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La verdad detrás del debate en el Senado: Superservicios habría ocultado la crisis financiera de la Essmar

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Mientras la Superservicios ocultó las cifras reales de la Essmar y engañó a los 14 senadores de la Comisión Quinta del Senado, la empresa de servicios públicos de Santa Marta continúa acumulando pasivos año tras año desde su intervención en 2021, al igual que un déficit creciente que fue ocultado en pleno debate, sin que ningún senador lo notara, quedando así en evidencia una burla al Senado de la República.

 

Por: Arnol Sarmiento

El pasado 2 de septiembre, en Bogotá, se llevó a cabo una sesión de la Comisión Quinta del Senado de la República en un debate de control político sobre la contaminación en las playas de Santa Marta. La discusión fue presentada bajo proposición del senador Inti Asprilla Reyes, con el acompañamiento del senador José David Name Cardozo, y citó a distintas autoridades distritales, departamentales y nacionales, entre ellas el superintendente de Servicios Públicos, Elmer Durán, y el agente especial de la intervenida Empresa de Servicios Públicos del Distrito (Essmar), Edwin Parada Cabrera.

En el escenario se expusieron las dificultades que atraviesa Santa Marta en materia de aguas de alcantarilla. Sin embargo, varios puntos clave pasaron inadvertidos para los senadores, incluido el propio proponente, a quienes se les entregó información cuestionable sin reparo alguno. OPINIÓN CARIBE recopiló pruebas documentales que revelan los verdaderos datos financieros de la Essmar y de cómo el superintendente Durán presentó datos que no corresponden con la realidad financiera de la entidad.

La Essmar, intervenida desde noviembre de 2021 bajo los gobiernos de Iván Duque y ahora de Gustavo Petro, ha tenido seis agentes interventores y, pese a ello, los problemas estructurales de agua potable y alcantarillado no se han resuelto. Lo más preocupante: sus pasivos y el déficit han aumentado de forma progresiva sin que la empresa haya sido liquidada o devuelta al Distrito.

Intervenciones iniciales: un debate limitado

El senador Inti Asprilla, proponente del debate, se refirió a la problemática del emisario submarino, la planta de tratamiento de aguas residuales y la inversión de 31 mil millones de pesos destinada a mitigar algunos de los múltiples problemas del alcantarillado en Santa Marta. Sin embargo, su intervención se limitó a señalar la ausencia del alcalde y actividades previas, sin profundizar en responsabilidades ni en la gravedad del contexto del debate.

El senador Didier Lobo, aunque celebró la realización del debate, criticó la insuficiencia de dicha inversión: “era irrisoria ante la grave problemática de la ciudad, era un pañito de agua tibia con lo que esto verdaderamente merece y requiere”. También llamó la atención sobre la necesidad de asumir responsabilidades y competencias: “las afectaciones sobre las playas de Santa Marta son un tema de negligencia de los actores citados al debate, en especial de las entidades”.

Lobo recordó que la crisis del alcantarillado en Santa Marta no es reciente: el sistema lleva más de 20 años en condición obsoleta, insuficiente y colapsada, mientras la planificación urbana ha fallado durante décadas. El interrogante es claro: ¿cuál es la responsabilidad de la Essmar?

“El corazón del problema”

El propio senador Lobo fue directo al señalar que, más allá de la administración distrital, la responsabilidad recae en la empresa: “Señores de la Essmar, ustedes son el corazón del problema de todo ese problema operativo, las fallas son constantes y además documentadas”.

Añadió que la intervención debía rescatar a la empresa, no hundirla más: “Cuando hay una intervención de una empresa pública es para sacarla adelante, esa es la misión de una intervención de cualquier empresa, y ahí el Gobierno nacional tiene que hacer un esfuerzo mayor”.

Sin embargo, desde la intervención en 2021, la situación no ha mejorado: los pasivos y el déficit han aumentado, el servicio de saneamiento básico sigue deteriorado y el descalabro financiero marca lo que se califica como un fracaso de la intervención.

Señalamientos a la Superservicios

El senador Marcos Daniel Pineda fue más directo al responsabilizar a la Superintendencia de Servicios Públicos, ahora en cabeza de Elmer Durán, por los resultados de la intervención. Recordó que la Essmar lleva cuatro años bajo control del Estado sin que existan mejoras en el servicio que presta la empresa.

Además, según Pineda, los múltiples cambios de agentes interventores —que a la fecha suman seis— respondieron a compromisos políticos, lo que bloqueó soluciones reales: “eso ha hecho que la intervención poco o nada haya solucionado el problema de fondo que tiene Santa Marta, y yo le hago una pregunta: ¿Cuándo le va a entregar la Essmar al Distrito o cuándo la va a liquidar? Pero tome decisiones”.

Revelaciones sobre equipos y déficit

Durante la sesión, el agente interventor de la Essmar, Edwin Parada Cabrera, reconoció que la empresa solo cuenta con tres carros Vactor para atender los rebosamientos en la ciudad. Esta situación generó duras críticas por parte del senador Pineda, quien pidió sanciones de inmediato, calificando esto como inexplicable para una ciudad con 700 mil habitantes, en comparación con otras ciudades como Montería, que triplica el número de carros Vactor con la mitad de la población de Santa Marta, siendo esta una empresa intervenida.

Fue entonces cuando el superintendente Elmer Durán expuso que la intervención en 2021 respondió a problemas de recaudo, cartera y fallas en el servicio, en donde además recordó que en el 2021 la Essmar tenía un déficit de 62 mil millones de pesos, situación que dio lugar a la intervención.

Ver informe financiero del 2021 completo aquí 

OPINIÓN CARIBE documentó que efectivamente había un déficit de 62 mil millones de pesos, pero además, en 2021, la empresa acumulaba 97 mil millones de pesos en pasivos que incluían cuentas por pagar, préstamos bancarios e impuestos pendientes. Hasta allí, todo claro.

El panorama en 2025: cifras en rojo

Cuatro años después, y bajo el gobierno del presidente Gustavo Petro y tras seis interventores, la situación en la Essmar no solo no mejoró, sino que empeoró. En un informe de seguimiento del primer trimestre de 2025, obtenido por OPINIÓN CARIBE, se demuestra que los pasivos de la Essmar superan los 183 mil millones de pesos, es decir, casi el doble de 2021.

Ver informe completo aquí 

En la sesión de la Comisión Quinta del Senado, específicamente en la intervención del superintendente de Servicios Públicos, Elmer Durán, sobre el déficit de 62 mil millones detectado en 2021, el senador Marcos Pineda fue preciso al preguntarle: “¿Cuál es el déficit de la Essmar cuatro años después?”.

Durán evitó responder directamente y dio varias vueltas sobre el tema. Ante la insistencia del senador Pineda, quien reiteró la pregunta, el superintendente finalmente afirmó que “el déficit en este momento es de 70 mil millones de pesos”, asegurando incluso que era casi igual al de la fecha de la intervención.

Esa afirmación es falsa: para 2025 la Essmar registra un déficit superior a los 130 mil millones de pesos. En otras palabras, el superintendente Elmer Durán le mintió al Senado de la República durante el debate de control político de la Comisión Quinta, presentando cifras irreales sobre la situación financiera actual de la empresa.

Esto abre un interrogante de fondo: ¿por qué el superintendente ocultó la verdadera realidad financiera de la Essmar? Y más aún, ¿cuál ha sido el papel de la Superservicios si, tras cuatro años de intervención, el colapso financiero y operativo de la empresa es todavía más grave?

La discrepancia entre lo afirmado por el superintendente y las cifras reales abre un escenario de presunta manipulación de información, por lo cual esto amerita una investigación de la Fiscalía y de los entes de control, pues no solo se habría ocultado la realidad financiera de la empresa, sino que además a los senadores se les mintió en la cara por no estar documentados y verificar lo dicho con el doctor Durán para contrarrestar los datos presentados.

Lo cierto es que, después de cuatro años de intervención del Estado, la Essmar pasó de tener 97 mil millones en pasivos a 183 mil millones, y de un déficit de 62 mil millones a 130 mil millones. En ese contexto, la pregunta es inevitable: ¿Qué pasó en cuatro años de intervención?

Ante todo este panorama analizado por OPINIÓN CARIBE, la sesión en el Senado no solo dejó en evidencia la crisis estructural del sistema de alcantarillado de Santa Marta, sino también la opacidad con la que la Superservicios manejó la información de una empresa que sigue hundida en problemas financieros y operativos y que está lejos de una solución.