Columnistas
La bandera de Petro no será desgarrada
Por Jennifer Del Toro
El partido del presidente Petro, Pacto Histórico/Colombia Humana, no será desgarrado por la corrupción Naranja ni por el desenfreno de un grupo alternativo en Santa Marta.
Seré breve. Y lo diré con todas las letras, fuerte y claro: Fijen en sus mentes la imagen de que el partido del presidente Gustavo Petro es una bandera que simboliza las esperanzas de cambio y redención ética y material de los 125 mil samarios y samarias, y de los 302 mil magdalenenses que votaron por el actual presidente de la República.
Si ese partido, el Pacto Histórico/Colombia Humana, mediante un proceso transparente y oportuno, escogiera una candidata o candidato a la alcaldía de Santa Marta o a la Gobernación, y obtuvieran las mismas votaciones, serían elegidos como los nuevos mandatarios territoriales, y podrían, junto con su Presidente, emprender las transformaciones que permitieran el desarrollo del sector agroindustrial y de la economía popular, convertir a Santa Marta en un ecodestino turístico de talla mundial, devolverle la esperanza a los jóvenes y proteger a las mujeres. Consolidarnos como un territorio de paz.
Transformaciones que no fueron atendidas durante la Década Perdida del modelo de gobierno corrupto, manipulador y misógino de Carlos Caicedo.
No obstante, lo que presenciamos asombrados es una imagen en la que un pequeño grupo de personas interesadas se agarran con uñas y dientes de esa bandera intentando desgarrarla.
En un extremo, ha clavado su zarpa el gobernador Carlos Caicedo, de manera directa o a través de militantes o dirigentes de partidos que integran el Pacto Histórico y que están a su servicio, cooptados mediante burocracia o contratos.
En el otro extremo de la bandera tiran un grupo de líderes y lideresas, algunos con intereses y aspiraciones legítimas, y otros con ambiciones desmedidas y métodos rastreros.
Desde Bogotá, en una especie de platea, observan entre impasibles e interesados los congresistas y dirigentes de los partidos del Pacto Histórico. Hasta ahora, ninguno de nuestros mensajes públicos ha sido atendido. He solicitado formalmente:
Que se acuerden reglas de juego transparentes y pertinentes para escoger los candidatos y listas.
Que se deslinden los postulados de Gustavo Petro, de profundizar la democracia, las libertades y los derechos, de lo que significa la corrupción y el desenfreno megalómano de Carlos Caicedo.
He propuesto que consensuemos en un programa de gobierno las prioridades del territorio y sus gentes para armonizarla con el Plan Nacional de Desarrollo “Colombia Potencia Mundial de la Vida”.
Y, por último, he mostrado mi desprendimiento para participar en una consulta interpartidista con todos los candidatos y candidatas que coincidan con los principios éticos y políticos que demandan las ciudadanías libres. De manera solemne, pero humilde, les anuncio a esas ciudadanías libres que contribuyeron a elegir a nuestro Presidente Gustavo Petro, que no desmayaré en seguir contribuyendo a estos propósitos, al servicio de intereses superiores.