Política Parroquial
“La creencia es un elemento estructurante de la cultura”: directora de asuntos religiosos de Colombia
OPINIÓN CARIBE conoció en primicia que el gobernador del Magdalena, nombró a Amelia Cotes Cortés, actual directora de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior, para ejercer el cargo de Líder de Inspección, Vigilancia y Control Educativa del Magdalena.
Por: Caroline Bernier
Redacción OPINIÓN CARIBE
En entrevista con OPINIÓN CARIBE, Amelia Cotes Cortés, directora de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior de Colombia, contó aspectos importantes sobre su cargo y de cómo ha evolucionado la inclusión de las creencias en la cultura del país.
Cotes Cortés destacó la importancia de las creencias, al ser uno de los elementos que estructuran la cultura, puesto que en lo que tiene que ver con Colombia, está basada en la religión cristiana, “pero también hay otras series de culturas religiosas que nutren esta hermosa diversidad que tenemos en Colombia, como asimismo, la tienen las comunidades étnicas. Un ejemplo son los artículos 7 y 8 que protegen la diversidad, y en el término de la etnia y de la cultura, en el artículo 8, no solamente es el Estado, sino también las personas, quienes protegerán la riqueza cultural de la nación”.
Otros de los puntos importantes que indicó la funcionaria del Ministerio del Interior son dos aspectos que logró por primera vez la religión en el país.
Primero, la construcción del sistema nacional de libertad religiosa y de culto que quedó registrada en la ley de planeación nacional y de desarrollo, “que no es otra cosa que un llamado al orden de todas las entidades estatales y entre esas las territoriales, que son responsables por ser esta una ley de La República, pues, ya llevamos cinco años de una política pública de muchas voluntades, pero ya toca pasar a la responsabilidad en donde el sector religioso empiece a ser respetado y se les respeten sus derechos”.
Segundo, igualmente, se constituyó la red rural interreligiosa, es decir, se tuvieron en cuenta las zonas rurales, que han sido sumamente invisibles desde el punto de vista religioso, dado que, “por lo general, nos concentramos en las grandes iglesias que están en las ciudades, pero las que están haciéndole frente al conflicto armado, la tragedia y las que llevan la ayuda humanitaria son las entidades religiosas que están en el campo y están invisibilizadas”.
Colombia se caracteriza por contar con un Estado laico
El término laico significa no estar sujeto a ninguna religión en específico. Por ende, Amelia Cotes explicó que, aunque Colombia sea un Estado laico, no significa que sea ateo. Por tal motivo, resaltó lo que dice el artículo segundo de la ley estatutaria de libertad religiosa: “que en Colombia no habrá religión oficial, es decir, no practica una sola religión sobre las otras, ni es indiferente al pensamiento religioso de su comunidad, teniendo en cuenta cuatro elementos: territorio, soberanía, gobierno y el pueblo, siendo este último el que representa un 90% de los creyentes. Además, ya entendemos por qué el preámbulo de la Constitución se invoca la protección de Dios y por qué en la ley estatutaria dice que, si bien, no hay una religión por encima de otra”.
Su posible ocupación de un importante cargo en la Gobernación del Magdalena
OPINIÓN CARIBE conoció en primicia que el gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, estableció por medio de un decreto el nombramiento de Amelia Cotes Cortés, actual directora de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior, para ejercer el cargo de Líder de Inspección, Vigilancia y Control Educativa del Magdalena tras haber ganado el concurso por mérito propio. Cotes Cortés pidió una prórroga de 90 días para tomar la decisión de posicionarse o no en dicho cargo.
Denuncia a una mafia ante la Fiscalía
Sobre otro tema tratado en la entrevista, Cotes Cortés dio a conocer que realizó una denuncia formal en la Fiscalía frente a unas mafias y a una red de tramitadores que se ha constituido en el país y que cobran de 4 a 15 millones de pesos por personería jurídica a las entidades religiosas, “cuando esos trámites son absolutamente gratuitos y los modelos están en la página de Internet. Y, por ejemplo, a una iglesia del exterior que venía a establecerse en el país, le cobraban hasta 11 mil dólares. Igualmente, en el proceso encontramos firmas falsificadas, iglesias que no existen y demás denuncias”, puntualizó.
“Ha sido una lucha ganar todos estos derechos para que terceros de muy mala fe, que tienen unos intereses pecuniarios muy claros, estén utilizándolos para evadir impuestos o lo más grave para lavados de activos; y eso no lo podemos permitir”, agregó.