Buscar oportunidades de progreso

Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza

Estamos en la obligación, sea cual sea la posición social, política, económica o cultural que ocupemos en la sociedad, buscar para nuestros entes territoriales nuevas oportunidades para que evolucionen. No se trata sólo de buenos deseos, sino comprometernos en procurar cambios, avances y transformaciones de toda índole y a todo nivel. Trabajar por ejemplo en buscar a todo trance coaliciones, acuerdos y los fundamentos mejores que nos potencien. Partidos políticos puestos en tareas de gran calado y trascendencia en beneficio colectivo; y, medios de comunicación informando a la ciudadanía con veracidad y rectitud sobre estos aspectos.

Que el desafío gigante a enfrentar como departamento sea que dejemos de ser una promesa de desarrollo y de crecimiento para ser una real potencia de la Región Caribe y del país, sobre todo por cuanto todo lo poseemos para alcanzarlo en el menor tiempo posible si así nos lo propusiéramos en camino a ser una de las principales y más grandes economías de toda la región, independientemente de acusar males como la violencia, corrupción, impunidad, pobreza y una grave inequidad social, pero que bien podemos sobrepasar con reales soluciones dadas las múltiples fortalezas que tenemos, están latentes y que solamente requieren de gobiernos capaces y experimentados que sepan encauzarlas y desarrollarlas en manera suficiente.

La ciudadanía debe tener en cuenta que una de las formas para lograr estructuraciones mejores es exigir que partidos, candidatos y demás actores políticos sean responsables, reflexionen y ofrezcan  propuestas, ideas, compromisos serios y concretos para resolver los problemas que nos aquejan y nos lleven a puertos seguros, pues estamos de violencia, ofensas, descalificaciones, amenazas, mentiras, desgobiernos y agresiones, siendo hora de pasar la página y obligarnos todos a la madurez camino a consolidar sendas propicias que permitan progresos integrales y duraderos con certeza, legalidad, seguridad jurídica, civilidad.

Como ciudadanos y comunidad tenemos un poder que trasladamos mediante el voto a nuestros representantes populares, lo que nos impone escoger a los mejores, a los más probos, honestos, preparados, calificados y probados, una de las maneras de contribuir a la consolidación de nuestros municipios y régimen democrático, para así tratar que las promesas no se diluyan y se conviertan en la conquista de realidades que requerimos y merecen con suma urgencia y de manera importante generaciones presentes y futuras.