Metrópolis
Disturbios de hinchas visitantes exponen fallas en la seguridad de Santa Marta

Lo que debió ser un fin de semana de celebración por el Día del Amor y la Amistad se convirtió en una jornada de zozobra para los habitantes de Santa Marta. La visita de la barra del Atlético Nacional, con motivo del partido contra el Unión Magdalena, dejó una estela de disturbios, riñas y desórdenes en sectores clave de la ciudad.
Según reportes ciudadanos y registros en redes sociales, los altercados no se limitaron a enfrentamientos con hinchas locales. Lo más alarmante es que los disturbios ocurrieron entre integrantes de la misma barra visitante. Peleas en vía pública, consumo de alcohol en espacios no autorizados y alteraciones al orden fueron evidentes en zonas como El Rodadero y el Centro Histórico, generando preocupación entre comerciantes, residentes y visitantes.
Durante los enfrentamientos, un hincha resultó gravemente herido y permanece en estado reservado. Las autoridades también reportaron la captura de varios individuos involucrados en los disturbios.
Aunque para el duelo entre ambos equipos, en el Estadio Sierra Nevada, las autoridades implementaron un dispositivo de seguridad, los desmanes se siguen presentando fuera del escenario, en calles y zonas comerciales. La estrategia parece limitada al perímetro del estadio, ignorando que la ciudad entera se ve afectada por la llegada de barras visitantes.
La apertura de fronteras para recibir hinchadas de otros equipos debería ir acompañada de protocolos estrictos de seguridad. Sin embargo, las autoridades locales no han implementado aún medidas efectivas para anticipar y contener los riesgos que implica la llegada masiva de aficionados, especialmente en fechas de alta afluencia turística.
La situación exige una revisión profunda de las políticas de seguridad en Santa Marta. No basta con custodiar el estadio: se requiere presencia policial estratégica en puntos principales para prevenir que el fútbol se convierta en una amenaza para la convivencia ciudadana.
