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Fracasó la gestión de Carlos Caicedo: la Gobernación del Magdalena ocupa el último lugar en la ejecución de su Plan de Desarrollo

Como una realidad innegable, la gestión del gobernador Carlos Caicedo ha sido catalogada como un fracaso, ya que la Gobernación del Magdalena se encuentra en el último lugar en cuanto a la ejecución de su Plan de Desarrollo. Los resultados muestran que las metas establecidas en el plan no han sido cumplidas en su totalidad, lo que refleja una falta de eficacia en la gestión de los proyectos y programas propuestos por la administración de Caicedo.
El Plan Indicativo es una herramienta fundamental para evaluar el cumplimiento de los planes de desarrollo de las Alcaldías y Gobernaciones en Colombia. Sin embargo, en el caso de la Gobernación del Magdalena, los resultados han sido desalentadores. Según informes, la ejecución de su plan de desarrollo en 2022 fue de apenas el 32%, lo que la sitúa en el último lugar entre todas las entidades gubernamentales del país.
Lo sorprendente es que esta evaluación no es realizada por ninguna entidad del gobierno nacional, sino que las propias entidades se autoevalúan. En este caso, la Gobernación del Magdalena ha obtenido una calificación muy baja, lo que indica que la mayoría de los proyectos planificados no han sido ejecutados.
El Plan Indicativo es un documento en el que se especifican las metas y proyectos a ejecutar durante un periodo determinado. Cada entidad carga esta información en una plataforma del Departamento Nacional de Planeación (DNP) para que los ciudadanos puedan consultarla. El objetivo es lograr una ejecución del 100% de lo programado.
Es relevante mencionar que un mayor número de metas está asociado a un mayor nivel de gestión de la entidad. Sin embargo, el Magdalena se encuentra entre las tres entidades con menor cantidad de metas establecidas en su Plan Indicativo para el cuatrienio, con solo 254 metas, en comparación con las 1,048 de Norte de Santander o el promedio de 472 metas de las demás Gobernaciones. Es alarmante que el Magdalena ocupe los últimos lugares en términos de establecimiento de metas, especialmente considerando los desafíos sociales que enfrenta el territorio.
Además del bajo nivel de ejecución del 32%, el Magdalena se encuentra muy rezagado en comparación con otras Gobernaciones. Mientras casi la mitad de ellas lograron un nivel de ejecución «sobresaliente» en 2022, el Magdalena fue la única Gobernación calificada en nivel «crítico», muy lejos del promedio del 74% de ejecución de las demás entidades.
Es importante destacar que el bajo desempeño del Magdalena no es un hecho aislado en 2022, sino que ha sido una constante a lo largo de todo el cuatrienio. En 2020, la ejecución fue del 67%, ocupando el puesto 19, y en 2021 también ocupó el último lugar con apenas un 22% de ejecución. Esto revela una situación repetitiva y una clara debilidad de la entidad.
¿Qué pudo haber pasado? Siendo que el Plan Indicativo es iniciativa de la misma Gobernación, la responsabilidad recae en ellos mismos por los resultados obtenidos. Un bajo nivel de ejecución puede estar relacionado con metas demasiado ambiciosas o numerosas. Sin embargo, como se ha mencionado anteriormente, el Magdalena tiene uno de los menores números de metas, a diferencia de otras Gobernaciones que tienen cuatro veces más metas establecidas, pero logran niveles de ejecución «sobresalientes» superiores al 80%.
No se pueden descartar errores técnicos en la evaluación, considerando las afirmaciones engañosas presentes en el Plan Indicativo. Por ejemplo, se menciona la construcción de «3 universidades regionales y 100 km de vías» y la asignación de «10 mil becas», pero estas afirmaciones resultan ser falsas. A pesar de la inclusión de palabras como «gestión», el indicador habla de «construcción» y «mantenimiento», pero no se ha llevado a cabo ninguna construcción de vías o universidades. Estos datos falsos resultan en un reporte de ejecución del 100% que no se corresponde con la realidad.
Es evidente que estos malos resultados coinciden con acciones cuestionables al Gobernador Caicedo, como el suministro de alimentación escolar en apenas el 25% del calendario escolar, la falta de asignación de recursos a la salud, la educación, en hospitales y colegios, así como la falta de ejecución de obras viales y la presencia de vallas de obras que nunca se llevaron a cabo.
Es importante mencionar que Santa Marta, la ciudad capital del Magdalena, también reportó un nivel de ejecución muy bajo, apenas del 25%. Este es el nivel más bajo entre todas las capitales del país. ¿Será esto un reflejo de la realidad que enfrentan los samarios?
Por otro lado, siete municipios del Magdalena no reportaron información sobre la ejecución de sus planes de desarrollo, y cuatro de ellos se encuentran en un nivel crítico: Salamina, Pivijay, Santa Marta y El Piñón. Esto indica una clara falta de seguimiento y rendición de cuentas en estos municipios.
En conclusión, los resultados de ejecución deficientes en el Magdalena, tanto por parte de la Gobernación como de la ciudad de Santa Marta, son evidentes y preocupantes. Se necesitan medidas urgentes para mejorar la gestión pública y garantizar un desarrollo efectivo en beneficio de los ciudadanos del departamento.
