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Morir en primavera
Una cifra que debe alertar a los samarios fue entregada por el padre Fajib Álvarez Yacub, párroco de la capilla del cementerio San Miguel. Todo parece indicar que los menores de 50 años en la ciudad viven de manera vertiginosa y mueren en primavera.
Daniela Pirela Wisman
¿Será Santa Marta ‘la Ciudad del Buen Vivir’ como está establecido en el Plan de Desarrollo 2016 – 2019 del alcalde Rafael Martínez, cuando se han vuelto comunes los titulares de noticias que hacen referencia a muertes en accidentes, atentados y suicidios?
La coincidencia es que, en su mayoría, son personas jóvenes o adultas menores de 50 años. Así lo dio a conocer el padre Fajib Álvarez Yacub, párroco de la capilla del cementerio San Miguel, “muere mucha gente joven, la mayoría, asesinados y accidentados. Es alarmante, cuando presente el informe ante el Ministerio de Salud y Protección Social, en un ejercicio que debemos hacer todas las personas que tenemos cementerios a cargo”.
Anualmente, todos los cementerios del país deben presentar un informe ante el Ministerio de Salud y Protección Social, en el que se deben detallar los servicios que se prestan en el cementerio, “haciendo el ejercicio de redacción del informe, me percaté de lo que está sucediendo; me llevé una sorpresa al ver la cantidad de personas menores de 50 años que han fallecido, he consultado con otros cementerios y me dicen que estamos en iguales circunstancias”, manifestó el padre Fajid, quien añade, que con el trabajo del día tras día, solo se está pendiente de los sepelios, “pero cuando se recopila toda la información y se comienza a estudiar más a fondo el tema, uno se pregunta ¿qué está pasando? Entonces, ahí es donde se cae en la cuenta, que el asunto hay que tomarlo en serio”.
Del 100 por ciento de las personas que son sepultadas en el cementerio San Miguel, el 80 por ciento es de jóvenes, “algunos por enfermedad, un porcentaje muy pequeño; otros mueren en accidentes u otro tipo de muertes violentas como asesinatos”, precisa el padre Fajid. Son estas últimas causas, el detonante más frecuente de los sepelios. “Todos los fines de año presentamos el informe y a finales de 2018 se hicieron en el cementerio unos 600 servicios y el 80 por ciento, después de revisar, son personas relativamente jóvenes, un pequeño porcentaje esta entre los 50 y los 70 años; un pequeño número de los 70 años en adelante, esto es alarmante”.
Todo parece indicar, que en ‘la Ciudad del Buen Vivir’ se cuida poco la vida y hay muy pocas acciones para apoyar a los jóvenes para que no transiten el camino fácil, el de la delincuencia o de las drogas. “Las personas se han dejado llevar por el desorden, la emoción y los momentos. Se meten en ‘camisa de 11 varas’ sin medir las consecuencias. Hoy, encontramos a mucha gente que promete negocios maravillosos, fantásticos, parece que eso les gusta a las personas. Se involucran en ellos sin saber los peligros que hay detrás de los negocios fáciles. Hay delincuencia y otros factores que pueden acabar con la vida y de paso con la felicidad, llenan de dolor y de tristeza a la familia”, manifestó el padre Fajid.
El padre señala, que hay personas que tienen en su mente que lo fácil es la única salida o que se les va a dar un gran negocio de mucho dinero, “uno ve a la gente haciendo la fila para comprar el baloto, pero no quieren trabajar. Es importante trabajar, organizarse para lograr las cosas, la gente se ha vuelto facilista, saben comer, pero no sembrar. Hoy, es importante prepararse académicamente, presentársele a la vida con capacidades, una persona que estudia siempre tiene ventajas sobre las que no, tiene más opciones. Dejen la vida fácil, trabajen, prepárense, que si se organizan, pueden tener lo que quieran o ir a donde desean”.
NO SE CUIDAN
Teniendo en cuenta que hay un porcentaje de personas fallecidas menores de 50 años que corresponde a muertes por enfermedades, el padre Fajid precisa, que la mayoría no se cuida y no valora la vida. “Recuerdo, que alguien me decía que en tal lado vendían unas empanadas deliciosas, le respondía, la empanada más deliciosa que me he comido en la vida era cuando salía al recreo. Cuando estudiaba, yo esperaba la empanada y el jugo todas las mañanas, los anhelaba, pero, actualmente, hay jóvenes que con tal de tener el celular con minutos y datos no se comen la merienda en el colegio, la sacrifican por comprar el aparato de última tecnología para comunicarse. Comen mal y se alimentan con cualquier bobada con tal de aparentar y exponen su integridad dejando de lado su salud”.
EL SUICIDIO, LA SALIDA DEL TÚNEL
La Organización Mundial de la Salud, OMS, define el suicidio como el acto deliberado de quitarse la vida, el cual afecta a todas las regiones del mundo. No hay un rango preciso de edad ni grupo poblacional específico donde se pueda presentar este fenómeno. La OMS sostiene que las personas que intentan suicidarse, con frecuencia tratan de alejarse de una situación de vida que parece imposible de manejar.
De acuerdo con las estadísticas, los suicidios disminuyeron entre los años 2012 y 2014. En 2015 se ‘disparó’ este fenómeno y en 2016 se evidenció un incremento del 10 %. Expertos aseguran, que en los últimos 10 años se ha presentado un aumento en los casos de suicidios en adolescentes.
Los suicidios también caben en este porcentaje de personas que mueren en Santa Marta menores de 50 años, “cuando se presenta un suicidio es porque es la salida final del túnel. Cuando una persona decide acabar con su vida, la familia y amigos cercanos comienzan a preguntarse qué pasó, y la pregunta no es qué pasó, es en qué fallé, porque yo también fui culpable, de pronto lo vi triste y no me le acerqué, lo vi diferente y no le pregunté qué tenía”, señala el padre Fajid, quien argumenta que no solo hay una falla en el que se quita la vida, hay una falla en el hogar, la familia y en los amigos. “No encuentra apoyo y tiene el suicidio como mecanismo de salida a sus problemas, ya sea por cargas emocionales, temas económicos, del corazón o enfermedades terminales”.
LO DIJO SANTA MARTA CÓMO VAMOS
De acuerdo con el informe de Calidad de Vida 2018 de Santa Marta Cómo vamos, las muertes violentas en la ciudad aumentaron de manera preocupante. En 2017 se registraron 203 muertes violentas y en el 2018 hubo 234 casos: 108 homicidios, 79 accidentes de tránsito, 27 accidentes y 20 suicidios. Este fue el tercer año consecutivo en el que se registró un aumento en los homicidios, por lo cual Santa Marta Cómo Vamos sugirió activar las alarmas para que no aumenten esos casos.
“Lo que más preocupa es el tema de los homicidios, por tercer año consecutivo aumentaron en la ciudad. En 2015 se registraron 80 casos; en 2016 aumentaron en un 10 por ciento; en 2017 aumentó en un 5 por ciento más y en 2018 se dio un aumento del 16 por ciento”, precisó el Director de Santa Marta Cómo Vamos. Asimismo, explicó, que el 44 por ciento de los homicidios fue en contra de jóvenes, los cuales oscilaban entre los 12 y 28 años. Por otro lado, precisó, que del 81 por ciento de los homicidios no se tiene información sobre la circunstancia del hecho.
En relación con los datos del informe de Calidad de Vida 2018 de Santa Marta Cómo Vamos, el trimestre más violento del año fue octubre a diciembre con el 31 por ciento de los casos de homicidios en la ciudad; mientras, que los barrios con más casos de homicidios fueron, Vista Hermosa, el Cerro de las Tres Cruces, Mamatoco y Once de Noviembre.
Aunque Lucas Gutiérrez afirmó, que cuando se contrasta el porcentaje de homicidios en Santa Marta con la tasa promedio del país, la ciudad se ubica por debajo del índice, “no es que la ciudad haya regresado a la época de una ciudad peligrosa, pero en tres años consecutivos han aumentado los homicidios, ello es motivo de preocupación, estamos lejos de Quibdó y Cali que presentan cifras graves, pero se debe llamar la atención y trabajar para disminuir la tasa de homicidios en la ciudad”.
UN LLAMADO DE ATENCIÓN
El padre Fajid, ante la alarmante cifra de fallecidos en su etapa primaveral, hace un llamado a la juventud a la calma, a valorar la vida y mantener la salud. “Hago un llamado de atención a los jóvenes, deben aprender a que todo tiene su momento, dejen la carrera, deben trabajar con honestidad y hacer camino, pero la gente hoy quiere tenerlo todo ya, enseguida y de la manera más fácil, no todo el que tiene hoy sus cosas es porque estas le bajaron del cielo de manera instantánea, es un trabajo de años, de compromisos, préstamos que se pagan y demás, con el paso del tiempo se cosechan los frutos.
Pero la gente está desaforada, quiere tenerlo todo y esto los hace asumir papeles y compromisos en los que terminan perdiendo la vida, porque muchas veces así se cobran. Es un llamado a la responsabilidad, que los jóvenes recuerden que no están solos en la vida y cada mal paso, repercutirá en la familia, no todo termina allí. Deben hacer mejor uso de la vida, del tiempo, ocuparse en lo que de verdad puede edificar a una persona y lo puede mantener alejado de los problemas”.
Pronto terminará el año 2019 y el padre Fajid puntualiza, que ha sido el peor, “se han sepultado más personas jóvenes que en los años 2017 y 2018”. La principal causa es muertes violentas, en ‘la Ciudad del Buen Vivir’ parece que no hay garantías, para que como dijo Carlos Pizarro Leongómez, “la vida no sea asesinada en primavera”.
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