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Muerte de Danilo Villafañe deja al descubierto la falta de medidas de prevención en el territorio
En una trágica jornada que enlutó a la comunidad indígena y a los habitantes de Santa Marta, el gobernador arhuaco Danilo Villafañe perdió la vida ayer, 25 de diciembre, en un incidente que deja en evidencia la ausencia y la falta de acción por parte de las autoridades en las zonas de alta afluencia turística esencialmente.
Lo anterior, teniendo en cuenta que, a la fecha, la ciudad y sus zonas limítrofes se encuentran en medio de una temporada en la que los ríos se encuentran crecidos y el oleaje en las playas aumenta de manera considerable, por esto la inexistencia de medidas de seguridad como salvavidas y señalización en áreas críticas se ha convertido en un riesgo latente para la población.
La tragedia que se suscitó ayer, cobrando la vida no solo del líder indígena, sino también de Erika Izquierdo, una joven de 25 años, es un llamado de alerta que no puede ser ignorado por las autoridades del territorio.
Esto, teniendo en cuenta que la capital del Magdalena es una zona de turismo, cuyos paisajes y atractivos naturales son la razón principal de la presencia de visitantes nacionales e internaciones, lo que lleva a cuestionar el hecho de que las autoridades no brinden la vigilancia necesaria para garantizar la seguridad de todos.
Los riesgos se vuelven aún más evidentes si se toman de ejemplos situaciones como las acontecidas, en las que dos personas, conocedoras del territorio, que habitan en sus zonas, que convivían y respetaban la naturaleza, no pudieron sobrevivir ante la agresividad de la misma.
En consecuencia, es notoria la falta de planificación por parte de las autoridades locales para atender la demanda de la población, una realidad que sigue causando rechazo, especialmente en situaciones de emergencia como la relatada, es por eso que la comunidad exige acciones inmediatas para prevenir futuras tragedias similares.
La seguridad en las zonas turísticas no debe ser un aspecto relegado, sino una prioridad que requiere medidas inmediatas, como el fortalecimiento de la vigilancia en las áreas de recreación y turismo que así lo requieran.
Así las cosas, la comunidad samaria solicita una vez más acciones concretas por parte de las autoridades competentes, con el fin de que Santa Marta pueda ser catalogada como un destino turístico seguro.