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Metrópolis

“Invasiones, memorias de una Lucha Social”

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Ante la necesidad dieciocho barrios fueron fundados 

Bastaron trescientas páginas para que Luis Roberto Calvo Pertuz, oriundo de El Retén Magdalena, plasmara la historia de cómo en Santa Marta nacieron algunos de los barrios que hoy la componen ‘bautizados’ María Cristina, Simón Bolívar, Alfonso López, Luis Carlos Galán, Luis R Calvo y demás. En la publicación se revelan los pormenores de cada una de las fundaciones y los acontecimientos que hay detrás de cada nombre y de cada proceso.

El 29 de julio, Santa Marta cumplió 490 años de haber sido fundada por el conquistador Rodrigo de Bastidas, así mismo, la noticia más reciente de la actual administración fue la histórica legalización de 30 barrios, proceso que sin duda demuestra un desarrollo estructural y social de la ciudad.

Nueve comunas integran el sector urbano de la capital del Magdalena, en orden numérico, comuna 1. Pando – María Eugenia, 2. Centro, 3. Pescaito – Almendro – Juan XXII, 4. Jardín – Polideportivo, 5. Santa Fe – Bastidas, 6. Mamatoco – Once de Noviembre, 7. Gaira – Rodadero, 8. Pozos Colorados – Don Jaca, 9. El Parque – Bureche.

Cada una de estas comunas está compuesta por varios barrios, muchos de los cuales son las denominadas invasiones y, en su mayoría, el nombre es en homenaje a las personas que impulsaron o permitieron la ocupación de áreas privadas de la ciudad.

Desde líderes políticos hasta personas del común han sido merecedores de dicha distinción, como es el caso del barrio, ubicado al nororiente de la ciudad, que lleva el nombre de ‘Luis R Calvo’ por la labor llevada a cabo por Luis Roberto Calvo Pertuz, quien a su vez invadió 17 barrios más, hechos que le permitieron la redacción del libro ‘Invasiones, Memorias de una Lucha Social’, que ya está circulando entre los samarios.

“La finalidad con este libro, es que propios y visitantes de Santa Marta, políticos y demás, conozcan cómo iniciaron estos 18 sectores, los mismos de donde salen los votos para elegir a nuestros mandatarios. La historia es contada por quienes fueron partícipes de esa realidad, y esperamos que las instituciones educativas de la ciudad la implementen en las aulas de clase, para que quienes se forman académicamente sepan de dónde venimos y para dónde vamos”, apuntó Calvo Pertuz.

Recalca Calvo, que su protagonismo obedece a la crisis social que padecían cientos de familias que, sin sitios en donde vivir, arribaron a las ‘dos veces santa’. “Cada uno de estos barrios, María Cristina, Simón Bolívar, Santa Mónica, Alfonso López, Luis Carlos Galán y demás, fueron constituidos a petición de las comunidades más necesitadas y sin recursos, mi experiencia como presidente de JAC en la ciudad, me hacía ver ante la comunidad como un líder social con quien podrían conseguir un lote donde construir”, apuntó Luis R.

Manifiesta Calvo que las llamadas invasiones fueron el inicio de un desarrollo social que, con el paso de los días, recibiría el respaldo de las administraciones en turno, “destaco el acompañamiento que recibió el pueblo, del entonces alcalde José Ignacio Vives “Nacho Vives”, quien diligenció por medio de ordenanzas un sin número de expropiaciones de tierras que estaban en poder de familias adineradas de la ciudad”.

‘HECHA LA LEY, HECHA LA TRAMPA’…

Aunque la situación satisfizo la crisis de vivienda de más de cincuenta familias por barrio, al mismo tiempo despertó el fenómeno de la politiquería en la ciudad, como lo describe el autor en algunas de las historias narradas, “en 1974 intentaron desmontar el barrio María Cristina, las autoridades quisieron omitir la ordenanza presentada que certificaba la creación del barrio, lo mismo pasó en el Simón Bolívar, cuando personas ajenas no veían viable que estos terrenos fueran cedidos a familias de escasos recursos, puedo decir que buscaban voto, aprovecharse de la situación para convencer a esas familias de ir a las urnas con un fin”,puntualizó Calvo.

Luis R. Calvo‘LUIS R CALVO’

“Debo aclarar que nunca sembré en la ciudadanía la intensión de invadir territorios privados, sin embargo, después de que ellos tomaban la iniciativa, recurrían a mí para que les diligenciara la respectiva legalización e instalación de servicios públicos, tal fue el caso del barrio que hoy lleva mi nombre, donde por más de tres meses las familias me persiguieron para que les ayudara”.

Calvo, quien se desempeñaba como guardia de tránsito, labor que lo relacionó durante años con familias pudientes de la ciudad, asegura “no fue fácil fundar el sector ‘Luis R’, el entonces alcalde Ignacio Vives Menotis, se negó en primera instancia, pero con el paso de los días cedió e hizo compra de las tierras hoy llamadas Luis R. Calvo y el Divino Niño, únicos barrios de invasión legalizados en la ciudad”, agregando que en la actualidad debe haber claridad entre legalización y la escritura “la solución en pro de estas familias invasoras no debe limitarse a la legalización del barrio, ya que no garantiza título de propiedad, sino abastecimiento de servicios públicos y pago de impuestos”.

TRES EN UNO

No es raro encontrarse en Santa Marta barrios que llegan a tener más de un nombre, “cuando los terrenos eran cedidos por los propietarios para construir viviendas, estos tenían diferentes dueños por hectáreas, razón por la cual, en algunas zonas de la ciudad se da esta situación, tal es el caso de los barrios Simón Bolívar sobre la avenida del río y Luis R. Calvo”, afirma Calvo Pertuz, quien agrega que esto obedece al indebido manejo administrativo de la ciudad en las últimas décadas.

“Han sido pocas las administraciones que como la de turno, han hecho frente a esta situación, no hay que ignorar que muchos de los alcaldes que han llegado al poder, buscan la manera de quedarse con los recursos del distrito para beneficio propio, olvidando la necesidad de quienes los eligen”, concluyó Luis Roberto.

¿INTERÉS POLÍTICO?

En el mundo cualquier acción con fin de beneficiar a las comunidades puede considerarse interés político, sin embargo, Calvo es enfático en afirmar que la labor que hoy plasma en su libro tiene una finalidad académica, “es importante que los samarios, políticos y demás sepan cómo se iniciaron estos sectores a los que hoy van a promover sus planes de gobierno, para que en realidad conozcan cuáles son las falencias de estas comunidades, y no improvisen campañas tres meses antes de las urnas y, aprovecho para aclarar que nunca cogí ni vendí un lote, por el contrario, llegué a expulsar a algunos invasores que empezaron a lucrarse con los terrenos”, concluyó.

Pese a ser concejal de la ciudad en el año 75, Calvo asegura que no volverá a aspirar a la bancada, “me llevé una experiencia muy negativa del Concejo, no me lanzaría porque en Santa Marta infortunadamente se vende el voto, y eso no es política, hagas lo que hagas la gente no agradece”.

Las comunidades residentes en los barrios en lo que Luis R. Calvo tuvo algún tipo de incidencia o apoyo, cuyos nombres hacen homenaje a líderes sociales o políticos, coinciden en que, esos personajes, en su mayoría no conocieron las luchas de fundación, sino que, para exaltar su nombre y aprovechando la crisis, participaron con pequeños aportes económicos.