta tiene la tasa más baja de homicidios, pero registra un importante número de accidentes de tránsito en comparación con las mismas ciudades.

Santa Marta presenta la segunda tasa más baja de homicidios en 10 ciudades capitales con 24 hechos; la ciudad con mayor número de homicidios es Cali, seguida de Bogotá, Medellín y Barranquilla.

La ciudad con la cifra más baja de homicidios fue Montería (10) seguido de Santa Marta (14). Cali siguió con la tasa más alta de muertes violentas por homicidio (191), sin embargo, la cifra bajó en 2016. Santa Marta registró un importante número de muertes por accidentes de tránsito, muy por encima de ciudades como Bucaramanga, Cúcuta, Cartagena y Pereira.

Cali registra el mayor número de homicidios seguido de Bogotá, Medellín y Barranquilla. Bogotá cuenta con el mayor número de muertes por accidentes de tránsito seguido de Cali y Medellín. Bucaramanga (14), Pereira (15) y Santa Marta (16) presentan el menor número de homicidios. Cali continúa como la ciudad con mayor número de muertes violentas por homicidio seguido de Bogotá y Medellín.

Cali disminuye el número de muertes violentas por homicidios en comparación con mismo periodo en 2017. Santa Marta registra dos homicidios más en 2017. Montería duplicó el número de homicidios entre 2017 y 2018.

Santa Marta incrementa nuevamente el número de homicidios en 2017 y en 2018 con dos hechos durante este mismo periodo en comparación con el año anterior. La ciudad con mayor número de homicidios es Cali, seguido de Bogotá y Medellín.

De estas diez capitales, Santa Marta (18) es la segunda ciudad con menor número de homicidios registrados durante enero y febrero de 2019, seguido de Montería (14), Bucaramanga (19) y Pereira (26).

OTROS DELITOS

En relación con los delitos de extorsión y hurto en las modalidades de comercio, personas, residencias, el Observatorio de Seguridad Nacional expone que, de la zona Caribe, Santa Marta presenta el menor número de casos denunciados por extorsión (91) durante el 2016, seguido de Barranquilla con 105 casos y Cartagena con 106.

Además, Santa Marta registró más de dos mil casos de hurto a personas durante todo el 2017, mientras que en el 2018 presentó un número bajo de casos de extorsión (52), más de 500 casos de hurto a residencias y 2.703 casos de hurto a personas. En cuanto a hurto a personas, en el 2018, Santa Marta registró 213 casos más que en 2017, pero hubo disminución de la extorsión en 11 casos.

Según el Observatorio de Seguridad, Santa Marta no tiene el número más alto de ninguno de los delitos anteriores en comparación con otras ciudades capitales; hubo un incremento entre 2017 y 2018 en la comisión de los delitos contra el patrimonio económico en todas las ciudades. Sin embargo, se puede observar que en la mayoría de las ciudades comparadas disminuyeron los casos de homicidios entre 2018 y 2019 en el periodo de enero y febrero, a excepción de Bucaramanga, Santa Marta y Cartagena.

La analista en Conflicto Armado y Politóloga, Priscila Zúñiga Jiménez, señaló, “entiendo que hay una preocupación por las políticas de inseguridad en el territorio por algunos delitos de alto impacto como el homicidio y el hurto, pero si entramos a comparar lo que hay en el Distrito con ciudades como Cali, que tiene una tasa de homicidios prácticamente de 50 homicidios por cada 10 mil habitantes, creo que Santa Marta ha hecho un gran avance en materia de reducción de los asesinatos, porque había tasas altas, las cuales se encuentran en proceso de estabilización”.

Además, la experta en temas de seguridad manifestó, “tenemos un territorio muy complejo, cíclico. Es una zona que siempre ha estado en disputa, hay un reto frente a la actuación de la delincuencia y la fuerza pública está llamada a actuar e implementar nuevas acciones frente a esos hechos”

La seguridad urbana parte de un ejercicio analítico, el lugar donde se desarrolla, el ambiente de los partícipes, el tipo de armas utilizadas y sus consecuencias. Todos estos factores dan un plus que es importante para la toma de medidas y decisiones de carácter restrictivo o de intervención social. Para entender la magnitud de la inseguridad ciudadana, es necesario comprender que no solo afecta la tranquilidad y seguridad de la población, debe ser un factor más que suficiente para combatir este fenómeno, porque la inseguridad atenta contra los intereses de los países, afecta tanto la inversión local como extranjera, nadie quiere invertir en ciudades violentas, el turismo se ve seriamente afectado por este fenómeno.

Por ello, es necesario ordenar y repotenciar a las instituciones, además de trabajar sobre las causas; la voluntad política debe ir de la mano con los recursos económicos adecuados y con un estricto mecanismo de control.

¿LA TRONCAL TIENE RELACIÓN CON CRÍMENES URBANOS?

Santa Marta, como otras ciudades principales del país, tiene altos índices de delitos que se relacionan directamente con problemáticas sociales como resultado de las actividades delictivas que se han establecido en la región. Históricamente, el Distrito, su zona rural y lo que respecta a la zona de frontera con el departamento de La Guajira han sufrido las consecuencias de la presencia constante de estructuras armadas ilegales que han establecido el orden social y su status quo en el territorio.

En la Alerta Temprana 045 de 2018 de la Defensoría del Pueblo, las disputas de facciones armadas por el control territorial del corredor de rentas ilegales y narcotráfico dio como resultado un incremento en el número de muertes violentas a partir del último semestre de 2018, si a esto se suman actividades como el cobro de impuestos, rentas ilegales, vacunas a establecimiento comerciales, contrabando, comisión por negocios y administración de ollas de microtráfico, lideradas por las 37 estructuras delincuenciales identificadas por la Policía Metropolitana, Armada y Ejército Nacional en trabajo conjunto con la Secretaría de Seguridad de Santa Marta, la ciudad estaría ante una compleja situación de seguridad, señalando que algunas de estas actividades y delitos que se registran, son realidades completamente distintas.

Hoy, la inseguridad ciudadana no solo es una problemática policial, los ciudadanos deben estar involucrados en actitud, comportamiento y control, hay que cerrar filas ante un enemigo común que provoca serios daños en los habitantes. Claro que la inseguridad y violencia son temas de alta complejidad y tienen que ser analizados sistemáticamente, porque son varios los factores que se deben tomar en cuenta, para enfrentar con éxito esta problemática, se debe focalizar el delito, hacer que los gobiernos locales sean los que lideren la seguridad en sus respectivas jurisdicciones; se pueden poner en marcha desde estos gobiernos una serie de programas, como ‘el programa de prevención de conflictos sociales’ o ‘programa de prevención de conductas violentas en la juventud’, hay tantos programas para trabajar violencia intrafamiliar, el consumo de alcohol y drogas, la exclusión social, la recuperación de espacios públicos y demás.

Algunas regiones del país sufren las mismas dinámicas registradas en el Distrito, si bien cabe señalar que la fase de posacuerdo trae retos importantes para Colombia, estos se acrecientan en las zonas donde hay fuerte presencia de actores armados que se nutren de rentas ilegales. Tras el desarme de las Farc – EP es de esperarse que se altere el orden social y el control territorial de algunas regiones donde por décadas hicieron presencia, pero que ahora viven de actividades ilegales que financian estructuras armadas. Santa Marta queda estratégicamente ubicada, su frontera con la Troncal del Caribe y una zona rural vasta que cubre más del 90 % del territorio, alimenta y hace de la región, un importante bastión y músculo financiero que tiene raíces culturales fuertes en la ilegalidad.

De manera general, el país enfrenta en la actualidad grandes retos en materia de seguridad ciudadana y convivencia, no es cierto que las zonas rurales del territorio nacional sean exclusivamente afectadas por las dinámicas propias de un proceso de desarme, desmovilización y reintegración, las afectaciones alcanzan las zonas urbanas y este tipo de escenarios pueden exacerbar algunas violencias y generar nuevos conflictos. La seguridad ciudadana, violencias urbanas y problemas de convivencia requieren un despliegue y fortalecimiento institucional que responda a nuevas lógicas que llegan tras un escenario de posacuerdo, problemas relacionados con las condiciones socioeconómicas de los territorios, y el agudo problema que hoy representa la llegada de migrantes que se convierten en presa fácil de la ilegalidad.

LAS MEDIDAS DE LAS AUTORIDADES

Los samarios manifestaron que la falta de patrullajes de los policías en los barrios de la ciudad ha causado que los delincuentes aprovechen esta falencia para aumentar los atracos.

El secretario de Seguridad y Convivencia, Camilo George, y la Policía Metropolita en cabeza del coronel Gustavo Berdugo, buscan ‘combatir’ la delincuencia y disminuir los índices de inseguridad en Santa Marta, por tanto, se toman los barrios para hacer retenes y allanamientos.

Asimismo, el Distrito sigue liderando la avanzada interinstitucional contra la inseguridad en la ciudad, por lo que se acordaron varios operativos de allanamientos de inmuebles al servicio del microtráfico y diferentes delitos; al igual que otras acciones de registro y control a motociclistas y demás conductores.

Para Luís Martínez, presidente de la Junta de Acción Comunal de Las Américas, “la inseguridad que viven los sectores es preocupante, pido una jornada de limpieza comunal e intervenciones psicosociales para todos esos jóvenes que hoy se dejan llevar por sustancias psicoactivas y de esa forma acabar con toda esa inseguridad que tiene nuestro barrio”.

A pesar de los consejos de seguridad, el aumento en el pago de recompensas, la demolición de casas que eran ‘ollas’ donde se expendían drogas, el compromiso de la Policía y la salida a las calles del Ejército a realizar patrullajes aleatorios, la situación no cambia.

“No es fácil conseguirlo, pues todos tenemos una sensación de inseguridad, que esta se ha incrementado en los últimos días. Se necesita mucho más de lo que está haciendo la Policía Metropolitana, pero también es hora de que el Gobierno Nacional nos dé la mano, necesitamos más pie de fuerza y más inteligencia para combatir esta andanada de violencia”, aseguró Miguel Orozco, habitante del barrio ‘María Eugenia’.

La seguridad y la convivencia no están ligadas en el sentido estricto, a temas exclusivos de delitos contra la vida y la seguridad humana. Es necesario avanzar en temas relacionados con la convivencia ciudadana, problemas vecinales, medios de resolución pacífica de conflictos, participación comunitaria y ejercicios de corresponsabilidad, tanto de la ciudadanía como de las autoridades locales que pueden y deben acompañar el ejercicio de seguridad ciudadana.

FORTALECIMIENTO DE LA FUERZA

Las autoridades competentes en materia de seguridad ciudadana estudian cierta clase de delitos que se registran en el Distrito, y ante la necesidad de atacar y prevenir estos fenómenos criminales, se adelantan gestiones que se traducen en un mayor número de fuerza policiva y efectividad en la operatividad en materia de seguridad y convivencia. Poner en alerta a los ciudadanos, brindar respuesta preventiva a tiempo hace parte del trabajo que deben realizar las autoridades competentes en materia de seguridad y ejemplifica una forma de atacar los fenómenos que se presenten en el territorio nacional.

Durante los primeros meses de 2019, la Secretaría de Convivencia Ciudadana, gestionó la llegada de 310 unidades nuevas de apoyo que ahora hacen parte activa de la seguridad en Santa Marta, miembros entre policías y soldados; 20 pertenecientes al Escuadrón Móviles de Carabineros –Emcar; 60 miembros de la Unidad de intervención Policial – Unipol, que han iniciado intervenciones en zonas neurálgicas de la ciudad donde se han identificado las mayores problemáticas y riesgos.

Además de 30 policías de vigilancia solicitados para fortalecer el plan nacional de vigilancia comunitaria por cuadrantes, se empiezan a reforzar las estaciones de Policía que presentan un mayor número de delitos, tal cual como sucede con la Estación de Bastidas, zona del Distrito que presenta el mayor número de homicidios u otros delitos registrados en 2019; 30 miembros de policía militar que acompañan hoy la seguridad urbana; y 130 soldados en la zona rural, con mayor presencia en la parte alta de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Santa Marta registra 18 homicidios en este primer trimestre, dos más que el año pasado.

 

LA RESPONSABILIDAD CIUDADANA

La ciudadanía le exige a la Alcaldía Distrital, la Policía, Ejército y todos los organismos de control que se apersonen del grave problema de seguridad que afronta Santa Marta.

Promover el servicio comunitario y vecinal a favor de la seguridad de los barrios. Esto se traduce en vigilancia pública que es ejercida por los ciudadanos, acompañado de las buenas prácticas vecinales y culturales. La seguridad ciudadana tiene un fuerte arraigo en la cultura y en procesos históricamente adoptados por la ciudadanía, que en el caso de Santa Marta están ligados con la cultura de la ilegalidad.

Es urgente que se fortalezcan los procesos de levantamiento, registro y centralización de información de convivencia (contravenciones), para fomentar su análisis, a fin de que sirva de insumo en la toma de decisiones institucionales y posibilite el fortalecimiento de acciones de prevención en materia de seguridad.

Los desafíos y retos que se presentan en la actualidad en materia de seguridad ciudadana y convivencia en el Distrito de Santa Marta están relacionados con aquellos delitos que históricamente se presentan en el ente territorial con mayor frecuencia. Ninguno de estos delitos ha disminuido significativamente en la ciudad, a excepción de los homicidios que se presentaron en el periodo de enero y febrero de 2016 frente a los registrados en 2017, 14 casos menos. Es de suma importancia llevar el registro y estudio de otras problemáticas que están relacionadas con la seguridad ciudadana y la convivencia en el Distrito y diseñar acciones para trabajar por una cultura ciudadana que promueva la legalidad, teniendo en cuenta los sucesos en los que se enmarcan las principales conflictividades sociales del Distrito, delitos relacionados directamente con rentas ilegales y presencia de actores armados al margen de la ley.

La necesidad de elaborar acciones que lleven a resultados en el largo plazo hace parte de una política de seguridad ciudadana que promueva el trabajo articulado y mancomunado, relevante para mejorar las condiciones de seguridad del Distrito, tanto en la zona urbana como rural, además de un sistema integrado de seguridad pública y ciudadanía, que haya un mejor reparto de competencias, delegando responsabilidades directas; que haya participación ciudadana, que no solo opine sobre los problemas de seguridad, sino opinar sobre la actuación de la seguridad pública.

Otra de las acciones es un amplio acuerdo institucional, político y social sobre la misión de los poderes públicos en la lucha contra la delincuencia, la gravedad del problema de inseguridad ciudadana hace imprescindible este acuerdo, para ello, se debe contar con un observatorio del crimen, las estadísticas científicas son una herramienta muy importante. Los estudios periódicos de victimización para mejorar y modernizar los servicios de justicia y seguridad pública.

Hay que repotenciar los sistemas carcelarios, los delitos muchas veces se gestan y manejan desde las prisiones por la falta de seguridad adecuada y corrupción.

Se hacen necesarios los equipos de tecnología como cámaras de videos en las calles; se requiere una comunidad de inteligencia y de seguridad ciudadana. Se deben agotar todos los esfuerzos posibles para que la inseguridad ciudadana deje de ser un eterno problema que afecte al distrito de Santa Marta y a otras ciudades del país.

El robo a vivienda, también es otro indicador que preocupa a los samarios que viven intranquilos antes los recientes hechos en el barrio Los Almendros.

 

 

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