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La Sierra Nevada estaría cerca de ser incluida en las regiones de Paz Total del Gobierno
En septiembre de 2022, líderes de la Plataforma de Defensores de Derechos Humanos, ambientalistas y líderes sociales de la Sierra Nevada – PDHAL, anunciaron ante las cámaras de OPINIÓN CARIBE la solicitud que sería elevada ante el Gobierno Nacional para incluir a la Sierra Nevada de Santa Marta entre las regiones de Paz Total, a través de las cuales se busca acabar con el conflicto armado en el país.
La propuesta le apunta a penetrar en aquellas zonas de Colombia en las que, en las últimas décadas, la violencia ha registrado límites extremos con la presencia de Comisionados de Paz Regionales. Cuatro meses después de dicha petición, este medio de comunicación consultó a Lerber Dimas Vásquez, experto en violencia, Defensor de Derechos Humanos y director de PDHAL, sobre los avances al respecto y la respuesta obtenida por parte de la institucionalidad.
“Lo más seguro es que sí ocurra, como organización PDHAL, hemos puesto el tema en los Consejos de Paz, con la ONU, con el Congreso de la República, hemos entregado documentos académicos de soporte que muestran toda la trayectoria violenta de la Sierra Nevada y la necesidad que se cree como zona especial, porque aquí es necesario”, expresó el también antropólogo.
Así mismo, destacó que esta iniciativa significaría también una intervención directa en el territorio que se traduciría inversión, algo que consideran sumamente necesario al tratarse de una región “administrada por criminales”, lo anterior, acorde con sus declaraciones, demostrado en la dinámica existente en zonas como Guachaca y sectores aledaños a la Troncal del Caribe, en donde, asegura, no hay, por ejemplo, una Casa de Justicia, ni un inspector de policía permanente pues el que está en cargo, al parecer, sólo se acerca al sitio una vez a la semana.
A su consideración, esta ausencia de la institucionalidad viene generando daños colaterales como “colegios desbaratados” y una población que no cuenta con elementos vitales como salud o carreteras en buen estado. Con respecto a este tema, Vásquez asegura que esta misma situación obliga a la comunidad a buscar soporte en quienes sí tienen los medios para hacerlo.
“Ellos (los paramilitares) sacan a la gente un poquito de su estado de miseria y hace que se formen en los territorios”, indica.
Como organización, detectaron la necesidad de incluir al macizo montañoso entre las regiones de paz del recién posesionado gobierno de Gustavo Petro, debido a la confrontación violenta de antaño que ha dejado un rastro de sangre y desplazamiento en el territorio.
“Aquí tuvimos ELP (Ejército de Liberación Popular), ELN, varios frentes de la Farc, proyectos de paramilitarización, por ejemplo, en el caso del sur del Magdalena, con el Clan de Los Rojas, las Autodefensas Campesinas del Magdalena, con Hernán Giraldo, tuvimos bonanza marimbera y cocalera, es decir, tuvimos una serie de factores asociados a la violencia, con el narcotráfico, lo que hace necesario que vuelva a reconstruirse ese tejido que se rompió”, explica.
Hoy la disputa está, principalmente, entre las Autodefensas Conquistadores de la Sierra y el Clan del Golfo, que mantienen vigente una disputa por el control del territorio, en la cual los principales afectados son los habitantes de dicha zona rural.
El incluir a la Sierra Nevada, significaría también atención especial para tres departamentos: Magdalena, Cesar y La Guajira, que, en la práctica, se enfrentan a los mismos problemas porque, asegura, “para los actores criminales no existen fronteras territoriales ni departamentales”.
“Entonces, la Sierra es esencial para interrumpir todo ese ciclo de violencia que se ha generado y la idea es que se construya un proceso de Paz – dentro de la Paz Total que dice el Gobierno – pero que no repita los mismos errores de los procesos anteriores. Ese es el reto”, añade.
Aunque se logre el objetivo de ser una región de paz, aclara que dicho proceso también implicaría “tragarnos una cantidad de sapos que no queremos”, pero que para los fines expuestos son necesarios en aras de apostarle a un proceso bien hecho para que en un futuro no se reporte la aparición de nuevos grupos armados en el terreno.
“Creemos que sí se va a dar. Hemos tenidos reuniones para mostrar la necesidad y la fragilidad del territorio, con eso podrían nombrar un Alto Comisionado para la Paz en el territorio y bajar recursos que impactarían de manera positiva”, concluye.