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Internacional

Mae Klong, el sorprendente mercado sobre las vías del tren

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Tailandia es famosa por sus mercados. En cualquier rincón, los puestos de comida, frutas y verduras, pescados, flores frescas, animales, ropa, antigüedades o cualquier otro producto susceptible de ser comercializado se suceden envueltos en un vaivén continuo. Su colorido y su originalidad los ha convertido en uno de los grandes atractivos para los turistas que visitan el país.

En Bangkok y sus alrededores hay cientos de ellos: el nocturno de Patpong, el de fin de semana de Chatuchak -el más grande y uno de los más conocidos del mundo-, el de comida de Or Tor Kor, el de las flores… y por supuesto los maravillosos mercados flotantes, auténticas postales tailandesas. Damnoen Saduak, Taling Chan o Amphawa son, sin duda, tres de estos últimos considerados imprescindibles.

Un convoy atraviesa el mercado de Mae Klong de Bangkok

Un convoy atraviesa el mercado de Mae Klong de Bangkok (urf / Getty Images)

Sin embargo, existe otro mercadillo especialmente peculiar y, sin embargo, todavía poco frecuentado por los turistas: el de Mae Klong. Situado a 90 minutos de la capital, es conocido como el mercado de las vías del tren, un sobrenombre que lo describe a la perfección. Y es que, aunque a simple vista podría parecer que se trata de un espacio de venta totalmente normal, sus puestos se extienden sobre los raíles de una línea férrea a pleno rendimiento.

¡Llega el tren!

Sí, lo has leído bien. El mercado funciona con normalidad a diario, alterando únicamente su actividad durante algunos minutos, varias veces a lo largo de la jornada. El potente sonido de una bocina alerta a los presentes de la llegada inminente de una locomotora: los vendedores, con movimientos rápidos y precisos, tienen el tiempo justo de retirar los toldos de protección y los productos colocados encima de las vías.

Segundos después, al fondo, aparece el convoy, que circula por el interior del Talad Rom Hub -el nombre real del mercadillo- ante la atenta mirada de los foráneos y la indiferencia de los locales, acostumbrados a estas maniobras que se repiten ocho veces al día. Y es que el horario de este peculiar ferrocarril incluye cuatro trayectos en cada dirección.

 

El mercado, que permanece abierto desde el amanecer hasta pasadas las cinco de la tarde, coincidiendo con la llegada del primero y del último tren a la estación de Mae Klong, cuenta con puestos de frutas, verduras, carnes, mariscos, flores y ropa. No esperes comprar souvenirs. Simplemente no hay.

Seguramente te preguntes cómo es posible que un tren atraviese un mercado. La respuesta, aunque sorprendente, en realidad es sencilla: la construcción de la vía férrea en 1905 proyectaba acabar con el mercado. Sin embargo, la negativa de los vendedores a abandonar el espacio, provocó que las autoridades optaran por no desviar la línea y permitir que pasara por su interior.

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