Columnistas
No más hambre
Por: Saúl Alfonso Herrera Henríquez
Duele que cantidades ingentes de alimentos y comida elaborada se desperdicien día a día en el mundo; más, cuando hay escasez y hambre en muchas latitudes del orbe. Ainhoa Mugüerza Osborneen, refiere que más de mil millones de personas en el mundo pasan hambre a diario, que se desperdician mil trescientos millones de toneladas de alimentos cada año en el mundo, mientras 870 millones de personas pasan hambre, guarismos que para la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) supone un derroche económico y un deterioro del entorno y de los recursos naturales de los que depende la producción. En cuanto al pescado, se botan, en Europa, un millón setecientas mil toneladas al año. Además, son innumerables las cantidades de alimentos que se desperdician en restaurantes, lugares de expendio y casas de familia, lo que llama a angustia y reflexión.
Hay suficiente comida en el mundo para todos, pero muchas personas se desplazan buscando cómo alimentos, miles de niños mueren cada día por hambre y la humanidad sigue de espaldas a lo cual y no soluciona de fondo este problema urgente, vergonzoso como desafiante que tiene; mientras tanto, la corrupción de los gobernantes, el cambio climático, la agricultura de alto rendimiento que genera gases de efecto invernadero, los grandes intereses corporativos que especulan con productos no ven un les interesan rostros ni seres humanos, sólo la riqueza que pueden obtener. La corrupción que roba lo que pertenece a todos es asesinato; y, las ideologías que terminan en pueblos desplazados buscando comida, salud y trabajo no tienen justificación alguna.
No tenemos una clara política agropecuaria, ni nuestros campesinos un nivel de vida adecuado, tampoco buenas carreteras y caminos para sacar sus productos, hospitales dotados ni escuelas de acuerdo a sus necesidades, menos universidades cercanas; y sin embargo, son los generadores que permite alimentar con enorme variedad a la población del país y exportar productos.
Obligados estamos a entender que está en peligro el sentido de la vida como la vida misma, y no podemos permitir más injusticias. Es este un momento neurálgico en el que avanzamos como humanidad o aceleramos la destrucción de nuestro hábitat, mismo al que no nos da la gana de respetar, querer, ni cuidar, correspondiéndole a las generaciones presentes y por venir, otras maneras de conducir el mundo y hacerlo germinar real y verdaderamente mejor en medio de la incertidumbre que nos agobia.
Abogado Especializado en Gestión
You must be logged in to post a comment Login