Unidad Investigativa
Ni juntos ni revueltos: Caicedo se aleja de Petro y escala discurso hacía el Grupo de Puebla
El Gobernador del Magdalena auspicia un encuentro de ‘Alto Nivel’ para de la mano de Ernesto Samper impulsar su nombre de cara a las próximas elecciones presidenciales, aprovechando la influencia que pueden tener algunos integrantes del foro que hoy ocupan posiciones relevantes en el escenario internacional y podrían validar su aspiración, como el electo presidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva. Con el reposicionamiento de la izquierda se empiezan a escuchar voces reclamando el fortalecimiento de algunos organismos multilaterales con la intención de cambiar las reglas y procedimientos de éstos, así mismo, renegociar las condiciones de varios Tratados de Libre Comercio que afectan duramente a sectores empresariales vulnerables de países como Colombia.
Enrique Tierno Galván, creador de la Junta Democrática de España y en vida presidente honorífico del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), decía con bastante acierto, que “la política ha dejado de ser una política de ideales para convertirse en una política de programas”, y precisamente, algunas declaraciones y movimientos del recién posesionado Gustavo Petro parecen indicar cuál será el programa que cumplirán algunos líderes de izquierda latinoamericanos para darle un giro al escenario geopolítico.
El triunfo de Luiz Inacio Lula Da Silva en Brasil hace unos días, pone de presente la debilidad manifiesta de los Estados Unidos frente un ‘envalentonado bloque Progresista’, que seguramente hará valer su superioridad al interior de los organismos multilaterales para buscar nuevas fórmulas en la negociación de futuros tratados de libre comercio y la renegociación de aquellos en los que los países gobernados por la izquierda tienen alguna desventaja económica.
Este repunte de la izquierda en América Latina viene acompañado, por suerte para los programas internacionales de algunos mandatarios, de un Presidente estadounidense absolutamente débil y pusilánime, que con su actitud displicente ha permitido que China y Rusia ocupen espacios sumamente importantes para el desarrollo de los países, como los son: la infraestructura vial, exploración y explotación de hidrocarburos, empresas de alimentos, transferencia de tecnología y servicios bancarios. Adicionalmente, sigue en el ideario general de la Región que los países industrializados los abandonaron en medio de la crisis producida por la Covid19.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, las relaciones comerciales de China con esta parte del Mundo han crecido 26 veces entre el 2000 y 2020 y muchos especialistas proyectan que en 2035 éstas se dupliquen alcanzando los 700 mil millones de dólares. El dominio comercial de Estados Unidos en América Latina se ha ido diluyendo: en la actualidad su archienemigo asiático lo ha sobrepasado en casi todos los países, con excepción de Ecuador, Colombia y Paraguay.
Jan Boesten, politólogo e investigador del Instituto Latinoamericano de la Universidad Libre de Berlín destaca el potencial del nuevo ‘giro’ ideológico que ha dado esta Región del Mundo en las urnas y explica cuáles pudieron haber sido sus causas. «Una nueva ola de izquierda está surgiendo en la región. A diferencia de la primera, entre 2000 y 2010, esta parece ser más fuerte, porque ahora hay desafíos que son enormes. Una de las razones fundamentales del triunfo de la izquierda en estos países es probablemente la mala gestión de la pandemia, el sufrimiento económico y, en consecuencia, el aumento de la desigualdad”, explicó recientemente Boesten a la cadena informativa Deutsche Welle.
De acuerdo con el análisis de Boesten, bastante discutible por cierto, en comparación con la ‘Ola Progresista’ de principios de siglo encabezada por Hugo Chávez y Evo Morales que en medio de su radicalismo desconocían las abiertas violaciones a los Derechos Humanos que se cometían en regímenes autoritarios como el de Cuba o Nicaragua; la de ahora tiene a su favor la sensatez y el respeto por los valores democráticos. Los trinos de Petro cuestionando el alza de los intereses anunciado por el Banco de la República, por ejemplo, contrarían esta tesis.
Sin embargo, sobre este punto, aún falta mucha tela por cortar, aunque como están las cosas, es evidente que Gustavo Petro, Luiz Inacio Lula Da Silva, Gabriel Boric, Nestor Fernández y Andrés Manuel López Obrador buscarán por afinidad ideológica, tratar a toda costa que las organizaciones multilaterales que lo han expulsado, reciban de nuevo a Nicolás Maduro como gobernante del pueblo venezolano.
Para que esto ocurra, es requisito sine qua non que el régimen autoritario del vecino país abandone las denunciadas prácticas antidemocráticas, libere a los presos políticos y acepte la realización de elecciones verdaderamente libres, como hace años vienen pidiendo algunos sectores de oposición, oprimidos duramente por el gobierno.
Los casos de Leopoldo López y otros connotados políticos venezolanos que han sido sometido a vejámenes en las cárceles estatales son imágenes muy fuertes con las que tiene que lidiar el gobierno Maduro, al que parecen no preocuparle estos abusos, como tampoco que su país sirva de asentamiento y refugio de grupos armados ilegales buscados por el Estado Colombiano, acusados de cometer delitos de lesa humanidad y traficar con drogas.
¿Será cauteloso el gobierno Petro en cuanto a sus concesiones con el régimen venezolano atendiendo a algunas demandas de Estados Unidos como socio estratégico o, prescindiendo de la opinión gringa, dará rienda suelta a su proyecto de restablecimiento de relaciones? La respuesta a este interrogante solo la dará el tiempo, aunque los movimientos que en adelante se realicen pude darnos algunas luces.
Coincidimos en este punto con aquellos que piensan que se debe ser más bien prudentes en este acercamiento con Venezuela, pues de lo contrario, se pondrían en riesgo muchos de los recursos que el gigante del Norte envía a nuestro país. Tampoco hay que olvidarse que por las fronteras comunes, Colombia podría ser utilizada como carne de cañón en un eventual conflicto internacional que enfrente militarmente al Régimen de Maduro con los Estados Unidos.
La llegada al poder de Lula Da Silva en Brasil fortalece la idea de cambiar los términos de acuerdos comerciales que han ido en detrimento de algunos sectores, teniendo en cuenta que es la economía más fuerte de la región y número 12 en el escalafón mundial. Antes de conocerse la derrota de Jair Bolsonaro, el Gobierno Petro había dado un paso adelante en este sentido: Luis Fernando Velasco, quien en su momento fuera el encargado del empalme con la Embajada de Estados Unidos, dijo el 13 de julio pasado a través de su cuenta de Twitter que había solicitado “al Gobierno Americano renegociar el #TLC, ya que sectores como confecciones, agricultores entre otros, no se han visto beneficiados; por ello urge renegociarlo”.
Esta solicitud, según versiones del mismo Velasco tuvo buen recibo por parte los funcionarios norteamericanos. “Nos respondieron de una manera muy abierta diciendo que hay un mecanismo para revisar esos problemas del Tratado de Libre Comercio», informó a los medios nacionales el exsenador Liberal y hoy Alto Consejero para la Regiones. No hay duda pues, que la igualdad en futuras negociaciones comerciales con el gigante del Norte también hace parte del ‘programa de reposicionamiento’ de la izquierda latinoamericana.
Entre los planes de este grupo fuerte de izquierda, liderados por Lula Da Silva y Petro, está el fortalecimiento de organismos multilaterales de cooperación como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) o el Grupo de Puebla, mecanismos que propenden la unidad y en la integración política, económica, social y cultural; aumentar el bienestar social, la calidad de vida, el crecimiento económico de la región. Actualmente la Celac adelanta cinco programas de acercamiento en aras de cooperación multilateral con países casi todos antagónicos a los Estados Unidos en el concierto internacional: Foro CELAC – China, Mecanismo de Diálogo y Cooperación con Rusia, Diálogo Político y de Cooperación con Corea del Sur, Diálogo Político con India y Dialogo Político con Turquía.
Por su parte, el Grupo de Puebla del que hacen parte Luiz Inácio Lula da Silva, Alberto Fernández y Luis Arce, presidentes de Brasil, Argentina y Bolivia respectivamente, ha empezado a movilizar a sus miembros en aras de estructurar un plan de trabajo que aglutine al mayor número de países y hacer valer su posición geopolítica dominante.
“¿Qué sentido tiene la OEA? Además de su historial nefasto, y peor con (Luis) Almagro que rompió todos los récords, imagínese que Argentina y Chile tengan un problema y tengan que ir a discutirlo a Washington. No tiene ningún sentido. Celac debe ser el foro donde Latinoamérica procese sus acuerdos y conflictos y luego como bloque podemos crear otro espacio, puede ser la misma OEA, para procesar acuerdos y conflictos con Norteamérica. Pero estar en la OEA en Washington discutiendo problemas de países latinoamericanos o de un país latinoamericano con Estados Unidos es un completo absurdo. El mundo del futuro es el del bloque. Latinoamérica tiene que ir a bloque”, dijo Rafael Correa, tras el triunfo de Lula Da Silva.
La primera reunión donde se verá esa superioridad se llevará a cabo en Santa Marta los días 10 y 11 de noviembre y está confirmada la presencia del expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero; el expresidente de Colombia, Ernesto Samper; la exmandataria de Brasil, Dilma Rousseff, y el expresidente de Bolivia, Evo Morales. Este congreso es auspiciado por el gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo quien además se comprometió a “involucrarse en las agendas latinoamericanas sobre proyectos de productividad y lucha contra la pobreza”, como dice en la página web de la organización.
¿Se financia este encuentro con dinero de la Gobernación del Magdalena? Si es así, sería bueno que el Gobernador respondiera: ¿Quién en el departamento le pidió reunión con el Grupo de Pueblo? ¿Qué impacto tendrá la visita de esos personajes en la calidad de vida de Cayetano Villamizar, pescador de San Luis Beltrán, corregimiento de Tenerife? ¿Cuánto dinero se gestionará en esa visita para mejorar las vías que comunican de Pivijay con varios de sus corregimientos? ¿Saldrá de allí un plan concreto para financiar las obras en la vía de entrada a Salamina, casi destruida por efectos del río y la incompetencia de Caicedo y los funcionarios que lo acompañan en su gestión?
Formulamos todas estas preguntas porque sabemos que Caicedo dirá que su figuración en esta reunión de ‘Alto Nivel’ es una de sus más loables acciones encaminada a dinamizar la empobrecida economía y mejorar la condición de vida de los magdalenenses, sin embargo, es evidente que su fin último es posicionarse frente a estos personajes como candidato presidencial para las próximas elecciones con la anuencia de Ernesto Samper, invitado especial y orador en la reciente inauguración de la Casa Magdalena en Bogotá.
¿Se aburrió Caicedo de los desplantes de Petro que no le dio un solo puesto importante en el Alto Gobierno ni le devolvió el control de la Essmar, intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos y buscará respaldo en otros actores políticos para su candidatura? Todo parece indicar que sí. ¿Quiso Petro ‘recomponer’ las evidentemente deterioradas relaciones, pasándose por la faja los elementos técnicos y financieros que sostuvieron la intervención en la Essmar para devolver el control de la ESE y el Hospital Universitario? También parece que la respuesta es sí.
Aunque falta mucho para las próximas elecciones presidenciales, como se le están dado las cosas al gobierno de la Colombia Humana en todos los sentidos, es probable que Carlos Caicedo logre su cometido y llegue al Palacio de Nariño siendo el candidato único del de la izquierda o venciendo a quien postule el actual gobierno, utilizando como validadores de su proyecto a los más de 100 líderes progresistas del Grupo de Puebla que estarán el jueves y viernes próximo en Santa Marta.
Finalmente, no hay que perder de vista que los más encumbrados nombres del Grupo de Puebla son personajes que hoy cargan a cuestas un descrédito descomunal: Dilma Rouseff, fue destituida de su cargo por hacer trampas en el presupuesto nacional; Rafael Correa, fue condenado a 8 años de prisión por corrupción en el caso Sobornos 2012-2016; Evo Morales, tuvo que salir de Bolivia luego de varios meses de protestas sostenidas en contra de un proyecto de ley que buscaba quitar los límites a las reelecciones y perpetuarse en el poder y Ernesto Samper, padrino de Caicedo, quien es recordado por presuntamente recibir dineros del narcotráfico para su campaña y porque Estados Unidos le canceló la visa estando en ejercicio de sus funciones.