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“Compensamos la falta de recursos con gestión”: Chico’ Zúñiga
‘Los de antes y los de ahora’, una frase de moda en la ciudad y que nació con el fin de enviarle el mensaje a la sociedad samaria de que los anteriores mandatarios no hicieron nada por la ciudad, pero los nuevos sí. Ante esto, José Francisco ‘Chico’ Zúñiga, alcalde de Santa Marta durante el periodo 2004 – 2007, señaló en el sofá de naranja de OPINIÓN CARIBE, que aunque un poco tarde, a ‘los de antes’ les llegó el momento de demostrar que sí solucionaron problemas que eran prioridad, a pesar de no contar con muchos recursos, hubo gestión en su periodo de gobierno. Además, precisó, que desde hace ocho años solo han ‘maquillado’ a la ciudad.
Usted fue alcalde de Santa Marta en medio de la Ley 550, ¿cómo la recibió?
En 2004 asumí el cargo de alcalde de la ciudad, recibí un Distrito completamente embargado e inviable y no era responsabilidad de la administración anterior ni de Fernando Celis, quien estuvo apenas 10 meses al frente y a quien le correspondió adelantar la cuantificación de las deudas que tenía el distrito de Santa Marta, es decir, pudo confirmar una masa de acreedores cuantificada en $200 mil millones de pesos.
Cuando llego, encuentro esa situación, no había posibilidad de comprar ni siquiera un lápiz. Con el Ministerio de Hacienda comenzamos el proceso de la Ley 550, se debía hacer un acuerdo con los acreedores e implementar todas las medidas habidas y por haber que venían del Ministerio de Hacienda; ello se pudo lograr y pactamos pagar todas las acreencias en 14 años.
¿Cómo inició el pago de la Ley 550?
Luego de establecer que serían 14 años para pagar las acreencias, asumimos medidas internas en la administración con el fin de ahorrar lo suficiente para los compromisos de pagos con la Ley 550.
Al entrar en Ley 550 cesaban todos los embargos, por tanto, el Distrito comenzaría a tener un respiro. En aquel tiempo, desvinculamos a mil personas, una situación bastante difícil y complicada, porque asumí un costo político muy alto, pero era la única manera de salir adelante ante la difícil situación que se vivía en Santa Marta. Asimismo, tuvimos que eliminar 12 dependencias de la Alcaldía, ya que no había forma para mantener esas nóminas.
Le pagamos a todos los acreedores en tres años, eso fue algo que ayudó a salir de la Ley 550 con los ahorros que se produjeron y por el aumento de los recaudos; no fueron más impuestos, fueron mayores recaudos y pudimos cumplir con ese pacto en el menor tiempo posible.
Muchos no ven esa tarea, pero, así como se desvincularon mil personas, busqué la forma de propiciar ambientes favorables para que llegaran nuevas empresas a Santa Marta que generaran empleo, esta ciudad siempre ha padecido porque no hay inversión privada, pero logramos vincular a nuevas empresas.
¿Cuáles fueron esas inversiones privadas que llegaron a Santa Marta?
Gestioné la llegada de dos importantes centros comerciales, algunos me decían que no eran obras mías, sino privadas, era así, pero si yo no les daba las facilidades y el apoyo necesario no estarían aquí. Conseguimos el lote donde se construyó el centro comercial Buenavista; este era un lote de la Nación, me lo entregó el presidente Álvaro Uribe, lo vendí a los inversionistas y con eso hicimos cinco escuelas en distintos sectores de la ciudad: Aeromar, Líbano 2000, la Quinina en Gaira, La Paz y uno en la Sierra Nevada, todos dotados y con comedor escolar.
Había tres proyectos de la administración de Hugo Gnneco: el Mercado público, la Policlínica de Pescaíto y el colegio Juan Maiguel de Osuna. Cuando llegué, me enviaron desde Bogotá una solicitud de reembolso de unos recursos, porque en tres años no se habían ejecutado; pedí un tiempo para desenredar cualquier situación que se estuviera presentando para la no ejecución de las obras y así pudimos terminarlas.
Comenzaron en mi gobierno y terminaron en mi gobierno. El Mercado Público lo encontré iniciado con unas cuantas columnas, pero la obra estaba suspendida y había un clamor de la ciudadanía. Pude lograr la terminación de la construcción y se la entregué a la administración que me siguió, la cual no lo puso en funcionamiento, porque fue un contrato lleno de dificultades. Cuando asume el cargo Carlos Caicedo, ya encontró el mercado construido, dice que fue él y no fue así. Lo ocupó y es algo que se le abona, pero lo recibió terminado por parte del exalcalde Juan Pablo Díaz Granados.
¿Cómo se trabaja en un Distrito que no tiene recursos para inversión?
Con los pocos recursos que contaba se lograron hacer muchas cosas. El primer año no tuve un solo peso para inversión, todo se iba en pagos de acreencias, fue una labor titánica, sin embargo, pude hacer alianzas con el Gobierno Nacional y ampliamos 27 colegios e hicimos siete nuevos, además de muchas otras obras como la recuperación del Centro Histórico que le dio posibilidades de empleo a los samarios, pero que desafortunadamente hoy, no tiene mantenimiento de ninguna clase.
También exoneramos de impuestos a las empresas para que se vincularan a Santa Marta y llego Odín Energy, Protabaco, Encocable, Makro, McDonald’s, el Parque Logístico Industrial y la Zona Franca Tayrona.
Construimos el colector pluvial, obras básicas para la ciudad. Cuando llegué encontré el caos con respecto a las inundaciones de los barrios nororientales de Santa Marta: Chimila, Bastidas y ‘María Cristina’. Todos esos sectores se inundaban, entonces construimos el colector pluvial que comenzó con la construcción de un túnel de 165 metros para llevar el agua al mar, proyecto que terminó Juan Pablo Díaz Granados, pero que inicié yo y para el cual quedaron recursos para terminarlo. En Pescaíto también se hizo un colector pluvial.
Se hizo el canal de la 14 en Manzanares, dejamos la semaforización de la ciudad y hoy tenemos un sistema moderno gracias a esa tarea que iniciamos en 2007. Asimismo, obras de pavimentación en sectores de la ciudad, la construcción de redes de acueducto de los barrios ‘Nacho Vives’ y San Fernando; construimos alcantarillados en ‘Luís R. Calvo’, Divino Niño, Ondas del Caribe, 8 de Diciembre y ‘Luís Carlos Galán’.
Igualmente, hicimos el trasvase del Río Piedras que solucionó gran parte el problema de agua en Santa Marta en su momento. Es decir, ‘los de antes’ sí hicimos, Santa Marta sí existía cuando ellos llegaron a la administración, no es como dicen, que todo se lo robaron y que Santa Marta avanzó solo de ocho años para acá, eso no es cierto. El relleno sanitario también fue un problema grave que se solucionó en tres meses.
¿Durante su periodo de gobierno hubo alianzas entre la Gobernación del Magdalena y la Alcaldía de Santa Marta?
Yo no tenía plata, pero había gestión y se resalta la ayuda de los parlamentarios. Uno no puede pelear con el Gobierno Nacional y no puede haber un divorcio entre la Gobernación y la Alcaldía.
Conjuntamente con el Gobernador de ese momento, Trino Luna, nos aliamos para conseguir inversión de la Doble Calzada Ciénaga – Santa Marta. Nos pegamos al presidente Álvaro Uribe y al Director de Invías en ese momento; fuimos a Bogotá juntos y firmamos un convenio para lograr el Plan Vial del Norte que incluía la Doble Calzada, la Vía Alterna al Puerto; Vía Mamatoco al Puerto; Santa Marta – Minca; Minca – El Campano y desde ahí hasta La Tagua.
Se logró la Doble Calzada Ciénaga – Santa Marta, la Vía Alterna y la vía entre Mamatoco y el Puerto con apoyo del Gobierno Nacional. Con lo que no contamos fue con recursos propios, pero sí hicimos gestión con el Gobierno Nacional y analizaron las necesidades que les planteábamos juntos. Además, fuimos con el presidente Álvaro Uribe a la isla de Saint Kitts, con Cartagena y San Andrés y gestionamos la llegada de cruceros a la ciudad.
¿El Sistema Estratégico de Transporte se inició en su gobierno?
Hay que desenmascarar muchas cosas que se dicen y que no son ciertas. El transporte masivo era un problema de las ciudades intermedias, fuimos 10 alcaldes donde el presidente Álvaro Uribe y Óscar Iván Zuluaga, quien era el Ministro de Hacienda, nos aprobaron los recursos para cada ciudad, unos 40 millones de dólares.
Dejé los proyectos adelantados, no pude terminarlos porque fueron casi a final de gobierno, llego la administración de Juan Pablo Díaz Granados, hizo modificaciones que demoraron la ejecución y el recurso le quedo íntegro a Carlos Caicedo.
Nadie antes había manejado tantos recursos como los que se han manejado en estas dos últimas administraciones. Encontraron un Distrito saneado, el dinero del transporte masivo, todo fue gestionado en mi administración, ahí inició todo y hoy sacan pecho de todo, cuando lo que han hecho es ‘maquillar’ a la ciudad.
¿Cuáles son las obras importantes de los últimos ocho años que han solucionado problemas graves de la ciudad? El problema del agua no tiene ni siquiera un proyecto para lograrlo, si mañana llega el Gobierno Nacional y dice que va a financiar el agua para Santa Marta no se podrá, porque no hay estudios, no hay proyecto y no se tiene claridad desde donde sería captada el agua. Lo que yo hice sin tener recursos y arrancando una administración con cero recursos para inversión fue más de lo que han hecho. No hice obras para que las viera la gente, pero sí fueron obras que solucionaron problemas graves que tenía la ciudad, hubo prioridades.
Usted que fue alcalde y conoce a la ciudad, ¿qué considera que le hace falta para ser más competitiva?
Considero que vendieron una imagen que no era y nos quedamos callados, no salimos a tiempo para decir cómo eran las cosas; otros aún no lo han hecho, pero cada uno tiene que decir algo. Recuerdo que cuando fui gerente de telefonía le entregamos un excelente servicio a la ciudad porque no tenía teléfono, no había comunicación entre Santa Marta y El Rodadero.
Hoy, Santa Marta necesita la prestación óptima de servicios públicos, pedimos el agua, pero necesitamos el alcantarillado. Hace falta mayor control del espacio público y presionar a nivel región Caribe por el problema de la energía eléctrica. Si los servicios no son de calidad, no llegará la inversión, por tanto, no habrá desarrollo en el turismo.
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