El agua en Santa Marta. “La gran oportunidad de la administración Pinedo”

Por: Ariel Quiroga 

 Desde el año 2014 vivo en esta ciudad, aquí terminé mi adolescencia y empecé mi juventud adulta, aquí llegué como pobre y hoy no lo soy, aquí llegué como bachiller y hoy soy especialista, aquí me bañe con agua que fluía del tubo y con una que entregaba un carro tanque, o tocaba llenar con una motobomba por turnos organizados por los vecinos,  aquí subí baldes de agua desde la base hasta la cima de unos de los cerros que está detrás de Villa Cacho, aquí he crecido, de tal suerte que me considero con la suficiente legitimación para hablar de estos temas y poder contribuir así sea con unas cuentas líneas cuyo único fin es crear pedagogía.

La cuestión del agua. No ha pasado un solo día desde que pisé estas tierras que no haya escuchado sobre la problemática del agua, y para ser sinceros, creo que es más lo que se ha hablado de lo que se ha solucionado, pues el debate persiste 14 años después, lo que me lleva a no poder entender ese terrible vicio de los colombianos y en nuestro caso de los samarios, a siempre vivir en el filo del abismo, pero estar contentos porque nunca caemos, aunque  tampoco nos alejemos de la orilla, y así es con todo, así es con el agua en  Santa Marta y así es con la guerra, pero de la guerra hablaremos en otra columna, especialmente de la que se vive en el Magdalena.

En algún momento del año 2014 participé en política como gerente de dos campañas electorales, una al Concejo y otra a la Asamblea, solo la segunda fue victoriosa, sin embargo, en ese ajetreo del proselitismo, conocí barriadas como Colinas del Pando, Nacho Vives,  Luis R Calvo y 20 de octubre, todas con desabastecimiento de agua potable, pésimo sistema de alcantarillado o nulo, vías de acceso en mal estado y una inseguridad galopante, con muchas ganas de equivocarme, parece ser que en ninguno de esos lugares ha llegado una solución efectiva, todo lo contrario, ha empeorado.

En 14 años aprendimos que sacar una empresa privada del juego como pasó con Metroagua y crear una empresa pública (EESSMAR) no es una solución, si el fundamento de crear la segunda, es tener una chequera que sirva para financiar campañas electorales y no luchar para que el servicio público de agua potable y alcantarillado sea óptimo, tan mal manejada fue, que la intervino el gobierno Duque y hoy el gobierno Petro no la quiere devolver, pero queda la duda si es porque de verdad está al borde de la liquidación como si lo está,  o porque también la quieren usar como caja para oxigenar sus células políticas en el territorio, en todo caso, presumamos lo mejor…

Ahora bien, acaba de ser expedida la Sentencia T-290 de 2024, en el que quedó en evidencia lo que hace más de una década es un hecho notorio en el Distrito, y es que  “no tenemos agua” y nuestro alcantarillado es un volcán de heces fecales con o sin aguaceros, pero de forma desquiciada la empresa de servicios públicos de Santa Marta seguía emitiendo conceptos de disponibilidad de servicios públicos, para cuanto proyecto de construcción se iniciaba en la ciudad, afectando principalmente a los sectores más vulnerables de Santa Marta. En español, han estado jugando con una especie de burbuja que al parecer va a estallar de forma tan catastrófica que nos manchará la cara a todos y no precisamente con pintura.

Ahora bien, se hizo evidente que esta problemática tocó la puerta de quienes tienes unas condiciones de vida más favorables, pues la sentencia en cuestión protege los derechos a una vida digna, al ambiente sano y derecho a la salud de los residentes de playas los cocos, quienes se cansaron de estar con aguas residuales hasta las rodillas la mayor parte del año. Ahí, la participación del abogado Rubén Ceballos y la Fundación Cruz Verde Ambiental fue crucial, pero esto levanta una interrogante ¿Qué pasará si la mayoría de las juntas de acciones comunales de Santa Marta también empiezan a radicar tutelas y pedirle a la Corte Constitucional su revisión eventual, con base en este último fallo?

Tengo conocimientos de un evento muy importante que se llevará a cabo la próxima semana, y que será del más alto nivel,  deseo que en esa mesa de trabajo interinstitucional se lleguen a avances reales ante la problemática de las comunidades,  y este no se convierta en una rueda de negocios con todo, menos con la empatía social que requiere abordar una solución para algo tan vital en la vida humana, como lo es que un niño, un anciano o cualquier persona pueda tomarse un vaso de agua, cocinar sus alimentos o asearse.

El Dr. Carlos Pinedo Cuello tiene una oportunidad de oro, y es entregarle al Distrito las bases correctas y los avances palpables para por fin solucionar este flagelo, lo que seguramente lo llevará a tomar decisiones que, aunque acertadas sean impopulares, sin embargo, que sea lo que haya de ser, siempre que se permita de forma racional pero limitada en el tiempo, la participación de la sociedad civil en las distintas discusiones.