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Nación

Nuevo aumento en combustibles: Gasolina y ACPM suben $100 a partir de este viernes 24 de octubre

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El alza aplica desde este viernes 24 de octubre y sitúa el precio de referencia en Bogotá en $16.393. Con esta medida, el Gobierno continúa desmontando el subsidio para cerrar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios (FEPC).

El Gobierno Nacional anunció un nuevo incremento en los precios de los combustibles que rige a partir de este viernes, 24 de octubre. El alza, de $100 pesos por galón tanto para la gasolina corriente como para el ACPM (diésel), continúa con la política de desmonte de subsidios para aliviar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).

Con este ajuste, los precios de referencia en las principales ciudades del país se sitúan en niveles récord. En Bogotá, el galón de gasolina corriente alcanza los $16.393, mientras que el ACPM se fija en $11.076.

Para la Región Caribe, los precios también reflejan el alza. En Barranquilla, el galón de gasolina queda en $16.038 y el ACPM en $10.661. Por su parte, en Cartagena, la gasolina costará $15.996 y el ACPM $10.727.

A nivel nacional, Villavicencio ($16.493) se mantiene como la ciudad con la gasolina más costosa del país, mientras que Pasto ($14.150) y Cúcuta ($14.366) siguen reportando los precios más bajos debido a su ubicación fronteriza.

Fuentes del Ministerio de Hacienda han reiterado que estos aumentos progresivos son fundamentales para cerrar la brecha fiscal generada por el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).

Este fondo fue creado para subsidiar el precio interno y evitar que los colombianos pagaran la volatilidad de los precios internacionales del petróleo. Sin embargo, esto generó una deuda multimillonaria que el Gobierno actual busca saldar equiparando el precio local con el internacional.

Aunque el ACPM también subió $100 en este ajuste, el Gobierno ha mantenido un ritmo de aumento más moderado para este combustible en comparación con la gasolina. Esta estrategia busca mitigar el impacto directo en sectores clave de la economía, como el transporte de carga, pasajeros y alimentos, que dependen en gran medida del diésel para sus operaciones.

Se espera que los ajustes continúen hasta que se alcance el precio de paridad internacional, una medida que, si bien busca la sostenibilidad fiscal, sigue generando preocupación en el bolsillo de los conductores y en la cadena logística del país.