Connect with us

Columnistas

Lo bueno, lo malo y lo feo del 2021 en el Magdalena.

Published

on

Por: Edgar Jafet Hernández Murcia

 

Lo bueno. – Sin duda alguna en un escenario donde la pandemia sigue vigente y las condiciones de reactivación económica aún son inciertas, es importante destacar el rol protagónico que asumió la Cámara de Comercio de Santa Marta. Ello a partir del liderazgo del CIMAG-Comité Intergremial del Magdalena, como una plataforma participativa cuyo propósito es contribuir al desarrollo del Magdalena, a través de la articulación de diversas acciones e instituciones.

En un contexto de pandemia y ante la hostilidad de los actores políticos locales, la CAMARA DE COMERCIO y el CIMAG, se pusieron la camiseta y dieron las discusiones, promovieron las sinergias y generaron el impacto que, desde la institucionalidad (Alcaldía y Gobernación) no se produjo. También ha sido positivo el rol de entes como Pro-Santa Marta Vital y Santa Marta Como Vamos, su continuo análisis de la situación del territorio, debates abiertos sobre aciertos y desaciertos de políticas públicas, producen insumos que, ojalá sean tenidos en cuenta por las autoridades locales.

Lo bueno. – La consolidación de la política de calidad educativa de mi Universidad del Magdalena, con la “Reacreditación” por alta calidad que le fue conferida, significa lo anterior que, el modelo de Universidad que hoy se observa, tiene consolidadas las bases que, le permitirán continuar en la senda de la alta calidad por mucho tiempo esperamos.

Acá vale también destacar el posicionamiento del Rector Pablo Vera, quien, aun sin proponérselo se ha logrado consolidar como el único contrapoder ante la influencia que genera el actual Gobernador y su grupo político, digo sin proponérselo porque en mi opinión, las disputas que han surgido entre Rector y Gobernador, han sido por parte del Rector, en esencia defensivas.

Debemos recordar que, desde el inicio del mandato del actual Gobernador, el Rector públicamente manifestó su intención de trabajar articuladamente en beneficio de la Universidad y fundamentalmente de la educación en el Magdalena. La respuesta del Gobernador fue; desacreditar al Rector y a su equipo de trabajo, pretender tomarse la Universidad del Magdalena en las anteriores elecciones y, por último, convertirse de manera deliberada en un obstáculo para la matricula cero, ello con la estrategia de minimizar el papel de la Unimag como principal centro de educación superior del Departamento.

Afortunadamente la Universidad del Magdalena, sus directivas, su equipo administrativo, sus estudiantes y egresados, resistieron la agresión y lograron mantener la independencia y el posicionamiento de la U, como una de las mejores de la región caribe.

La Unimag y su comunidad ofrecieron un triunfo aplastante contra el candidato del Gobernador y gracias a la gestión del Rector y su equipo de trabajo, se alcanzó en un porcentaje muy elevado la matricula cero. Hoy la Universidad consolida su imagen y su presencia en distintos municipios del Magdalena, y el Rector y su equipo, sin afanes y con la tranquilidad del que trabaja bien, ofreciendo resultados tangibles, no en renders, se consolida como el contrapoder a las intenciones absolutistas de Carlos Caicedo.

Lo Malo. – El roster (con algunas excepciones) de candidatos que hoy postulan su nombre al congreso en el Magdalena, una mezcla grosera de la “vieja política” y de la “nueva política” que, en la práctica son la misma política. Alguien que haya observado con cierto detalle la política del Magdalena en los últimos 12 años, no puede mas que estar desalentado en como la gran mayoría de aspirantes no ofrecen nada novedoso.

De la “vieja política” varios aspiran ser reelegidos, sin tener resultados que mostrar, confiados en el poder económico, las maquinarias o en ambos. Con certeza digo que, algunos de estos serán reelegidos, la mecánica electoral lo permitirá, sin embargo, mantendrán su rol de marginales y no tendrán como disputar el verdadero poder en el territorio.

También malo, los que se presentan como nuevos y ya tienen 10 años en el poder, estos, a diferencia de los anteriores si tienen resultados que mostrar. Resultados pésimos, pero resultados, al fin y al cabo.

Malo porqué su propuesta política está aupada en un profundo cinismo e hipocresía. Ellos a viva voz, señalan a otros actores de corruptos y diversos adjetivos descalificativos, sin embargo, hoy ellos están siendo investigados por diversas situaciones presuntamente irregulares.

Hoy en la ciudad, mi ciudad, se observan obras inconclusas, con sobrecostos y demás, el muy publicitado “Cambio” resulto imaginario, estético, en suma, intrascendente. La ciudad sumergida en una grave situación de inseguridad, con problemáticas de fondo sin ninguna respuesta por parte de la institucionalidad, sin agua, sin empleo, sin salud. En fin, lo malo.

Lo Feo. – El espectáculo bochornoso que nos dejó la inconveniente (por el momento en que se hizo) intervención de la Superintendencia de Servicios Públicos a la ESSMAR. Feo porqué quedó en evidencia que justificada o no la medida, ello ante las escandalosas cifras que conforman el déficit financiero de la empresa pública, el momento y contexto pre electoral en que se llevo a cabo siembra algunas dudas.

Pero en todo caso, feo por la impropia reacción (no encuentro mejor calificativo) del Gobernador y la Gerente de la ESSMAR (hermana del gobernador) y en general del movimiento fuerza ciudadana.

Digo feo porqué el Gobernador en primer lugar (debería el saberlo, siendo abogado) no tiene como se dice coloquialmente; velas en ese entierro, o como decimos los abogados no tiene ni jurisdicción, ni competencia. Pero aún más, porque independiente de la opinión jurídica del Gobernador la intervención se hace en el marco de la ley y se presume legal hasta tanto no sea disputada ante un Juez competente y a través de un medio de control idóneo.

Pero feo también, por el episodio que siguió a la intervención y que yo he denominado “La Retoma de la Essmar” hace unos días, el Gobernador del Magdalena, tutela en mano, camisa blanca y gafas Rayban, se presentó con heroico semblante a la ESSMAR, exhibiendo el fallo de tutela y demandado la “entrega” de la Essmar.

Dejando a un lado el evidente desconocimiento del derecho y el hecho que el Gobernador, insistimos, no tiene velas en ese entierro, debo decir que, lo feo, lo verdaderamente feo, fue el comportamiento pendenciero, agresivo y dentro de la tipología del “usted no sabe quién soy yo” que, con sorpresiva naturalidad, desplegó nuestro Gobernador y con el cual pretendía hacer cumplir la orden de tutela que exhibía en sus manos.

Que feo.