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Columnistas

El Distrito turístico, cultural e histórico que queremos (II)

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Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza

Lo anterior, nos define que tenemos que avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y territorializar sus metas, puesto que son ellos un llamamiento a la comunidad de naciones para poner fin a la pobreza, proteger el Planeta, asegurar que disfrutemos de paz, justicia y prosperidad, superar desigualdad económica, innovar, cambio climático, consumo sostenible, entre otros aspectos, en un firme compromiso con las personas y el mundo en que vivimos.

A diferencia de lo acontecido con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), los ODS fijan metas y objetivos claros para lograr resultados soportados en datos y ubicados en territorios y ámbitos locales muy concretos a fin qué los más vulnerables no queden relegados. Uno de los aspectos cruciales que diferencian a los ODS de los ODM es el énfasis en su territorialización y, por ende, la responsabilidad que se asigna a los gobiernos locales.

Dependiendo del tamaño y del grado de urbanización, ciudades y gobiernos locales son el mejor lugar para hacer frente a los grandes desafíos que enfrenta el mundo entero; en una escala menor las políticas locales pueden atender problemas como migración, cambio climático, uso del tiempo, políticas de género y desigualdad entre otras problemáticas. Mismas que deben abordarse desde una mirada integral, ya que son retos que tienen por delante ciudades y gobiernos locales, a los que hay que aportar desde el conocimiento técnico, político y las experiencias exitosas.

Los temas del Distrito que queremos, deben ser analizados desde la comunicación en el ámbito local, finanzas públicas, desarrollo, planificación urbana, paradiplomacia, cambio climático, gestión integral de residuos sólidos urbanos, movilidad sostenible, políticas de cuidado y ciudades inclusivas, smart cities, seguridad ciudadana y un tema que es esencial sin duda para robustecer cómo profundizar el sistema democrático y devolver la confianza a los ciudadanos en sus gobernantes, que es la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana.

Además de los retos ya descritos, considero con estudiosos de la asignatura, que debido a la cercanía con los ciudadanos, el nivel local tiene la posibilidad inmejorable de dar muestras que si se puede gestionar y gobernar con la más absoluta transparencia y con la correspondiente rendición de cuentas; para así reconstruir puentes en algunos casos y tender otros con una ciudadanía que ya no cree en sus gobernantes, dados los miles y más incumplimientos de que han sido objeto.

Luego de años y años de peores, malas y apenas unas regulares administraciones, creo que merecemos los samarios dar un salto cualitativo en nuestras prácticas administrativas públicas donde cada uno de nosotros sintamos que somos de una u otra manera artífices del destino y del porvenir de un mundo más próximo; razón por lo que importante ha de ser que acojamos ideas y de brinden ideas y herramientas para que como ciudadanos tengamos una mirada informada y crítica a la hora de evaluar el ámbito que nos rodea.

Cambiamos y transformamos para bien o nos siguen cambiando y transformando para lo malo y peor. Es hacer más por nuestra vida cotidiana, por lo que ocurre y nos afecta cada día, combatir inequidades, desigualdades y la falta de oportunidades para encontrar trabajo, empleo digno, vincularnos con la tecnología, lo cual depende de las decisiones correctas o no de los gobernantes locales, que es hacer de nuestro Distrito ese mejor lugar para vivir. Pero no olvidemos que de nosotros también depende.