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Metrópolis

¿Cómo cierra Santa Marta el 2021?

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Llegó el final del 2021, se cierra un ciclo y empieza otro en el que se abren las puertas a numerosas oportunidades en todos los ámbitos para toda la población. Finaliza un año en cual los habitantes del mundo se enfrentaron nuevamente a la amenaza del Covid – 19, cuya presencia parece estar reafirmándose, esta vez, con la presencia de la nueva variante que ha encendido las alarmas de las organizaciones de salud.

Esta nueva realidad cumple dos años, el mismo tiempo que cumplen los mandatarios regionales de haber iniciado un nuevo periodo de gobierno, el cual empezó bajo la incertidumbre de un virus que alteró de manera significativa y drástica la dinámica de todo aquello sobre lo que se tenía conocimiento. Aunque la realidad cada vez parecía más incierta, las posibilidades se dieron y en comunidad se asumió la tarea de adaptarse a las condiciones establecidas por el Covid – 19 para no sucumbir ante las limitaciones que parecían interminables.

Así las cosas, asalta un interrogante, ¿cómo cerró Santa Marta el 2021? A pesar de la resiliencia que se pudo evidenciar en los territorios para la recuperación de las ciudades luego de varios meses de confinamiento, lo cierto es que, bajo el mandato de Virna Johnson, el Distrito llegó al 31 de diciembre con indicadores que no son del todo alentadores.

De acuerdo con los datos suministrados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, Santa Marta es la tercera ciudad con mayor número de habitantes viviendo en situación de pobreza, superada solamente por Riohacha, en La Guajira y Quibdó, en Chocó.

 

 

Seguridad

José Rico Ortega, economista magíster y Director Técnico de Santa Marta Cómo Vamos, aseguró en entrevista con OPINIÓN CARIBE que la ciudad continúa presentando una serie de desafío importantes en cuanto a la calidad de vida, partiendo de la alta percepción de inseguridad y las cifras de homicidio registrada durante estos últimos 12 meses, en comparación con el 2020.

El año anterior, finalizó con 127 homicidios ocurridos en jurisdicción del Distrito, mismo número reportado en el 2019, prepandemia. En cambio, al final diciembre de la presente anualidad, han sido 165 casos, superando con creces las vigencias anteriores. Por otro lado, la tasa de homicidios pasó de 23.6% el año pasado, a 28.5%.

“La violencia intrafamiliar aumentó un 84.4% con respecto al año anterior, pasamos de tener 622 casos a tener 1.147 este 2021, siendo un tema bastante preocupante si se tienen en cuenta algunos factores como los niños que están presentes en este tipo de actos. Lo mismo sucede con los suicidios, lamentablemente, este año ha estado marcado por una cifra que llegó a los 16”, explicó Rico.

Así mismo, reveló que, así como los casos anteriores, el hurto a personas también incrementó, Santa Marta pasó de 1.966 casos a 2.609, con un aumento del 32.7%. Sobre esto, aclara que los datos deben abordarse teniendo en cuenta que el 2020 fue un año de confinamiento, lo que facilitó la reducción de reportes, además, expertos habían anunciado mayor presencia de estos delitos después de largas cuarentenas, tal como ocurrió en la ciudad.

Calidad educativa

La calidad educativa es uno de los temas que sigue mostrando como una de las mayores deudas de la ciudad con la juventud y los sectores poblacionales en proceso de aprendizaje escolar. Este 2021 marcó un nuevo descenso en cuanto a los resultados de las pruebas ICFES, que miden “los conocimientos y habilidades del estudiante para comprender el mundo social”.

“Esta vez sacamos menor puntaje que el año pasado, empeoramos la calificación con respecto al año 2020. Pasamos de 245 puntos a 242 en el índice global, si bien hay que destacar el mejoramiento en algunas áreas de conocimiento como el inglés y la lectura, no fue significativo, motivo por el cual no fue suficiente para evitar que el promedio general disminuyera y siguiéramos ocupando los últimos lugares en calidad educativa en el país”, manifestó el Director Técnico de Santa Marta Cómo Vamos, haciendo salvedad en un punto específico: en el 2019 el promedio fue también de 242, en el año de pandemia aumentó con una nueva metodología implementada por el ICFES, que consistió en una sesión virtual con 182 preguntas, es decir, disminuyeron los puntos a evaluar y esto impulsó un aumento en el puntaje a nivel nacional, sin embargo, el Distrito permaneció en el cuarto peor lugar.

“Esto no es nuevo, este es un problema que viene atacando a Santa Marta desde hace varios años y lo que evidencia es que ha habido, sin duda alguna, una ineficiente e insuficiente efectividad de las políticas públicas en materia de calidad educativa en el Distrito, hay que decirlo: es un tema reiterativo, pero que, además, pone una carga muy importante sobre la sociedad samaria y es ¿qué futuro le estamos dejando a nuestros jóvenes? A esto se le suman los altos niveles de pobreza extrema que, en la ciudad, rondan los 23.1%, más de 120 mil personas que no tienen recursos ni siquiera para comer, que están sustituyendo como la carne y el pollo por granos para tener ración de proteína”, añadió Rico.

Lo anterior, se relaciona de manera directa con los jóvenes que en los barrios más vulnerables presentan deficiencias nutricionales, mala calidad en educación y pocos ingresos en los hogares.

“Su única salida, cuando terminen el bachillerato, va a ser entrar a la universidad pública, porque muchas familias no tienen cómo pagar una privada. Para ingresar, necesitan presentar un buen puntaje ICFES o un examen de suficiencia y eso se convierte en una barrera porque compiten con jóvenes de colegios privados o de otros municipios que vienen con una mejor cualificación”, expresó.

 

Agua y saneamiento básico

La Superintendencia de Servicios Públicos y Domiciliarios, hoy entidad interventora de la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta – ESSMAR, entregó recientemente datos sobre el porcentaje de cobertura del acueducto en el Distrito, que es del 81%, no obstante, la última encuesta de percepción ciudadana de Santa Marta Cómo Vamos, cuyos resultados serán publicados en enero de 2022, refleja que el 64% de los samarios está insatisfecho con el suministro del agua y el 64.2% manifiesta descontento con la calidad del líquido que llega a sus hogares.

“Ese el otro gran reto que tenemos, porque se requiere impulsar la competitividad y mejorar el tema de salubridad, es un servicio básico y es esencial contar con agua potable para calidad de vida”, señaló.

 

Mejoras en el mercado laboral

Entre las cosas negativas con las cuales la ciudad finaliza el 2021, Rico Ortega aclara que no todo fue tan malo, pues el mercado laboral reflejó mejorías gracias a la reactivación económica, en especial la del turismo, ayudando con la estabilización de los niveles de desempleo. Por ejemplo, en el trimestre septiembre – noviembre, las cifras arrojaron un 13.4% de ciudadanos sin empleo, encima del promedio nacional, pero con una reducción de tres puntos porcentuales con relación al 2020.

“Se han recuperado muchos empleos, el año pasado cerramos con una cifra que rondaba el 15%, esto se evidencia en gran parte en la reactivación. Afortunadamente el tema de la pandemia no nos ha obligado a confinarnos nuevamente y eso ha permitido que la ciudad tenga un flujo importante de turistas que han venido dinamizando la economía local, el sector hotelero, el de restaurantes, bares, discotecas, el comercio, lo que ha tenido un impacto muy positivo sobre el desempleo”, señaló el economista.

Con relación al desempleo juvenil, asegura que también ha estado mejorando con una reducción de cuatro puntos porcentuales, pero con una tasa que sigue siendo elevada, 23.2% durante septiembre – noviembre.

A lo anterior, se suma el porcentaje de trabajo informal, cuya incidencia es del 63.5%, convirtiendo a la ciudad en la tercera capital del país con mayor prevalencia de informalidad laboral después de Cúcuta, Norte de Santander y Riohacha, en La Guajira. No sólo es un porcentaje elevado, sino que se ubica muy por encima del promedio nacional, que es de 48%.

“Esto supone, por supuesto, muchas vulnerabilidades para estas personas, no necesariamente ganan menos del mínimo, hay quienes, en la informalidad, tienen buenos ingresos, hay otro a los que apenas les alcanza lo que hacen en el día para sobrevivir, pero siguen siendo muy vulnerables con la característica de que no cotizan seguridad social ni pensión, entonces no tienen una vejez garantizada”, explicó Rico Ortega.

En conclusión, el panorama de la ciudad continúa evidenciando los obstáculos con relación a tema recurrentes, como el agua, superación de la pobreza y calidad educativa, mostrando avances leves en los sectores económicos con la reactivación del comercio y del turismo.

“Ha habido un esfuerzo muy grande por parte del sector privado, por ejemplo, desde la Cámara de Comercio, que ha hecho un esfuerzo clave para la reactivación y el Distrito también ha hecho parte. Todo esto ha sumado para que indicadores como el del desempleo hayan disminuido de manera considerable”, puntualizó el director de la Santa Marta Cómo Vamos.

Las estadísticas que muestra hoy el territorio, son un reflejo de la mala implementación de las políticas tanto Distritales como Nacionales, que no han sido suficientes para que Santa Marta mejore sus índices y abandone los últimos puestos que ha estado ocupando en las evaluaciones a nivel general