Crecer, parte de la solución

Importante, además de urgente en alto grado debe ser para nosotros los magdalenenses, el crecimiento económico departamental, más cuando la tasa media de expansión de nuestra economía no es para nada la ideal, lo que obliga a nunca resignar el objetivo de crecer. No podemos conformarnos y en oposición a lo cual, propender por una superior inversión nacional y extranjera, lo que manda un plan para atraer tales inversionistas, lo mismo que ver y buscar dónde se encuentran las oportunidades que bien y mejor puedan robustecernos camino a combatir inequidad, pobreza y miseria. Y aunque el crecimiento económico, por sí solo, no es suficiente para reducir la pobreza definitivamente, contribuye, siendo urgente atender la desigualdad a través de políticas que favorezcan a los pobres, de lo contrario reducirla será muy lento.

En gran medida el camino es incrementar la tasa del ingreso por habitante, dejar de ser un departamento con problemas que con frecuencia no sabe encontrar las soluciones y cuando las tiene a mano, se pone a buscar otras, cuando lo importante es quedarnos en la dimensión técnica que ello comporta y no perder de vista jamás como alcanzar un crecimiento económico superior al promedio, dejar atrás perniciosas contradicciones y ponernos de acuerdo en torno a construir un superior desarrollo departamental con miras a hacernos fuertes regional y nacionalmente, multiplicar las inversiones y que las mismas apunte a beneficiar tales propósitos.

En todo esto, importa como clara solución abandonar las obsesiones ideológicas que nunca en ninguna parte del mundo han dado resultado, y reconocer que tenemos que ir aunados en pos de los intereses superiores de la colectividad y desechar la corrupción e impunidad que algunos persisten en perdurar.

El camino es un crecimiento sostenido, justo e inclusivo que nos haga una sociedad  optimista, fuerte, donde no progrese el descontento ni la inestabilidad, que erosionan la confianza en las instituciones, lo que impone restaurar y construir esa confianza que como departamento necesitamos en ruta a una estabilidad de nuestro crecimiento económico, para lo que requerimos establecer una senda para que este incremento sea socialmente inclusivo y sostenible en todas sus áreas y niveles en lo que ayuda armonizar las políticas financieras y económicas, mejorar las estrategias nacionales y regionales de financiación e inversión sostenibles; y fomentar la inclusión financiera y el acceso equitativo a la financiación para todos sin excepción.