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Editorial & Columnas

Futuros alcaldes: un SOS por la seguridad ciudadana

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Por Carlos Arteaga España

Arrancó la batalla electoral como cada 4 años para acceder al poder local y seccional en los municipios y departamentos del país, y con ello un mundo de candidatos y candidatos buscando ganarse al electorado (llamado constituyente primario también) para ser sus legítimos representantes en el cuatrienio que se avecina.

En nuestra “parroquia” como expresa un conocido periodista encontraremos variopintos y exóticos candidatos(as) que no tienen la menor idea de las funciones constitucionales y legales que les compete realizar, de allí emergen entonces las propuestas macondianas, la demagogia sin tregua y las promesas infinitas que se repiten cada 4 años como un libreto de un clásico de teatro que se considera una herejía alterarle una coma.

En esa línea me permitiré una sugerencia, que no es de mi cosecha, sino del conocido asesor en temas políticos Dick Morris quien en su excelente libro El Nuevo Príncipe editorial Ateneo propone que los candidatos tomen temas banderas con énfasis en ello, evitando la dispersión programática y en veces la confusión al electorado.

Hagamos un ejercicio pedagógico con un municipio del Magdalena que supere los 50 mil habitantes, como el Banco, Fundación, Ciénega, o Plato. Que tienen en común esas entidades territoriales: Un enorme problema de inseguridad.

Entonces allí tenemos un tema bandera (que no pasa por descuidar las otras áreas y competencias legales) basado en el orden público, la seguridad y la convivencia ciudadana. Si se realizara una encuesta de percepción ciudadana ningún tema-problema moviliza mayores consensos que este.

La seguridad la desea el ama de casa, el ganadero, el tendero, el comerciante, el vendedor ambulante, el estudiante por lo que resulta incomprensible dos actitudes: Un sector de la derecha que reclama para si titularidad de un bien colectivo y público, y un sector de la izquierda que tiene la errática creencia que promover la seguridad es una traición a su credo político, cuando en verdad en el Estado tiene una función capital y de primer orden que es servir como garante de la misma.

Para que no queda del anterior aserto me permito recordar artículo 2 de la Constitución que a la sazón expresa “Son fines esenciales del Estado: … Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares” (las negrillas son mías)

En esa línea el articulo 315 de la Constitución Nacional entrega una atribución en cabeza de los alcaldes en materia de orden público así:

“. Conservar el orden público en el municipio, de conformidad con la ley y las instrucciones y órdenes que reciba del presidente de la República y del respectivo gobernador. El alcalde es la primera autoridad de policía del municipio. La Policía Nacional cumplirá con prontitud y diligencia las órdenes que le imparta el alcalde por conducto del respectivo comandante”

Señor candidato, y futuro alcalde, al ciudadano común y corriente le importa un carajo si usted admira u odia al Presidente o Gobernador con quien le toque ejercer su mandato. Se reclama de usted pragmatismo, pues los problemas de la ciudadanía en ultimas no se resuelven en el campo de las ideologías, sino en el plano de la realidad cotidiana, de suerte que tiene que pensar en la seguridad en términos de articulación con los niveles seccionales y nacionales, en términos de gestión constante sin dejarse arrastrar por sus temas personales, pues al momento de asumir tal responsabilidad usted se debe a la comunidad donde ejercerá sus competencias, a partir del 1 de Enero de 2024 dedíquese  administrar y gobernar con el programa que inscribió.

Señor Candidato el mismo articulo 315 de la Carta, así como las normas especiales en la ley 136 de 1994, ley 1551 de 2012 y demás concordantes le permiten “Crear, suprimir o fusionar los empleos de sus dependencias, señalarles funciones especiales y fijar sus emolumentos con arreglo a los acuerdos correspondientes. No podrá crear obligaciones que excedan el monto global fijado para gastos de personal en el presupuesto inicialmente aprobado”(art 315#7)que para el caso puntual de algunos municipios como los reseñados implica trabajar mancomunadamente con los concejos municipales según las voces del articulo 313 del texto superior” Determinar la estructura de la administración municipal y las funciones de sus dependencias; las escalas de remuneración correspondientes a las distintas categorías de empleos; crear, a iniciativa del alcalde, establecimientos públicos y empresas industriales o comerciales y autorizar la constitución de sociedades de economía mixta” con lo cual se pueden poner en funcionamiento las oficinas de Convivencia y Seguridad Ciudadana articuladas con la Secretaria del Interior y Gobierno hoy con excesivas competencias, teniendo presente que la misma se encamine de manera especial al tema de seguridad y la delincuencia, la articulación de convenios y apoyo con observatorios  en temas de seguridad, así como el dialogo permanente con la Policía Nacional, La fiscalía etc. También pregúntense porque estas oficinas no han funcionado en ciudades intermedias, y allí tienen mayores elementos de análisis con asesores con estos temas, que ojalá tengan solvencia académica y conocimiento, y no dejen llevar por afectos partidistas.

Se ha dejado de lado el enfoque sociojrudico de la delincuencia de menor escala, y es un error craso, en tanto que allí se debe analizar los elementos causales que disparan la misma, de donde reviste enorme importancia que instancias seccionales y nacionales en labor de complementariedad coadyuven a los municipios pequeños en ese propósito de estudiar el fenómeno en proyecciones semestrales con mediciones y alternativas de prevención.

Como reflexión final El abandono de la seguridad nos puede conducir a dos terrenos indeseables: Un estado de todos contra todos (Hobbes), donde grupos poderosos con capacidad de financiar armas salen siempre en ventaja, o el anhelo de buscar lideres carismáticos que brinden “seguridad” enajenándole los últimos retazos de libertad y con ello la democracia. Ambas experiencias las recordamos con amarguras en estas latitudes.

ADENDA: En días pasados se acabo con la vida del distinguido paisano y colega Elkin Reyes en el municipio de Plato-Magdalena. La población recibió consternada tal noticia. Paz en su tumba y mis sinceras condolencias a su familia.