Robos, sicariato y delincuencia, ¿Santa Marta entre las ciudades más seguras?

Recientemente, el Dane resaltó a Santa Marta entre las 10 ciudades más seguras de Colombia.

El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), reveló el informe trimestral, que mide la seguridad en las ciudades, el cual arrojó que en Santa Marta el 45,8% de los ciudadanos se sienten seguros caminando en las calles, por encima de Cartagena, Valledupar, Sincelejo, Riohacha, Barranquilla y Montería.

No obstante, la pregunta que surge en las calles es ¿el Dane de dónde saca este resultado? Teniendo en cuenta que el panorama en Santa Marta es totalmente contraproducente, iniciando el último mes del año. Con robos, sicariato, atracos y todo tipo de hechos delictivos, la criminalidad está a la orden del día en la ciudad y los delincuentes sin control.

Tan solo el primer día de diciembre, se presentaron en la capital del Magdalena múltiples hechos criminales, entre ellos dos asesinatos, el robo a los vendedores de jugos de El Camellón, hurto en el transporte público e incluso se reportó una denuncia por el asesinato a sangre fría de un canino en condición de calle; lo que da a entrever que en Santa Marta nadie se escapa de la inseguridad.

Sicariato a la orden del día

Con sangre, así recibió Santa Marta a diciembre. En hechos aislados y que son investigados por la Policía Metropolitana, dos personas fueron fríamente asesinadas a tiros por sicarios.

El primer caso se presentó en la carretera Troncal del Caribe, en donde fue asesinado un hombre identificado como William Alfredo Rosado Cerra, coordinador del Megacolegio El Cisne, durante la mañana del pasado 1 de diciembre, cuando se movilizaba en su vehículo.

La hipótesis que se conoce sobre las causas de este lamentable hecho, sostiene que habría sido por un presunto ajuste de cuentas; sin embargo, esta versión no ha sido confirmada por las autoridades.

Por otro lado, al final de la jornada, en horas de la noche, se reportó el asesinato de un hombre identificado por las autoridades como Brian Steven Núñez Rojas, en el barrio Once de Noviembre, quien recibió un disparo y le hurtaron su motocicleta.

Según información preliminar, el hombre recibió una llamada telefónica donde lo citaron en la vía pública del mencionado barrio, luego de discutir con quienes presuntamente lo habrían llamado.

Robos sin control

Durante la madrugada del pasado 1 de diciembre, se presentó un hecho que mantiene indignada a la comunidad. Se trata del robo a los módulos de los vendedores de jugos artesanales ubicados en El Camellón de la Bahía.

El hurto, que al parecer fue perpetrado por habitantes de calle, mantiene preocupados a los comerciantes, ya que denuncian que este sector no hay vigilancia y las autoridades no brindan seguridad durante la noche.

Del módulo se robaron las licuadoras, vasos e incluso hasta la leche, las frutas y el azúcar se llevaron. Según una de las comerciantes, quien es vecina del módulo que fue robado, y quien por seguridad quiso preservar su identidad, manifestó que no es primera vez que a esta persona “se le meten” al “chuzo”, pues ya anteriormente también habría sido víctima de la delincuencia.

Ni los animales de la calle se salvan

Otro caso que ha generado rechazo entre la comunidad del barrio María Eugenia trata del presunto asesinato de un perro de la calle. El canino apareció muerto en el barrio en mención con un agujero en medio de su cabeza, por lo cual se presume que habría sido atacado con un arma de fuego.

Los animalistas se pronunciaron frente a este hecho denunciando la falta de política pública para los animales del Distrito y, en conjunto con fundaciones, anunciaron una recompensa de $500 mil para quien brinde información y ayude a identificar a los responsables.

Inseguridad hasta en el transporte público

OPINIÓN CARIBE recibió la denuncia de un joven que por seguridad no quiso revelar su identidad, quien fue víctima de un intento de hurto en un bus del sistema de transporte público de Santa Marta.

La víctima denuncia que, sobre las 8:00 de la noche del pasado 1 de diciembre, el bus que cubría la ruta Curinca en el que se transportaba, paró sobre la calle 30, a la altura de la entrada al barrio Manzanares, para recoger a un presunto pasajero; sin embargo, este solo aparentó serlo e intentó raptar de las manos el celular del joven, el cual llevaba en la mano.

Tras el fallido el intento, el joven intentó perseguirlo, pero los demás pasajeros se lo impidieron porque en la esquina había otros 5 sujetos más, que al ver el forcejeo ni se inmutaron, por lo cual se cree que posiblemente se tratarían de cómplices, quienes esperaban que su víctima se bajara de algún bus en esa esquina para atracarlo.

Así las cosas, mientras la alcaldesa Virna Johnson dice que el anuncio del Dane sobre que Santa Marta es una de las 10 ciudades más seguras de Colombia, “demuestra que la ciudad ha avanzado enormemente en temas de seguridad” gracias a su gestión, la realidad de la inseguridad que día a día viven los samarios, es otra, y la pregunta que la comunidad se sigue haciendo es la misma: ¿qué factores se atribuyen a Santa Marta para determinar que es una de las más seguras del país? Apropósito del silencio por parte de las autoridades y del Distrito frente a todos los casos anteriormente descritos.