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Spot Político: Las mayorías en las corporaciones
La mayoría de miembros en corporaciones que se elijen en Colombia, buscan estar en el ‘bloque’ del gobernante de turno, sea Congreso de la Republica, Asamblea Departamental o Concejos Distritales o Municipales.
Hay contadas excepciones donde por principio político y filosófico están acostumbrados a hacer férrea oposición a quien este gobernando en su momento, pero aparte de estas excepciones, la mayoría de los integrantes de las corporaciones busca estar entre los afectos de la administración.
Se preguntarán ¿por qué sucede esto? La razón es sencilla, porque todo el mundo quiere estar cerca de la sombra que genera el Ejecutivo; si es un concejal, pretende estar dentro de los beneficios de contarse en la mayoría del alcalde; si es diputado, estar bajo la misma sombra del gobernador; si es congresista, en la esfera de quienes cogobiernan de alguna forma con el Presidente de la República.
Así las cosas, el sentir popular es que las mayorías se arman para tener acceso al ordenador del gasto; en Santa Marta se está hablando de una nueva mayoría. Una nueva mayoría que se formó gracias a que dos miembros de la precaria mayoría, y digo precaria, porque era la mayoría de la mitad más uno de 10 concejales sabiendo que la Corporación Concejo de Santa Marta está formada por 19 concejales, la mayoría antigua estaba conformada por 10, de los cuales dos se fueron a disfrutar de la experiencia del Mundial de Fútbol de Rusia 2018. Este es el caso de Juan Carlos Palacio y Carlos Pinedo Cuello.
Oportunidad que aprovecharon quienes les había tocado en este periodo ver como había un grupo mayoritario y ellos estaban por fuera, aprovecharon y organizaron; otros, que una mayoría de 10 era liderada por Iván Sarabia.
Pero, uno se pregunta, ¿para qué llega una mayoría, para hacer oposición o para estar con el gobernante? Eso se fustigará de acuerdo con los comportamientos y resultados que se estén dando en el desarrollo de esas mayorías. En este momento vemos que desde que se creó la mayoría, si es para hacer oposición, se debería estar dando los debates todos los días para tumbar las aspiraciones del Ejecutivo de que le den facultades para enajenar, para vender, para hacer crédito contra crédito, para endeudarse, para hacer una serie de situaciones, o hacer una oposición para hacerle un juicio político a los miembros del gabinete distrital por supuestas irregularidades en sus funciones, este no es el caso.
El caso es que hay una mayoría de 10, que a pesar de serlo, no impondría la voluntad de ese grupo, de ese bloque, que solo se limita a decir presente y con eso ganar los honorarios que les pagan por sesión, luego se retiran, evadiendo el debate de los proyectos, es decir, no te tumbo el proyecto, pero tampoco te lo apruebo, ¿será que es difícil sacar la conclusión que lo que están esperando es llámame, yo también te sirvo, yo también te apruebo, yo puedo aprobarte lo que te aprobaban los otros, nosotros también podemos?
No se justifica que se juegue con el erario público facturando unos honorarios, solo porque se dijo presente, pero que en la práctica no se está haciendo lo que debe hacerse, porque es un deber del concejal hacer el debate sobre los temas que están en la agenda para su discusión.
En este orden de ideas, siguen vivos todos los proyectos presentados, sigue incólume cualquier situación que se esté dando en el distrito de Santa Marta desde el gobierno, porque esta nueva mayoría no le hace debate a nada, factura horarios y está dándole largas al Ejecutivo para que sean los beneficiados quienes están bajo la sombra del ordenador del gasto.
Esta es mi apreciación del acontecer político en esta nueva mayoría del Concejo de Santa Marta.
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