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Parador Turístico de Puebloviejo, la historia de lo que pudo ser y no fue

Mañana 14 de junio se cumplen tres años desde que el Parador Turístico ‘El corazón de Macondo’, en Puebloviejo, fue inaugurado bajo la promesa de convertirse de un sitio de visita obligatoria para todas aquellas personas que hicieran tránsito sobre este sector, buscando explorar la historia del departamento que alberga la cuna del ‘realismo mágico’.
La obra se le atribuye al Gobierno Nacional, gestionada por la entonces gobernadora Rosa Cotes, quien en el 2019 entregó a la comunidad este proyecto que tenía como objetivo mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos de esta zona del Magdalena, mismos que históricamente han dependido en mayor medida de las ganancias diarias que deja la pesca artesanal en la Ciénaga Grande de Santa Marta.
Su construcción tuvo una inversión de $12.500 millones dispuestos por el Ministerio de Comercio, a través del Fondo Nacional de Turismo – Fontur. La administración departamental aportó el lote en el que se llevó a cabo su ejecución.
La exmandataria explicó que el proyecto permitiría generar más de 60 empleos directos, mientras promocionaba el lugar “como nuevo destino ecoturístico del país”. “Está diseñado para el beneficio de esta población de pescadores, asentada sobre la Isla Salamanca y de los pueblos palafitos de la Ciénaga Grande de Santa Marta: Trojas de Cataca, Buenavista y Nueva Venecia”, expresó Cotes en su momento.
En medio de la expectativa que generó el parador turístico, la gobernadora abandonó el cargo a finales del 2019 para darle paso a su actual sucesor Carlos Caicedo, quien en diciembre de 2020 habría establecido una alianza con la Alcaldía de Puebloviejo, en cabeza de Fabián Obispo, en aras de formular un proyecto que permitiría la dotación del sitio que, en ese momento, ya llevaba más de un año inaugurado.
Sin embargo, el tiempo pasó y hoy, tres años después, el parador turístico es la sombra de una intención que no alcanzó a materializarse, pues tras una visita al lugar, OPINIÓN CARIBE pudo evidenciar cómo el sitio permanece expuesto como el caparazón de una obra en la que no funciona casi nada de lo prometido.
No hay restaurantes, no artesanos, casi no hay eventos y, al parecer, a lo que más uso se le ha dado es la zona de embarque que conduce a los pueblos palafitos de la ciénaga.
“La importancia de esta obra radica en que, con una inversión de casi 13 mil millones, en el municipio de Puebloviejo no se contaba con algún entorno en el que se pudiera generar empleos y que le diera la oportunidad a los turistas de parar en este importante sitio turístico del departamento del Magdalena y, lastimosamente, se encuentra totalmente abandonada, en desuso”, expresó a este medio de comunicación el diputado y presidente de la mesa directiva de la Asamblea Departamental, Jair Mejía, quien en una anterior ocasión se refirió al tema mientras se desarrollaba una sesión ordinaria de la corporación a la que asistieron funcionarios del actual gobierno.
El asambleísta criticó la manera en la cual la Gobernación parecía haberle dado la espalda al proyecto entregado por la anterior gobernadora. Por esto, hizo un llamado para la recuperación del lugar, involucrando a la comunidad.
“En esta oportunidad si creamos un plan transversal de intervención, en el que se focalice y se les dé oportunidad a los jóvenes de grados 9, 10 y 11 de convertirse en guías turísticos, que aprendan la historia de sus municipios y recuperar todo el entorno que tiene la Ciénaga Grande de Santa Marta, podemos convertir este paradero en un sitio, valga la redundancia, de obligatoria visita a quienes por ahí transitan”, expresó.
Lo anterior, afirma, daría paso a creación de empleos no sólo para los jóvenes, sino también para el resto de los habitantes, por ejemplo, con la venta de suvenires, recordatorios, restaurantes y hoteles que podrían instalarse alrededor de la infraestructura.
“Podemos empezar a dinamizar y dar una cara totalmente distinta al municipio de Puebloviejo, en particular al corregimiento de La Isla que son sectores altamente vulnerables, no es justo que solamente han transcurrido tres años de inaugurada esta obra y esta no se encuentre en funcionamiento al servicio de la comunidad, como fue concebida inicialmente”, concluyó.
