Desconozco la postura de la alcaldesa frente a mi situación: Rosita Jiménez

Ayer jueves, Rosita Jiménez, directora del Partido Verde en el Magdalena, fue víctima de un atentado en su contra cuando se movilizaba en un carro desde el municipio de Ciénaga. En las imágenes quedaron evidenciados los impactos que fueron suministrados al vehículo, al parecer, con la intención de afectar la integridad de Jiménez.

Lo ocurrido fue anticipado en el mes de marzo, cuando ella misma anunció haber sido víctima de amenazas, pues hasta su casa hicieron llegar una corona fúnebre y una nota muy explícita con la cual le solicitaron hacerse a un lado en la política.

“Tiene poco tiempo antes de que sea eliminada (…) No la queremos en la política y a los Verdes tampoco. Mujer como usted debe quedarse quieta, le quedan pocos días”, se lee en el panfleto que recibió en su vivienda hace siete meses.

Ante el más reciente episodio, la dirigente política lamentó por su cuenta de Twitter el “silencio absoluto y nulo acompañamiento de Virna Johnson en su condición de primera autoridad “. Posteriormente, la Alcaldía emitió un comunicado por medio del cual aseguran haberle haberla acompañado desde marzo pasado a raíz de la primera amenaza, a través de la secretaria de Seguridad, Sandra Vallejos.

Lamentable, desconcertante el silencio absoluto y nulo acompañamiento de @VirnaJohnson en su condición de 1ra autoridad @SantaMartaDTCH y @carlosecaicedo 1ra autoridad de @MagdalenaGober ante vil atentado contra mi vida. Jamas me han brindado apoyo en estos angustiantes 7 meses. pic.twitter.com/9FVasYOxRc

— Rosita Jimenez (@rositaj2) October 28, 2021

En conversación con OPINIÓN CARIBE, Jiménez confirmó que, efectivamente, la secretaria la contactó, sin embargo, fue enfática en aclarar que, por parte de la mandataria no ha existido un apoyo directo.

“Nunca he recibido una llamada de la alcaldesa ni del gobernador, la única persona que ha hecho contacto conmigo es la coronel Sandra Vallejos, desde su función de secretaria de Seguridad y Convivencia, es algo apenas lógico, ella debe activar ciertos protocolos, pero digamos que un acompañamiento permanente o un apoyo directo por parte de la alcaldesa o una solidaridad por el simple hecho de ser mujer, además en su condición de primera autoridad de la ciudad de Santa Marta, jamás la he recibido”, explicó.

En sus declaraciones, manifestó que no considera suficiente los encuentros con Vallejos en ese entonces, dada la gravedad de su situación, pues son hechos registrados en repetidas oportunidades, haciéndose mayores con el paso del tiempo, es decir, que además de “activar las rutas de apoyo”, ninguna otra acción se ha evidenciado en el caso que atañe a su seguridad.

“Ella ha atendido mis llamados en los momentos en los que he recibido amenazas, en algún momento citó un Consejo de Seguridad para atender mi caso, recuerdo que en una oportunidad me invitó, pero, realmente, algo extraordinario no se ha dado”, expresó, añadiendo que su función no es crear polémica sobre el tema, pero que no guardará silencio sobre algo tan delicado.

Dada la situación, califica como insuficiente que la mandataria de los samarios pretenda reemplazar la parte humana de solidaridad que se espera por parte de una alcaldesa hacia una mujer líder, con una funcionaria que, en todo caso, está obligación de atender su llamado.

“Lo primero que uno espera es que los gobernantes salgan a defender la integridad de la persona que ha sido víctima de un atentado, como lo fui yo ayer, más allá de que pertenezca o sea afín a un grupo político. En mi caso, por ejemplo, estoy bastante lejos de las posiciones polarizadoras que hoy tenemos en nuestro departamento y en nuestro distrito, entonces es desconcertante”, agregó.

Su situación de riesgo ya es conocimiento de las autoridades, actualmente, Jiménez cuenta con un esquema de seguridad temporal de emergencia que le fue otorgado en marzo y, aunque había sido notificada para el retiro del mismo, por medio de una tutela pudo conservarlo. Refiriéndose al atentado de la noche del jueves asegura que, «casualmente, venía en el carro blindado de la UNP, con dos hombres de protección”, calificando el hecho como una fortuna, pues, de no ser así, la situación habría sido peor.