Columnistas
Prensa libre, un atributo esencial de la post verdad social
Por Rito Antonio Pineda
Informar, más allá de una profesión, arte, habilidad o posibilidad, se convierte en una herramienta que recrea y crea nuevas realidades. Hoy, en el que mucha de la información pública de quienes desarrollan esta profesión se pone en juicio de valor ético, se hace necesario valorar esta profesión y darle el reconocimiento como un instrumento de interacción social y forma de incidir en la construcción de la sociedad.
En sentido sencillo y practico, la Real Academia de la Lengua Española RAE, define informar como: Enterar o dar noticia de algo. Y, desde lo que intentare reflexionar, debe entenderse como una responsabilidad pública que supera las barreras del discurso escrito, auditivo o visual, puesto que, de alguna manera o modo, incide directa e indirectamente de la percepción social y en la visión de la realidad de las personas como decodificares final de la información. En tal sentido, y más allá de la percepción inicial, reconstruye nuevas realidades que, en algunos eventos son contrarios u opuestos a la verdad.
En la filosofía antigua occidental, existió un gran filósofo que, dejó para la historia enormes aportes acerca del estudio del pensamiento y el conocimiento humano, el famoso filósofo del conocido mito de la Caverna: Platón. En esta narrativa, el mito de la caverna, se describe que en una caverna estaban varios hombres atados a cadenas, estaban fijos mirando las sombras que se reflejaban en la pared.
Uno de los hombres atados logra salir fuera de la caverna y ver la luz, acercándose a la verdadera realidad. ¡Cosa excelsa para este hombre! Pero lo más curioso es que, al regresar emocionado a la caberna para informar a los demás hombres atados, sobre lo que realmente existe, aquellos prisioneros, le ignoraron, le creyeron loco al punto que, no quedó más remedio que volver a sentarse en las rocas oscuras de la caverna y seguir observando y creyendo como realidad las siluetas o imágenes que se reflejaban en la pared consecuencia de las sombras causadas por el fuego, que para ellos, era la verdadera realidad.
De manera alegórica, y con el respeto a quienes se dedican al arte de informar, me atrevo a realizar una analogía de la función de la prensa en la construcción de la verdad y más allá de la verdad, de la propia realidad basado en el mito de la caverna.
Algunas, (la prensa) asumen el rol del hombre que sale de la cueva conoce la realidad, pero se deja absorber por los factores económicos, sociales y políticos, que, aun conociendo la verdad, es decir la realidad, prefieren sentarse en la roca y seguir informando lo que los hombres amarrados por el ego, la ambición y el poder, quiere que se conozca, una prensa confort.
Por otra parte, esta aquella prensa, que, al igual que los demás hombres de la cueva siguen amarrados por las cadenas de la subjetividad, la ideología personal, como actor adverso y tal vez, una idea volátil de la información. Con este modo de informar, reconstruyen realidades sociales a través de los medios de comunicación, pero dentro de un espectro fantasioso, irreal y contario a los fenómenos que se dan en la sociedad, una prensa perezosa.
Pero más allá, de las dos figuras anteriores, existe un grupo de la prensa que no salen de la cueva, no siguen atados a cadenas, sino que se les disipa las posibilidades de construir realidades sociales conforme a la verdad afectando directamente a la sociedad. Con dicha información, contrarían los fenómenos más próximos y configuran realidades inexistentes, que de tanto proponerlas en público, se conviertes en verdades aparentes, una prensa falaz.
Y entonces, ¿Qué hacer? ¿A quién creer? ¿Cómo validar la información? Por ahora, no se me ocurre otra cosa sino, sencillamente motivar a aquella prensa libre, que construye sociedad objetiva, responsable. Una prensa que va caminando a la post verdad social. La prensa libre no solo informa realidades ciertas, sino que construye tejido democratico. Manifiesta el aforismo latino “Adaequatio rei et intellectus”, es decir, una adecuación correcta entre la realidad y el pensamiento. Este aforismo ha de ser la línea principal o timonel del discurso informativo de la realidad por encima del discurso imaginario o aparente, para quienes dedican su tiempo como proyecto de vida, profesional entre otros.
Una construcción real del discurso social. El discurso público correcto de la realidad reconstruye sociedad, reconstruye verdad y reconstruye democracia. Es por ello que, la prensa libre, es un atributo esencial de la post verdad social, para una verdadera democracia.