Departamento
Silenciosamente intimidante III
Con la muerte de ‘Chucho’ Mercancía, el ambiente se encuentra enrarecido porque se desconoce quién será el nuevo ‘patrón’ de la Troncal del Caribe que por tradición ha tenido un ‘jefe’ que domina las rutas y rentas en la zona rural de Santa Marta. o ¿será el Estado quien asuma el ‘patronazgo’ evitando que un nuevo actor ilegal se apodere de este?
Unidad Investigativa
La zozobra en Santa Marta se siente en cada esquina por donde se transita, la cual aumenta con el pasar de los días y se intensifica cuando hay homicidios reiterativos como los ocurridos en las últimas semanas, que presuntamente, según una fuente técnica, están relacionados con las estructuras criminales que operan en la zona rural de la Bahía más linda de América.
Antes de analizar y explicar sobre el crimen organizado es oportuno precisar con palabras del secretario de Seguridad y Convivencia del Distrito, Camilo George, cómo pueden ser tipificadas las estructuras. “Dentro de la identificación de organizaciones delincuenciales se debe hacer una diferencia entre lo que son los GAO y GDO. Los primeros, los Grupos Armados Organizados (GAO) son grandes sociedades que pueden repeler cualquier ataque de la fuerza pública, como las Farc. Los segundos, los Grupos Delincuenciales Organizados (GDO) son 2 o 3 personas que no tienen un control territorial como sí lo tienen los anteriores, pero sí la capacidad de hacer daño por su actuar delictivo, por eso no están a la defensiva”. Esta apreciación permite agrupar en el conjunto de los GDO a los grupos que delinquen en la Sierra.
Santa Marta, por sus atractivos turísticos se convierte en uno de los principales destinos del país, y la ciudad que tiene la ‘Magia de tenerlo todo’ también tiene estructuras criminales que pasan de lo rural a lo urbano, causando un éxodo delincuencial que se mueve silenciosamente de un extremo a otro. Todos son conocedores, que a 49 kilómetros de la capital ocurre cualquier tipo de presión de grupos armados, que heredaron el modus operandi de los paramilitares que mandaron en la región. Extorsiones, asesinatos selectivos, secuestros, tráfico de droga, son el pan de cada día de la zona con alto potencial de turismo ecológico, una mina de oro no solo para las empresas legales, sino también para los que ejercen el terror, porque en la medida en que haya más turistas las rentas producto de las ‘vacunas’, aumentarán.
LA MÁS DESEADA
Las faldas de la Sierra Nevada, por su posición estratégica, son deseadas por cualquier grupo armado, pues las rutas boscosas y su cercanía al mar les facilitan la embarcación de droga, el ocultamiento de tropas, la circulación de armas y la conexión con otras poblaciones del Departamento.
En este momento se disputan el territorio bandas narcoparamilitares, descendientes de la Oficina Caribe a cargo de la familia Giraldo, quienes luchan entre sí para apoderarse de las utilidades que deja la acción delincuencial. En el árbol genealógico de las bases de las estructuras, todas se remontan al ‘Patrón’, Hernán Giraldo, quien en este momento purga una pena en los Estados Unidos. Pero su aparente ausencia no ha sido impedimento para que posterior a la desmovilización, se armaran y ante la vista de las autoridades, volvieran a delinquir.
El 7 de mayo de 2018, la Defensoría del Pueblo emitió la Alerta Temprana 045 en la que mostraba la actividad delincuencial no solo de la zona rural de Santa Marta, sino también en el casco urbano. Se piensa que existe una dicotomía delincuencial entre el que está en el monte con fusil y camuflaje, y el que está en la ciudad con navaja y pantalones raperos, ello solo está en el imaginario colectivo, porque en la práctica, no es así, porque las bandas citadinas vieron la necesidad del patrocinio de los ‘paracos’, y estos a su vez divisaron horizontes prósperos para el negocio. La criminalidad se reinventó y hoy ‘las calles son unas selvas de cemento’, como diría Héctor Lavoe.
La Defensoría del Pueblo enfatiza en que los grupos armados ilegales regulan todos los intercambios económicos y sociales en la población e imponen porcentajes del 10 % para la compraventa de predios aledaños al mar y en la Sierra, cobrando impuestos para los intercambios comerciales de mercancía al por mayor y al detal y del mismo modo para los operadores de servicio turístico.
Estas exigencias son también para los comerciantes, pescadores y operadores formales e informales de la zona urbana de la ciudad. Nadie se escapa de las ‘vacunas’, donde el arancel extorsivo se extiende en el cobro por cada turista que accede a la región; en el cobro por el consumo de platos de comida en los establecimientos comerciales; cobros de peajes revestidos de una fachada supuestamente comunitaria; cobros al ingreso de productos y víveres. Y ¡ay! de aquel que se niegue a cumplir con estos pagos. Supuestas encuestadoras que merodean en el sector de Guachaca y zonas aledañas, son contratadas para tabular las cifras de restaurantes, balnearios, empresas de turismo y transportadores, lo que facilita la contabilidad para la oficina de cobros de los ‘paras’.
UN NUEVO DETONANTE
El informe de la Alerta destapó un nuevo detonante, la identificación de varios ciudadanos venezolanos que han encontrado su nicho de sobrevivencia en las estructuras criminales y delincuenciales que actúan en Santa Marta. La situación de riesgo para esta población se podría agravar dado su nivel de exposición y condición de alta vulnerabilidad para ser instrumentados por grupos armados posdesmovilización. Del mismo modo, el Informe 045 del Ministerio Público, relata que las 52 veredas son lugares estratégicos para el ocultamiento de armas y drogas.
‘LOS PACHENCAS’
Guachaca es considerado el epicentro de las actividades económicas de ‘Los Pachencas’, que tienen una enorme influencia hasta el punto que controlan, en buena medida, las actividades turísticas de este sector. Esta estructura armada ilegal, de acuerdo con lo expuesto por el informe de Alerta Temprana, en la práctica, controla esta región a partir del establecimiento de un status quo basado en el miedo, la conveniencia y la oportunidad para la sobrevivencia que le brinda a parte de la población local.
En un análisis hecho por la especialista en Conflicto Armado y Politóloga, Priscila Zúñiga Jiménez, todo parece indicar que las áreas de la Troncal del Caribe, principal centro de operación de las bandas delincuenciales, y los barrios de la ciudad, microespacios de acción vandálica, son reconocidos por el Gobierno como zonas de influencias de actores armados desde donde se suscita el crimen organizado. Asimismo, en esa búsqueda de control territorial los enfrentamientos internos provocados por el dominio de las zonas llevan a la conclusión, según Zúñiga, que “quien controla la Troncal, controla la ciudad”, creando una onda delincuencial que repercute en la estabilidad de la seguridad en Santa Marta.
Hay quienes padecen en silencio el terror de la guerra, los indígenas de la Sierra, quienes han vivido las décadas de la opresión subversiva desde la bonanza marimbera hasta hoy. “Estamos volviendo a la misma situación de hace 10 años, vemos a los grupos armados en la Sierra presionar el pago de las ‘vacunas’ a los Mamos. Nos prohíben la compra de tierras porque están en manos de ellos y son quienes deben autorizar la adquisición de los predios. La gente del Magdalena tiene garantías, pero, a nosotros los indígenas, que no generamos ingresos económicos, nos cobran ‘vacunas’, ¿de dónde vamos a sacar el dinero?”, expresó José De Los Santos Saunalimaco, gobernador del Resguardo Kogui – Malayo – Arhuaco – Organización Gonawindua Tayrona.
Todo parece indicar, que, para los resguardos indígenas, reliquias de la Nación, la Troncal y la serranía se ha reducido al conflicto armado, es anormal que los grupos alzados en armas no presionen a los pueblos. Este tema es trasladado al coronel de la Policía Metropolitana de la Santa Marta, Gustavo Berdugo, quien, al exponer la perspectiva institucional, resalta, que la Estación más cercana a la zona del conflicto es la de Buritaca y no cuenta con los efectivos necesarios para repeler cualquier acción criminal de gran magnitud.
“‘Los Pachencas’ hacen presencia en ese territorio, tienen arraigo en esa zona, porque pueden tener relaciones familiares, eso hace que se les facilite su presencia y accionar en este lugar. Las investigaciones que ha hecho la Policía frente a este grupo, han permitido implementar operaciones, por tanto, se han dado importantes capturas. En 2018 fueron aprehendidos más de 50 delincuentes de esta estructura”, sin olvidar que esta estructura no es la única que ejerce control extorsivo en esa zona con amenazas de movimientos acelerados a la ciudad y hacia otros departamentos.
LA ‘LENGÜETA’
En este ‘Edén’ apetecido por las bandas por su proximidad al mar Caribe y su conexión a la Troncal, se encuentra la ‘Lengüeta’, un asentamiento de 50 familias expuestas a la lucha de poder, dinero y tierras; esta es una tierra sagrada. “La Troncal del Caribe es muy importante para la infraestructura y progreso de la región, si el Ejército tiene controlada la Troncal, podemos controlar a la ciudad, la parte rural y la urbana”, esto expresó el Comandante del Batallón de Alta Montaña del Ejército, teniente Coronel, Jairo Cuenca Hidalgo. Pero si los hechos de inseguridad en la ciudad reflejan la problemática de lo rural, quiere decir que ¿no se ha podido tener control de las bandas, se les ha salido de las manos?
Todos los entes llamados a responder por lo que ocurre en la Troncal y en la ciudad, coinciden en apuntar que el proceso de desmantelamiento de las bandas delincuenciales es un trámite a paso lento, como es el caso concreto de ‘Los Pachencas’. “Aunque año tras año los hemos venido golpeando de forma contundente, no se han podido desmantelar, porque hay se debe tener claridad en lo que significa impactar y desmantelar. Cuando se impacta una organización, quiere decir que se logran capturar a unos miembros del grupo; pero cuando se desmantela la organización, significa que se acaba de forma total con ella, es decir, el grupo desaparece, en el caso de ‘Los Pachecas’ el grado de dificultad es que se ha impactado, pero no se ha desmantelado, por la misma forma como actúa el grupo y el difícil acceso a la Sierra Nevada, lugar en el que se refugian”, se pronunció el director de Fiscalía seccional Magdalena, Vicente Guzmán, quien también recordó, que los paramilitares reincidentes que se han unido a las disidencias del Bloque Tayrona, podrían enfrentar condenas de hasta 50 años de cárcel.
Frente al fenómeno de movimiento de las bandas que operan en las faldas de la Sierra, Camilo George desliga la relación que existe entre La Troncal y la ciudad, “una cosa es lo que ocurre en la ciudad y otra diferente es lo que pasa en la zona rural, aquí matan a alguien o alguno vende droga y enseguida dicen que fueron ‘Los Pachencas’, y eso no es del todo así, aquí en la ciudad existen cerca de 36 bandas identificadas que no necesariamente están ligadas a ese grupo. Se dice, según información de inteligencia, que alias ‘La Silla’ tiene un vínculo con ‘Los Pachencas’, con gran injerencia en lo rural”.
Ante este escenario tan confuso por los hilos entre una banda y otra, crece un problema rural que se mezcla con el urbano, nublándose más el panorama en la ciudad con la presencia de otros actores sociales que influyen en la percepción de seguridad.
POT, PARAMILITAR
En el adagio popular se dice que cuando el corredor de la Troncal del Caribe y la Sierra Nevada se ‘calienta’ el reflejo de esa situación se traslada a la esfera urbana de la ciudad, donde siembran el terror con actos criminales como asesinatos selectivos por ajustes de cuentas entre una organización u otra.
Según una fuente técnica, el crimen organizado tiene como ejes centrales tres fenómenos determinantes: la Oficina Caribe, la venta de franquicia y el POT, paramilitar; y transversales que hacen compleja la intervención por la aplicación tardía de la política de seguridad, el narcotráfico, las dinámicas criminales actuales y la violencia urbana en el Distrito.
El Plan de Ordenamiento Territorial consiste en una medida de división que se dio en la Sierra Nevada de Santa Marta y que hace parte de la forma como se reorganizaban los bloques paramilitares. La fuente técnica asegura, que “esta medida implica a la ciudad, para manejo y control. La zona urbana y rural estaba dividida, esto facilitaba a los comandantes el control y la responsabilidad de su zona y había una neutral, donde nadie se metía, pero que controlaba Giraldo: 11 de noviembre, Garagoa, Cantilito y el Yucal; y para el Clan de los Rojas, Gaira y Bonda”.
Además, la fuente técnica agregó, que “esto básicamente funcionaba solo para casos de sicariato. Si la gente de Hernán Giraldo tenía que asesinar a alguien que estaba en la zona de los Rojas, esto debía ser informado al comandante de ellos y este tomaba la decisión si lo asesinaban o permitían que lo hicieran los Giraldos y viceversa.
Lo mismo ocurría con la carrera 19 con avenida del Libertador. Desde ese punto hasta el mar cobraba un comandante financiero y desde ahí hasta Mamatoco, otro. El territorio de los Rojas comenzaba en Las Tinajas, subiendo por Boquerón y La Lisa, hasta La Tagua y desde ahí bajaba por Tigrera, el 20 de Octubre, Villa Dania y Bonda. Asimismo, desde Gaira hasta la Y de Ciénaga. A Giraldo le correspondían El Rodadero, el Mercado Público y toda la Troncal del Caribe hasta el río Palomino”.
LAS ESTRUCTURAS SE MUTAN
Es un secreto a voces que en Santa Marta operan desde el siglo pasado organizaciones criminales que ponen en jaque la seguridad territorial, que con el pasar de los tiempos se mutan para conformar nuevas estructuras que buscan por todos los medios disputar un territorio bendecido por la naturaleza, pero maldecido por el actuar del hombre que origina violencia para alcanzar el dominio de las apetecidas rutas para la comercialización de armas y drogas.
LA OFICINA CARIBE
La fuente técnica explica, que “la Oficina Caribe es una estructura de cobro fundada por la familia Giraldo en el 2013 para manejar el negocio del narcotráfico y los cobros. Fue asesorada por la Oficina Caribe en cabeza de alias ‘Don Berna’. En su estructura principal estuvieron Hernán Giraldo Serna, Rubén Giraldo Serna, Freddy Cantillo Castillo, Wilson Giraldo, Nodier Giraldo, Herman Giraldo, Alberto Giraldo, Amparo Giraldo, entre otros, ya fallecidos.
En el 2008, la Oficina Caribe entregó la zona a los Mejía Múnera (Mellizos). Un año después, uno terminó muerto; el otro, capturado. “Eso hizo que algunos de los Giraldos decidieran armar estructura criminal por su cuenta para apoyarse mutuamente”.
LEALES A GIRALDO
Los Leales a Giraldo, otra estructura que en el 2006 comandada por alias ‘Fercho’, con 50 hombres, quedó como protección después de la desmovilización en caso de que el gobierno fallara los acuerdos. “Fue entregada a los ‘Mellizos’ como parte del negocio por la venta de la franquicia. El temor que tenían los excomandantes del bloque Resistencia era que fuera atacada la finca que iba a convertirse en centro de reclusión y la zona de ubicación temporal, la cual funcionó por tres meses en la vereda Quebrada del Sol”.
Esta estructura estaba compuesta por los que no se desmovilizaron y los menores que fueron sacados de la zona de ubicación temporal, migraron a otras estructuras.
ÁGUILAS NEGRAS
En el 2007 se conformaron las Águilas Negras, conformadas por mandos medios del Bloque Norte y del Bloque Resistencia Tayrona. “Estaban 55, 57, Macondo, R8 y Caucasia, entre otros. Esta estructura aparece inicialmente en la vereda El Boquerón, y desde allí empieza a ganar espacios. Fue atacada por el Ejército Nacional donde perdió a dos combatientes”. Esta estructura se radicó en El Banco, Magdalena, municipio en el que cometieron muchos homicidios y extorsiones. Fue coaptada por el Bloque Nevado.
Otra estructura es el Bloque Cacique Arhuaco conformada en el 2008 por los mandos medios solo del bloque Resistencia Tayrona. “Allí estaban: 55, 25, El ‘Guajiro’, ‘Chayanne’ y algunos sobrinos de Hernán Giraldo, Leales a 55. Esta estructura coaptó a las Águilas Negras y se ubicó en Barranquilla con la gente de Jorge 40, el Grupo de los 40, donde estaba alias ‘Salomón’ y ‘Chan’, quienes fueron capturados y extraditados”, comentó la fuente técnica.
Además, informó la fuente técnica, que “cometieron acciones sicariales en Santa Marta, entre ellas, el asesinato de varios desmovilizados que no querían sumarse a las filas. Hicieron unión con el Clan de los Rojas, los cuales fueron capturados en su totalidad, alias ‘Negrete’ en Ibagué, y un grupo grande en el barrio Castropol de Medellín. Esta estructura recibió apoyo del Frente Contrainsurgencia Wayúu, a manos de Arnulfo Sánchez, alias el ‘Señor del Desierto’.
LOS ‘MELLIZOS’
En 2008 fue fundada la estructura de los ‘Mellizos’ compuesta por los hermanos Miguel Ángel y Víctor Manuel Mejía Múnera, según la fuente técnica, “compró a Hernán Giraldo el territorio para explorarlo. Uno fue capturado; el otro, asesinado; también sus mandos medios fueron capturados, alias ‘Coyote’ y alias ‘la Mona’, recién salidos de Justicia y Paz.
Esta estructura recogió todas las anteriores o lo que quedaba de ellas: Leales a Giraldos, Águilas Negras y Bloque Cacique Arhuaco. “Fue la responsable del incremento de las salidas de lanchas rápidas y asesinatos de líderes”.
BLOQUE NEVADO
Esta estructura existió en 2009, comandada, según una fuente técnica, por alias ‘Coyote’, Jimmy Zapata Salinas y alias ‘Chucho’, esposo de Amparo Giraldo, hija de Hernán Giraldo Serna. “A este grupo se le atribuyen varios asesinatos en el sector de Guachaca, Buritaca, Don Diego y Santa Marta”, sostuvo la fuente consultada, quien, además, señaló, que “fue traicionado por el abatido alias ‘Chucho’ quien junto a Alberto Giraldo trajeron a Los Paisas para aniquilar al Bloque Nevado”.
‘LOS PAISAS’
‘Los Paisas’ llegaron al territorio en el 2009, de acuerdo con la fuente técnica, “luego de las diferentes capturas, la familia Giraldo se dividió, una en cabeza de Daniel Giraldo; la otra, comandada por Alberto Giraldo. Cada uno sumó hermanos a sus filas y empezaron asesinarse entre ellos. Como consecuencia, Alberto pacta con ‘Los Paisas’ y los trae para combatir al Bloque Nevado y lo derrota fácilmente y se apropia de la zona. Alberto Giraldo se une a Amparo Giraldo y a alias ‘Rambo’, quien responde al nombre de Hernán Giraldo Ochoa.
También, la fuente técnica agregó, que “estas personas iniciaron una serie de muertes entre familiares donde cayeron primos, hermanos, yernos, entre otros miembros de la familia Giraldo, a los cuales les le tocó desplazarse”.
OFICINA DE ENVIGADO Y ‘LOS RASTROJOS’
La fuente técnica reveló, que “la Oficina de Envigado como socia de los Mejía Múnera interviene por el rescate de la zona que habían perdido estos. Sin embargo, para ese momento estaba dividida, su brazo armado en manos de alias ‘Valenciano’ había entrado en pugna. La Oficina de Envigado era comandada por alias ‘Douglas’, quien se quedó sin músculo militar para atacar a ‘Los Paisas’ en Santa Marta, Barranquilla y Cartagena.
‘Los Rastrojos’ llegaron para apoyar a la Oficina de Envigado en su lucha contra ‘Los Paisas’ y la recuperación de la Sierra Nevada de Santa Marta. Este grupo es aliado de los ‘Mellizos’ con el Cártel del Norte del Valle. Sin embargo, la fortaleza de ‘Los Paisas’ se hizo evidente y ‘Los Rastrojos’ estaban en otras pugnas territoriales, por los que rápidamente fueron expulsados del Distrito”.
‘LOS URABEÑOS’
En el 2012 llegaron los ‘Urabeños’ a la capital del Magdalena. Según la fuente técnica, “al estar la disputa entre familiares tan fuerte y lo invencible de ‘Los Paisas’, la Oficina Caribe en la cárcel, casi todos capturados, decide retomar las fuerzas para sacar a ‘Los Paisas’. Es así como el mismo Alberto Giraldo es obligado a traicionar a los ‘Paisas’ y trae a ‘Los ‘Urabeños’, quien, junto a la Oficina Caribe combaten militarmente a ‘Los Paisas’. Esta guerra trajo múltiples delaciones y homicidios”.
En este año y durante muchos meses se produjeron más de 150 muertes, coincidiendo con la llegada del exalcalde Carlos Caicedo a la Alcaldía. Por lo que había paros, atentados, asesinatos. De acuerdo con la fuente, fue la época más violenta registrada en Santa Marta.
‘LOS PACHENCAS’
‘Los Pachencas’ se conformaron en 2012, según la fuente técnica, “luego de combatir a la mayoría de ‘Los Paisas’, la Oficina Caribe traicionó a ‘Los Urabeños’ y se quedó con la zona. Los usó y volteó a sus comandantes, entre ellos al abatido Jesús María Aguirre, alias ‘Chucho Mercancía’ y le dio la libertad militar para operar siempre y cuando obedeciera a la Oficina Caribe”.
“‘Los Urabeños’, al verse diezmados y perder muchos hombres u otros frentes, fueron expulsados del territorio, y la captura de su máximo comandante, alias ‘Belisario’, Melquisedec Henao, primo de don Mario, pierden cualquier posibilidad de maniobrar y se van”.
Actualmente, operan en el eje vial de la Troncal del Caribe las Autodefensas Conquistadores de la Sierra, según la fuente técnica, “comandadas por Amparo Giraldo. Esta estructura hace parte ‘Los Pachencas’ que, a su vez, dependen de la Oficina Caribe. Tiene alrededor de 40 personas camufladas y con fusiles; el segundo al mando es su esposo”.
En la Oficina Caribe hay un pacto de caballeros. El que salga de la cárcel puede sumarse a cualquiera de los grupos que dependen de la Oficina Caribe, sea ella, (la Oficina), ‘Los Pachencas’ o los Conquistadoras de la Sierra.
LA VENTA DE FRANQUICIA
La Oficina Caribe negoció la venta de franquicia a los hermanos Mejía Múnera en 2007. De acuerdo con la fuente técnica, “esa venta incluía rutas de narcotráfico, microtráfico, listado de extorsiones, hombres en armas y el territorio consolidado de los Giraldos, desde Las Tinajas hasta el río Palomino y desde la calle 19 hasta el puerto. La venta se efectuó en 4 USD”.
Además, la fuente técnica explicó, que “esta franquicia incluía hombres, armas, rutas de narcotráfico y finanzas. Esta negociación, como en todo carácter ilegal, hay dos caminos, uno para los que reciben el dinero y lo reparten; y dos, para los que no les toca nada del botín y se sienten vulnerados, puesto que también han dado mucho por esa organización. Eso pasó con los hijos de Giraldo. Algunos quedaron bien, otros, no. De modo que días después entra la organización conocida como ‘Los Mellizos’ a imperar en la Sierra Nevada de Santa Marta y a combatir al Cacique Arhuaco, a las Águilas Negras y a Resistencia Wayúu de alias ‘Pablo’. Esta negociación fue pactada por Rubén Giraldo, Wilson Giraldo, Daniel Giraldo, los hermanos Miguel Ángel y Víctor Manuel Mejía Munera y alias la ‘Mona’”.
TRANSVERSALES: NARCOTRÁFICO
Entre las rutas está el Puerto de Santa Marta que, según la fuente técnica, “es operada por Elkin Javier López Torres, alias la ‘Silla’, el ‘Señor de la Silla’ o ‘Doble Rueda’, quien fue jefe de la Oficina Caribe, y delinque en ciudades como Santa Marta, Riohacha, Valledupar, Barranquilla, Cartagena, Medellín y San Andrés”.
Además, agrega, que “el narcotráfico está bien estructurado en el Distrito por las condiciones que ofrece: los puertos, que son el sistema de transporte por preferencia de los narcotraficantes. Algunas de estas incautaciones son orquestadas desde Ciénaga debido a los controles y por la Armada Nacional, que procede en el Distrito, pero, manejan un hilo conductor que está asociado al Clan del Golfo, que sostiene alianzas con locales desde Ciénaga para impactar en algunos sectores de Santa Marta”.
La fuente técnica, además, reveló, que “no utilizan las antiguas zonas del Frente Resistencia Tayrona porque es territorio de ‘Los Pachencas’, quien tiene el dominio del territorio y del puerto. Las salidas que se hacen desde ahí eran ‘autorizadas’ por el desaparecido ‘Chucho’ Mercancía o la Oficina Caribe dejando al Clan del Golfo, con salidas por otros puertos secundarios como puerto Zúñiga, la Drummond, puerto Brisa y algunos sectores de la Troncal del Caribe”.
MODALIDADES
Para la salida de la droga, las estructuras criminales tienen diferentes modalidades como rutas, entre ellas, están el camuflaje, que, según la fuente técnica, “es la droga que entra al puerto dentro de container para ser llevada a puertos de Europa. La droga es camuflada entre cajas de banano, en cemento blanco y madera”.
Otra acción es preñar, manifiesta la fuente técnica, “cargamento en mar abierto para evadir el control de las autoridades. El barco zarpa y es interceptado por una lancha rápida o un barco pesquero para entregar la droga. Es preciso aclarar, que en esta acción no se evidencian grandes cantidades de droga. Entre 100 y 200 kilos”.
Las estructuras se ingenian diferentes modalidades para sacar la mercancía, una es a través de lanchas rápidas, que “salen especialmente de zonas con manglares. En el Distrito se han identificado algunos puntos de salida, debido a la acción de los radares este tráfico, además de su reducción por la vertiente nororiental; las últimas lanchas salieron en 2014. Sin embargo, desde el Distrito se coordinan las salidas por La Guajira y por el Parque Isla de Salamanca”.
Los barcos pesqueros son otra herramienta que utilizan, según la fuente técnica “estos salen especialmente de Taganga y duran un tiempo prudente en altamar, haciendo sus faenas de pesca. Llevan entre 10 y 20 kilos de cocaína. Pero también hacen las veces de plataforma para abastecer a las lanchas rápidas”.
Actualmente en Santa Marta existe una disputa territorial, precisa la fuente técnica, “porque a pesar de que Miguel Ángel Mejía Múnera se encuentra en Estados Unidos, compró la franquicia a la Oficina Caribe y sus comandantes han salido para recuperarla. En estos momentos, junto a ‘Los Urabeños’, retoman el control de la zona porque está en la obligación de entregarle el territorio a los ‘Mellizos’; con el abatimiento de alias ‘Chucho’ Mercancía, una pérdida sensible para ‘Los Pachencas’ que confirma el conflicto interno por recuperar el dominio del territorio cedido a través de la venta de franquicias.
Con la muerte de ‘Chucho’ Mercancía, el ambiente se encuentra enrarecido porque se desconoce quién será el nuevo ‘patrón’ de la Troncal del Caribe que por tradición ha tenido un ‘jefe’ que domina las rutas y rentas en la zona rural de Santa Marta. o ¿será el Estado quien asuma el ‘patronazgo’ evitando que un nuevo actor ilegal se apodere de este?
Autodefensas niegan ser responsables de asesinatos en la zona urbana:
Las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada (ACSN) niegan ser los responsables de los últimos hechos de sangre registrados en Santa Marta y el Magdalena. El grupo armado emitió un comunicado a la Opinión Pública en donde se desligaban de los asesinatos selectivos reportados por las autoridades de Policía.
El documento precisa, que esta organización paramilitar no tiene nada que ver con el homicidio de Joaquín Trujillo, líder social de la vereda Quebrada del Sol, por lo contrario, están detrás de la pista de alias ‘Daniel’ y alias ‘Chespirito’, a quienes responsabilizan del acto sicarial efectuado el 30 de mayo.
Por otra parte, las ACSN dicen no estar en contra de las personas de bien de la región donde operan, por lo cual desmienten cualquier afiliación estructural que les quieran hacer por los asesinatos en la ciudad.
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