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Ningún camino conduce a Santa Marta

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Mientras las vías que conectan a Santa Marta con los departamentos del Atlántico, Cesar y La Guajira sigan presentando constantes bloqueos, esta ciudad nunca estará a la altura de la competitividad en materia de desarrollo de otras ciudades del país.

Y como si fuera normal o del diario vivir, en la mañana de este 24 de abril Santa Marta estuvo totalmente cerrada por protestas sociales que no permitían la entrada ni salida a la capital del Magdalena.

 

Por: Arnol Sarmiento
Redacción: OPINIÓN CARIBE

Transitar por las vías del Magdalena hacia otros departamentos se ha convertido en un verdadero calvario para los conductores, turistas y transportadores, tras los constantes bloqueos por protestas sociales, ya sea por falta de agua potable, servicio de energía o incluso por la ilegalidad de las fotomultas instaladas en la vía.

En la Troncal de Oriente y la Troncal del Caribe, mensualmente se reportan hasta 20 bloqueos por protestas sociales asociadas a falencias en servicios públicos, lo que representa pérdidas económicas incalculables para el sector transportador y turístico en Santa Marta.

A pesar de que esta es una problemática constante generalmente en la vía Santa Marta-Barranquilla y los sectores de la Zona Bananera, poco se ha hecho para tratar de controlar estas acciones, hasta tal punto que conductores han tenido que pagar extorsiones por parte de algunos manifestantes para dejarlos pasar sin que la autoridad tome cartas en el asunto, convirtiéndose en un secreto a voces hasta que se convierte en un hábito para quienes a diario transitan por estos corredores viales.

Una muestra de esta problemática, que aísla a la ciudad de Santa Marta, fueron las protestas sociales presentadas en la mañana de hoy, 24 de abril, donde simultáneamente se presentó un bloqueo en la vía que conduce al departamento de La Guajira, a la altura del corregimiento de Guachaca, y en la vía que conduce hacia el Atlántico y el Cesar, a la altura del barrio La Paz en la Troncal del Caribe, lo que dejaba totalmente cerrada la salida o entrada de la capital del Magdalena.

La inconformidad de las comunidades en el Magdalena por las precarias condiciones en las que se prestan los servicios públicos ha llevado a que se recurra a las vías de hecho como forma de protesta social para ser escuchados por las autoridades gubernamentales y nacionales ante una creciente problemática que se agrava aún más con los elevados costos de estos servicios, que a su vez son intermitentes o, en algunos casos, inexistentes.

Lo cierto es que los consejos de seguridad, reuniones y meses de diálogo poco han servido; las protestas sociales en las vías del Magdalena siguen convirtiéndose en el peor enemigo de la ciudad de Santa Marta, sin contar con el hecho de que aquellos que optan por llegar vía aérea se topan con un Aeropuerto Internacional que no da la talla con el turismo y el desarrollo que se quiere vender a quienes visitan la Perla del Caribe.