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¿Existe la autonomía territorial en Colombia?
El principio de autonomía territorial y la descentralización son de los temas que concentran la agenda política en estos días, principios que se han consagrado en la propia Constitución política y en la ley pero que a la vez son conceptos tan etéreos y abstractos que son risibles. La misma Constitución recalca que Colombia es un estado unitario y descentralizado, algo que los constituyentes querían consagrar en la Carta para darle mayor poder a las entidades territoriales.
Sin embargo, la pregunta que nos podemos hacer es: ¿Estos principios en verdad son aplicados? Por estos días el gobernador de Antioquia ha propuesto un referendo para darle mayor poder a los departamentos, entidades que tan solo consiguen el 15 por ciento de las rentas naturales, incluso las ciudades capitales reciben más que los departamentos, dejando a estas entidades en un detrimento fuerte concentrando todo en la urbe y dejando al departamento con un presupuesto limitado para el resto de los municipios, esto se debe a una impopularidad por la que pasaban los departamentos en el 1991, mientras que los municipios se convertían en la panacea y la mayor inversión a futuro de los juristas. Además, desde 1991 los gobiernos que han pasado, indistintamente de su cariz político han centralizado aún más sus funciones, consolidando a Colombia como un estado cada vez más presidencialista y a unas entidades territoriales en vilo ante esta centralización de funciones que las aquejan.
El caso de la delegación minera en Antioquia y el arropamiento de funciones del presidente Petro, así como también las discusiones que desde siempre han planteado mandatarios como el gobernador Eduardo Verano de la Rosa, han suscitado el debate acerca de darle mayor autonomía a los entes territoriales. El académico Augusto Hernández Becerra incluso asevera que la autonomía en los entes territoriales podría brindar las herramientas para una búsqueda de la paz territorial y es que la descentralización es un proceso que pasa por la autonomía, ambas dependen la una de la otra. El profesor también dice que la autonomía es meramente formal, está en la constitución, pero a la vez los gobiernos nacionales se han esforzado más y más en cohibir a las entidades de funciones clave y arroparse ellos para manejar mayor presupuesto y a la vez así repartir políticamente a sus distintas causas
Durante estos años hemos tenido el mismo debate que siempre termina estéril y ya es hora en definitiva de dar el siguiente paso, de tener iniciativas tanto ciudadanas como legislativas para que por fin los departamentos y municipios tengan el poder que merecen desde 1991, sin duda, el tema del referendo debe tener un mejor aterrizaje dentro del círculo político y académico, pero vamos en camino de darle a las regiones, a las áreas metropolitanas, a los distritos, municipios y departamentos el desarrollo que merecen, a través de la autonomía. Ya es tiempo no solo de poner el tema en la palestra pública, sino de tomar acciones hacia el mismo, coordinación entre mandatarios indistintamente de las diferencias y sentarse a discutir el futuro de las regiones.