Nuestro Unión Magdalena

Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*

Clasificamos enhorabuena -lo que de paso sirve para festejar los cincuenta años de su solitaria pero reluciente estrella-, con una gran campaña a la primera división del balompié profesional colombiano, categoría de la que nunca debimos descender, pero fue así, y corresponde en consecuencia a nuestro Unión Magdalena, como objetivo y férreo propósito, quedarse nuevamente y desde hoy para ser protagonista de su nueva historia, además de reivindicarse con su afición, Región Caribe y país, como la cuna única y cierta del futbol que es Santa Marta en el territorio patrio.

Sobra decir que estuvimos sus seguidores sin excepción, y me tomo su vocería, atentos en todo momento a la espera que esa clasificación se diera. Las emociones estuvieron ahí, latentes, siempre a flor de piel en cada encuentro. Imaginábamos a los futbolistas preparándose para cada partido. Latían los corazones. Cada partido era una cita importante con la ilusión del retorno. Las cosas se dieron. Estamos orgullosos de ti Nuestro Unión Magdalena por lo que pasó y por lo que va a pasar, en la seguridad que este club del alma estará presto y dispuesto para grandes hazañas. Las necesitamos, a la par que demandamos un conjunto que nos muestre en el escenario nacional como lo que bien y mejor somos, con garra, valientes, enjundiosos, pujantes, laboriosos, batalladores, ardorosos, luchadores y contenidos del más elevado de los espíritus.

Te prometemos que vamos a corresponderte y comportarnos como debe y tiene que ser, así como a estar más que nunca junto a ti. Vamos a hacerte sentir como nos has hecho sentir con esta directa clasificación y a responderte en todo. Ansiosos estamos por verte de nuevo en acción, en competencia en la instancia mayor de nuestro futbol. Preparado. Reforzado. Con mentalidad ganadora, exitosa y triunfante. Necesitamos hacer como aficionados todo el esfuerzo y exigir que lo mismo hagan por su parte directivas y cuerpo técnico, camino a ser ese grande equipo que anhelamos y esté en capacidad de darle el frente con altura a los uno y más obstáculos que surjan o puedan presentarse.

No vas a estar solo equipo del alma. Habrá a tu alrededor miles de nosotros que te vamos a apoyar. Muchos más de los que podamos imaginar. La ciudad, el departamento, y quien lo diría, incontable cantidad de personas en el resto del país que te quieren calladamente, hacen que esta ilusión fuera y siga siendo inmensa. Cuantiosos fueron los malos y peores momentos en estos trece años en la B, lo que duro nos golpeaba y amargaba la vida, pero gracias al Creador y al arrojo de numerosos luchadores la adversidad quedó atrás… quiera Dios que para siempre.

Apoyemos con voluntad y decisión sentida esta nueva era. Animémonos. Arriba espíritus y corazones. Todo sea por este equipo de nuestros amores. Aquí estaremos para levantarte cuando por alguna circunstancia o situación que fuere amenaces con flaquear. La meta está siempre adelante. No se vale desistir, sólo insistir y persistir. Por lo pronto disfrutemos este triunfo. Seamos positivo y contagiemos de esa energía a este Unión ganador. Trasmitámosle fervientes esa gran pasión que nos produce y ese deseo de ganar. Brindémosle nuestras más sanas emociones. Unámonos en su favor con sentimiento colectivo en el deseo que nuestro equipo sea siempre un decoroso ganador. Manifestemos la pasión que sentimos con alegría. En todos los casos seamos optimistas, pero también realistas, ya que no siempre nos sonreirá la victoria, importando sí dejarlo todo en el campo, donde nos llenaremos de júbilo. Gracias miles a nuestros grandes campeones.