Metrópolis
Concejo desmiente a ESSMAR
A pesar de haber solicitado extensión del plazo para rendir cuentas, el Concejo Distrital de Santa Marta, en una de sus recientes sesiones, fue categórico al solicitar la presencia de Patricia Caicedo, gerente de la ESSMAR, en la corporación en aras de desarrollar un debate de control político ante la situación que se viene presentando en la ciudad con relación al rebosamiento de aguas servidas en la Carrera Primera por daños en la Estación de Bombeo de Aguas Residuales – EBAR Norte.
Desde el pasado 30 de septiembre se evidenció un primer derramamiento que inundó la zona la antes mencionada, provocando un notorio daño ambiental en la Bahía de Santa Marta. La situación se extendió hasta el 8 de octubre, cuando la empresa anunció haber controlado la emergencia.
Sin embargo, sólo tres días después nuevamente el rebosamiento se presentó en ese mismo sector, por lo que se requirió, otra vez, la implementación de cinco camiones de succión en los puntos más críticos. El daño parecía controlado al día siguiente, pero OPINIÓN CARIBE evidenció que, durante la tarde del 14 de octubre, volvieron las aguas de alcantarilla a lo largo la Carrera Primera, incluyendo el retorno que conecta con la Calle 22.
Por este tema, y otros como la falta de agua potable y el aumento en el precio de la tarifa, el Concejo pidió a la gerente de la empresa asistir a un debate que está programado para el próximo 19 de octubre, muy a pesar de las excusas presentadas por Caicedo. Adicionalmente, se citó el 21 de octubre a Jorge Escobar Silebi, procurador ambiental regional, quien también deberá pronunciarse sobre el “proceso para la captación final de agua y el balance de visitas al rebosamiento de aguas residuales”.
Tras ocurrido el primer derramamiento grave, el 30 de septiembre, la ESSMAR atribuyó el daño en la EBAR Norte al “arrastre de gran cantidad de material granular proveniente de las faldas de los cerros ubicados en cercanías de la Estación” y el ingreso de una piedra a las máquinas. Dicha situación fue desmentida por uno de los concejales del Distrito, quien en ese entonces aseguró que realmente la situación se estaba presentando por falta de mantenimiento y no por las acciones mencionadas.
Posteriormente, el 11 octubre, cuando se registró otra vez el rebosamiento, la empresa alegó un “sabotaje” con “listones de madera y materiales inservibles”. En esta ocasión fue la Contraloría la encargada de desmentir tal versión, pues este 15 de octubre pusieron en conocimiento que, en efecto, sólo dos bombas sumergibles, de las cinco que existen en la Estación de Máquinas, están en pleno funcionamiento.
Por esto, a la ESSMAR le fue solicitado un informe sobre el histórico de mantenimiento en la Estación, que la Contraloría asegura no haber recibido.
En estos momentos la ciudadanía se encuentra a la espera de respuestas por parte de la empresa, pues se está convirtiendo en un problema mayor a sus capacidades de prevención y acción, así mismo, se solicita la intervención de entidades como el Dadsa, que, hasta la fecha no han emitido juicio con relación a estos graves rebosamientos.